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El país sudamericano se está convirtiendo en la meca de los enemigos de la democracia, extremistas de derecha y de los conspiranoicos alemanes. A pesar de lo que muchos de ellos creen, no son necesariamente bienvenidos.En el paraíso, el sol resplandece a 33 grados y ninguna nube perturba el cielo azul. Mientras tanto, los carniceros alemanes ofrecen deliciosas salchichas, chucrut y pretzels, y para el postre, una panadería alemana en las cercanías vende una auténtica delicia en forma de berlines. Una visita a la escuela de baile no puede faltar, al igual que el Colegio Paraguayo Germano, una escuela alemana.
Bienvenido a Hohenau, una pequeña ciudad de Paraguay con 15.000 habitantes. Un paraíso ya para los brasileños de origen alemán que se instalaron aquí en torno a 1900 por la fertilidad del terreno. Actualmente, se está convirtiendo en un paraíso para los ciudadanos antidemocracia, extremistas de derecha, teóricos de la conspiración u opositores a la vacunación y medidas anticovid.
No todos se alegran con su llegada
El alemán Thomas Vinke, quien junto con su esposa Sabine dirigen un reconocido y premiado programa de televisión llamado «Paraguay Salvaje», no está muy contento con la llegada de sus compatriotas: «Tras la crisis de los refugiados en 2015 llegaron los ciudadanos antidemocracia, extremistas de derecha, gente extremadamente ruidosa y agresiva. Y ahora están llegando un montón de médicos alternativos, curanderos y opositores a la vacunación. Y nosotros somos las figuras de odio para esta gente, solo por nuestro trabajo sobre protección del medio ambiente», dijo a DW Vinke.
Vinke, que emigró a Paraguay hace 17 años, ha sido duramente atacado en las redes sociales y foros de inmigrantes. Desde hace algunos años, se produjo un cambio masivo en el trato de la gente, con contenido de antisemitismo, racismo y de derecha radical. Cuando el ecologista opina o critica las teorías de la conspiración, la respuesta llega de inmediato. «Nos amenazan todo el tiempo», agregó Vinke.
Los alemanes ocupan el tercer lugar en estadísticas de inmigración
La embajada de Alemania en Asunción no tiene clara la situación sobre los nuevos inmigrantes alemanes: «No tenemos cifras fiables sobre los alemanes que han emigrado a Paraguay», respondieron a DW. Según las autoridades paraguayas de inmigración, 1.077 alemanes se instalaron en el país sudamericano el año pasado. Después de brasileños y argentinos, los alemanes ocupan el tercer lugar en número de inmigrantes, una tendencia que está al alza. Mientras tanto, ABC, uno de los periódicos locales más prestigiosos, informa que al menos 30 familias alemanas se han instalado en Hohenau.
Los nuevos ciudadanos son atraídos con promesas a través de Telegram o Facebook, y algunos residentes que viven ahí hace años han convertido el creciente interés por Paraguay en su modelo de negocio: «Los terrenos se venden a los alemanes a precios terriblemente sobrevalorados y los paraguayos dicen que ya no pueden pagar por un terreno», contó Vinke. En Paraguay, con un documento de identidad y el dinero solicitado es suficiente para comprar una casa.
Paraguay no es un paraíso y no está libre de las medidas anticovid
El argumento más convincente para emigrar a Paraguay es que en este país sudamericano se puede tener una libertad absoluta, sin medidas anticovid, un nuevo comienzo en un país que se basa en la responsabilidad personal y que no se ha convertido en una supuesta dictadura como la que se vive en Alemania. Sin embargo, estas personas se olvidan de mencionar la ley 6.699, que extiende las medidas de la pandemia.
Esto significa que las mascarillas son obligatorias tanto en espacios interiores como exteriores. De hecho, el draconiano artículo número 5 de esta ley explica que, de no cumplir con las reglas, los infractores arriesgan hasta 30 días de trabajos comunitarios, una fuerte multa y un cierre de tiendas de hasta 10 días para los comerciantes.
Paraguay ha sido duramente afectado por la pandemia del covid-19
Además, el debate en Paraguay sobre la vacunación obligatoria probablemente tampoco sea del agrado de los recién llegados. Según una encuesta reciente, el 71 por ciento de los paraguayos está a favor de esa medida, por lo que el Ministerio de Salud también la está considerando ante la amenaza de una tercera ola. Más de 16.000 personas han muerto a causa del covid-19, en un país que tiene una población de solo siete millones de habitantes.
Muchos paraguayos querrían vacunarse, ya que solo el 40 por ciento de la población ha recibido dos vacunas hasta ahora. El país confió principalmente en las vacunas de la iniciativa Covax para países en desarrollo, pero estas llegaron demasiado tarde, dejando a Paraguay prácticamente con las manos vacías durante semanas. Es una paradoja: los alemanes que no quieren vacunarse se trasladan a un país en el que los locales querrían hacerlo, pero no pueden.
Alemanes y paraguayos unidos por la historia
La historia parece casi repetirse en Paraguay. El antisemita Bernhard Förster, marido de Elisabeth Nietzsche, hermana del filósofo Friedrich, fundó en 1886 el pueblo «Nueva Germania» en el país sudamericano, destinado a servir de refugio para la «raza aria» en Sudamérica. El plan fracasó por completo y Förster se quitó la vida tres años después.
Muchos nacionalsocialistas huyeron a Paraguay tras la Segunda Guerra Mundial, entre ellos, el médico del campo de concentración de Auschwitz, Josef Mengele, quien se escondió durante un tiempo en Hohenau, con una nueva identidad. Es esta ominosa historia compartida la que lleva a Thomas Vinke a pronunciarse contra los recién llegados: «Paraguay no es ese país nazi en el que todos andan con el brazo derecho levantado. El nacionalsocialismo es un problema alemán, incluso ahora con estos locos de aquí. Sin embargo, Paraguay tiene mucho más que ofrecer». (ju/dzc)
