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Centroamérica es una de las regiones más ricas y diversas en recursos energéticos renovables. En Hamburgo, un foro europeo-centroamericano profundizó en estas oportunidades de cooperación y negocios.En medio de la crisis energética y ante el desafío del cambio climático, Europa mira a América Central y su experiencia en fuentes de energía limpias y autónomas. El Sistema de Interconexión Eléctrica para Países de América Central (SIEPAC) tiene la mayor cuota de energía renovable del mundo, con un 66 %. Presenta además la combinación más diversa de biomasa, geotermia, energía eólica, solar e hidroeléctrica.
Esta única línea de transmisión de 230 kilovoltios y una capacidad de 300 megavatios es un modelo de integración, que busca dar seguridad en el suministro y precios competitivos a los 45 millones de habitantes de seis países, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Y no se quedan ahí. Con nuevas normativas e incentivos arancelarios, están promoviendo la ampliación de la producción energética en el sector industrial, la transición hacia la electromovilidad en el transporte público y el hidrógeno verde. Con ello, surgen oportunidades de inversión y participación para empresas extranjeras.
Con la idea de apoyar el intercambio de información y negocios se reunieron esta semana autoridades y representantes de organizaciones y empresas en el Foro de Energías Renovables Unión Europea-Centro América que se desarrolló en Hamburgo, ciudad capital de la energía eólica. «La cooperación en energías renovables se vuelve más importante que nunca y la cooperación con América Central es muy promisoria», dijo Luis Schultz, analista político de la Comisión Europea.
El encuentro, con el que se celebró también el décimo aniversario del Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica (EUCA), fue organizado por la UE junto con el gobierno de la ciudad de Hamburgo, su Cámara de Comercio, el Energiecluster Hamburgo y la Asociación para América Latina en Alemania (LAV). «Este es un tema en que tenemos las mismas metas y que ofrece muchas oportunidades para los países centroamericanos y para Alemania y Europa», señaló Orlando Baquero, director general de LAV.
«Aunque somos regiones muy distintas y estamos lejos, tenemos muchas sinergias», destacó Carolina Palma, del Acuerdo de Asociación EUCA. Y también oportunidades, destacó: «En Costa Rica el 99,9 % de la energía eléctrica es renovable. Y, por otro lado, Alemania tiene retos importantes porque todavía el 40 % de la energía viene de fuentes de carbono, que es energía sucia. Empresas europeas que tienen centros de manufactura, servicios o atención con presencia en Costa Rica, pueden tener una parte de su producción totalmente limpia en la utilización de la energía».
Hacia una matriz energética verde
«Tenemos un objetivo común, que es la lucha contra el cambio climático», puntualizó Ronny Rodríguez, viceministro de Energía del Ministerio de Medio Ambiente de Costa Rica. «Más que nunca tenemos que usar todas las herramientas y conocimientos, y generar confianzas. El gran reto en la región, con el que podemos ayudar al resto del planeta, es el de las energías renovables», agregó.
«Guatemala tiene una matriz energética diversa, con un 60 % de energía renovable. Uno de los compromisos es llegar al 80 % de renovables el 2030 y no solo en la generación, también en la industria y la promoción de la movilidad eléctrica», subrayó Carolina García, de grupo Terra de Guatemala.
«El tema de las energías renovables tiene importancia en todo el mundo, también por el cambio climático y sus consecuencias. Uno de nuestros objetivos es buscar las fuentes que disminuyan el uso de energías fósiles y estamos teniendo gran interés por parte de muchas empresas internacionales para expandir proyectos de energías geotérmica, fotovoltaica y eólica», señaló la embajadora de El Salvador en Alemania, Florencia Vilanova de von-Oehsen.
Uno de los desafíos es «moverse hacia una mayor energía solar y, con un tema muy importante, que es una menor conflictividad social, que es algo que tenemos que cuidar», observó Carlos Raúl Morales, exministro de Relaciones Exteriores de Guatemala y actual asesor del grupo Onyx.
Incentivos para la cooperación e inversión
A pesar de los avances en generación eléctrica limpia, hay mucho campo para seguir creciendo, sobre todo en la tarea de descarbonizar la economía, donde la cooperación y la tecnología europea son bienvenidas. Por su parte, los países centroamericanos ofrecen incentivos legales y arancelarios. A la par de la generación de energía, sostuvo Carolina García, «es clave mejorar la capacidad de almacenamiento por medio de baterías, lo que empuja a buscar inversores».
Costa Rica y Panamá, pioneros en materia de hidrógeno verde en la región, están abriendo nuevos proyectos. Y con más de 1.300 manantiales de aguas termales y 75 volcanes, Centroamérica ofrece un potencial geotérmico hoy utilizado muy por debajo de su capacidad, pero que podría llegar a satisfacer el 70 % de sus necesidades energéticas.
«El mercado energético se está dinamizando y es bastante atractivo para la inversión. Nicaragua es conocida como tierra de lagos y volcanes. Tenemos mucha oportunidad en el sector geotermia», sostuvo Rodrigo Ibarra, de ARIAS LAW, de Nicaragua.
«Mientras que en Europa más bien se están poniendo impuestos a la producción y el consumo de energía, en nuestros países hay incentivos fiscales, de impuesto a la renta, naciones libres de aranceles e incentivos específicos para las energías limpias, porque queremos atraer inversión extranjera, conocimiento, intercambio y tecnologías. Para las empresas europeas esto significa una gran ventaja y además cumplen con la descarbonización», apuntó Palma.
En cuanto al hidrógeno verde, la representante de EUCA destacó que «hay grandes oportunidades. Es un tema en desarrollo, las tecnologías están cambiando y hay mucho que aprender. Los intercambios de conocimientos y tecnologías entre ambas regiones tienen mucho valor para este tema».
(few)