Las personas con piel grasa disfrutan de muchos beneficios: tardan más en tener arrugas, sufren menos de hiperpigmentación (manchas) y lucen una piel más tensa. Pero no todo son maravillas, sufren de exceso de sebo, poros dilatados y granitos. Los brillos en el rostro y el acné, comunes en este tipo de piel, pueden surgir por diferentes motivos, desde la genética de tus padres hasta factores externos como el clima. A continuación, te daremos todos esos consejos para desmentir todas las falsas ideas para que puedas lidiar con tu piel grasa.
Si buscas controlar tu piel grasa puedes ayudar desde el interior bebiendo el agua que tu cuerpo requiere y evitando el consumo excesivo de estos alimentos:
Carnes rojas y embutidos: Es mejor consumir las carnes más magras (que contienen menos grasa). En el caso de los embutidos, su alto contenido de conservantes y sales hacen que tu piel se inflame, se produzcan rojeces y luzca apagada.
Pizzas y pastas: Consume alimentos bajos en gluten (como harinas integrales) para reducir la grasa en la piel.
Mantequillas y aceites quemados: Cámbialo por el consumo de aceite de oliva crudo.
Azúcar: Generan calorías vacías que solamente afectan tu salud y la de tu piel, sustituye por edulcorantes naturales.
Alimentos fritos y tostados: Todo lo frito contiene grasas, pero lo que no sabías es que los alimentos quemados contienen hidrocarburos contaminantes que afectan al colágeno de la piel y aceleran su envejecimiento. Así que te conviene dejar el pan tostado menos quemadito.
Lácteos: Elige yogur natural orgánico o productos desnatados ya que contienen menos grasa.
Alcohol: Consumir bebidas alcohólicas puede provocar inflamación, poros obstruidos, granos y envejecimiento. Además, deshidrata la piel haciendo que parezca menos brillante y luminosa.
Debemos comenzar diferenciando el concepto de hidratación y grasa. La función de la grasa es crear una barrera para contener la hidratación de la piel, así que si tratas de eliminarla para matificar sin complementar con hidratación, lo único que harás es que tu piel produzca sebo de nuevo. Y dicho esto, tenemos la lista de los errores más comunes a la hora de aplicar productos en tu rostro.
Lavarte la cara cada vez que sientes la piel con brillos: Lo aconsejable es hacerlo por la mañana y por la noche, si la lavas más seguido tu piel querrá producir más grasa para evitar secarse.
Pensar que, si no te desmaquillas, no pasa nada: Tu piel lo reciente todo, recuerda desmaquillarte y lavar tu rostro cada noche, incluso aunque no te hayas maquillado ya que tu piel capta impurezas del ambiente.
No usar protector solar: Sabemos que agregar una capa de protector solar puede resultar algo pesado y molesto para ti, por eso te recomendamos el uso de fotoprotectores de «toque seco» y «fluidos», que son mucho menos grasos.
No lavar tus utensilios de maquillaje: Este es uno de los errores más recurrentes, no solo debemos lavar las brochas, también nuestro neceser y evitar compartir.