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Mira cómo puedes incluir las vitaminas en la alimentación de tus mascotas

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Una alimentación adecuada suele aportar suficientes vitaminas a perros y gatos pero, para evitar problemas de salud en tu mascota, te conviene saber en qué casos puede necesitar un suplemento vitamínico.

Las vitaminas deben estar incluidas en la alimentación de perros y gatos, pues ayudan a mantener sus funciones vitales, y un déficit de estos nutrientes puede provocarles graves trastornos de salud. Alimentar a nuestra mascota con piensos equilibrados, adecuados a su edad y condición sanitaria, es la mejor manera de asegurarnos de que recibe un aporte correcto de vitaminas. Algunas situaciones especiales, como la presencia de ciertas enfermedades, la edad avanzada, la gestación, o la lactancia, pueden hacer que nuestro animal de compañía necesite de un aporte extra de vitaminas.

Las vitaminas son compuestos orgánicos con diferentes estructuras químicas que desempeñan un importante papel en el correcto funcionamiento del organismo. Deben ser ingeridas con la alimentación, porque ni nosotros ni los animales somos capaces de sintetizarlas. Están presentes en los vegetales, hongos, y en algunos microorganismos, y regulan múltiples funciones orgánicas, como por ejemplo la coagulación, en la que está implicada la vitamina K, o la síntesis de hormonas sexuales, en la que colaboran la vitamina E y las vitaminas del grupo B.

Existen dos grupos de vitaminas que se clasifican en función de su solubilidad: las vitaminas hidrosolubles, que se disuelven en agua, y las liposolubles, que lo hacen en grasa.

Las vitaminas hidrosolubles deben suministrarse en la dieta de nuestra mascota a diario porque el organismo no las almacena. Son la vitamina C o ácido ascórbico, y las vitaminas del grupo B: B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina o ácido nicotínico), B5 (ácido pantoténico), B6 (fosfato de piridoxal), B8 (biotina), B9 (ácido fólico), y B12 (cianocobalamina).

Las vitaminas liposolubles son: las vitaminas A, D, K, y E. Estas se almacenan principalmente en el hígado, y se eliminan a través de las heces del animal.

El defecto de vitaminas (hipovitaminosis), o su ausencia (avitaminosis), producen síntomas en los perros y gatos en función de la vitamina de la que carezcan. Hay que tener en cuenta que el exceso de vitaminas (hipervitaminosis) puede producir signos de toxicidad, por eso es importante no suplementar la alimentación de nuestros perros o gatos sin prescripción veterinaria. Esto ocurre especialmente con el exceso de vitaminas liposolubles acumuladas en el hígado, porque el exceso de vitaminas hidrosolubles no suele producir alteraciones, ya que no se almacenan, y se eliminan por el riñón a través de la orina.

Es importante no suplementar con vitaminas la alimentación de nuestros perros o gatos si no tenemos la prescripción veterinaria correspondiente, así que cada vez que quieras tomar una decisión al respecto es mejor hacerlo con precaución. 

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