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Llevar una rutina de noche no es fácil, lo sabemos. Entra la pereza y lo único que apetece es meterse en la cama. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y es que teniendo en cuenta unas pocas cosas, tu piel se verá más sana y joven, y tu interior también. A continuación, te contamos cómo llevar a cabo nuestra rutina nocturna.
Lavar la cara
Parece algo obvio, pero es importante que limpiemos nuestro rostro con abundante agua, ya que es mucha la suciedad y factores contaminantes a los que estamos expuestos durante el día.
Limpiar bien el cutis
Nunca te vayas a la cama maquillada, los poros se obstruyen y la suciedad se acumula sin dejar que la piel respire. Dependiendo de tu tipo de piel o tus necesidades, elige un limpiador facial.
Tónico
Entre la limpieza y la hidratante, no debemos olvidarnos de este paso. Los tónicos ayudan a preparar nuestro rostro para el tratamiento posterior.
Hidratar bien la piel
Durante la noche nuestra piel se repara, por lo que es el momento perfecto para cualquier tratamiento. Aunque las hidratantes que utilices sean de rápida absorción, se recomienda dejar reposar en la piel unos 30 minutos para asegurarnos de que no se quedará pegada en la almohada.
Elige una buena postura
Fuera de los beneficios, en cuanto a salud, que implican las diferentes posturas corporales a la hora de dormir, la más recomendada para nuestra piel es boca arriba. En esta posición nuestro rostro no se presiona contra la almohada y se retrasa la aparición de arrugas y líneas de expresión.
Cambiar las sábanas
Los restos de hidratante, pelos, sudor o células muertas provocan la aparición de gérmenes y bacterias que se acumulan en las sábanas. La frecuencia recomendada es una vez cada dos semanas. Las fundas de almohada de algodón ejercen más fricción sobre el rostro y el cabello, debilitándose y fomentando las líneas de expresión. Una solución es utilizar materiales más suaves como la seda o el satén.
Exfoliar el rostro
Esto no hay que hacerlo todos los días, pero sí es recomendable de vez en cuando para decir adiós a las células muertas.
Beber agua
Seguramente ya tengas claro los beneficios de beber dos litros diarios de agua. Pero también es importante que antes de dormir tomes mínimo medio vaso, porque te ayudará a que tu piel se mantenga hidratada.
