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Durante diez días, la acerera Altos Hornos de México fue desconectada del suministro de energía eléctrica por el impago de una factura. Su dueño arrastra problemas legales desde 2019.El pasado 30 de noviembre, la empresa siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA), una de las más grandes del país, se vio obligada a interrumpir su producción debido al impago de la última factura de la luz. Esa mañana, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro energético a la compañía, que debía unos 129 millones de pesos mexicanos.
Durante diez días, los hornos trabajaron en niveles mínimos, hasta que AHMSA saldó su deuda y la CFE restauró su servicio. A Nain Martínez, investigador del Colegio de México, le llama la atención que una empresa «atractiva» como AHMSA, con un «complejo industrial potente», no pudiera pagar el servicio básico de electricidad.
Fantasmas del pasado
En entrevista con DW, el profesor Martínez descarta que la falta de liquidez esté relacionada con el aumento de los precios energéticos a nivel global. En el caso de México, señala, los subsidios estatales y la apuesta por «energías sucias» como el carbón y el combustóleo «han amortiguado el precio de los energéticos en términos generales».
La siderúrgica, dice, tampoco está envuelta en un escándalo de corrupción o malos manejos. En su opinión, desde hace años, la empresa arrastra problemas de gestión y de descapitalización, vinculados a su dueño, Alonso Ancira.
Una planta de fertilizantes inservible
En 2019, el llamado «rey del acero» fue detenido en España, acusado de vender a Petróleos Mexicanos (Pemex) una planta inservible de fertilizantes de agronitrogenados. En 2021, tras su extradición a México, Ancira fue liberado, en el marco de un acuerdo reparatorio, y se comprometió a pagar unos 200 millones de dólares a Pemex en un plazo de tres años.
En noviembre pasado, el segundo pago de 54 millones de dólares por esta compraventa fraudulenta coincidió con el pago pendiente del suministro de energía eléctrica de su empresa AHMSA, que dio prioridad al acuerdo reparatorio.
Varios adeudos
Por su parte, Leticia Campos Aragón, de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de México, señala que, aparte de la «posible insolvencia económica de la empresa», se presume que también tenga adeudos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga. Campos Aragón, doctorada de la UNAM y especialista en energía eléctrica, asegura a DW que ni la acerera ni la región en la que ésta opera fueron afectadas por el corte de energía, puesto que AHMSA cuenta con un permiso de autoabasto para generar electricidad para su propio consumo.
CFE, ¿instrumento político?
Para Günther Maihold, vicepresidente de la Fundación Ciencia y Política (SWP, por sus siglas en alemán), la CFE es también un «instrumento» con el que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca enviar una «señal muy clara» a las grandes empresas del sector privado de quién está al mando. «En el futuro, veremos más acciones de este tipo, porque López Obrador está en guerra con el empresariado neoliberal», advierte en declaraciones a DW.
Nain Martínez, del Colegio de México, señala que, si bien los empleados de la siderúrgica siguen percibiendo sus salarios, a la larga podría verse comprometida su fuente de empleo si se prolongan los problemas en la administración de la empresa: «Como las actividades y los recursos de AHMSA responden a los problemas del dueño y no a la gestión de la empresa, probablemente la solución pase por una restructuración interna, por la búsqueda de nuevos socios que inviertan o por la venta».
(cp)