“Venimos aquí con una proyección, que salgamos adelante,  ya que en Venezuela no se puede vivir si nos quedábamos allá terminaremos muertos”.

El año 2021 inició en Venezuela  con una crisis humanitaria  sin precedentes  que ha dejado a 7 millones de venezolanos necesitados de asistencia en el país y a millones enfrentados a inseguridad alimentaria. Por esta razón son muchas las familias que siguen saliendo de su país sin importar si podrán entrar a los países que tienen como destino, como es el caso de Chile.

El viaje por tierra que hacen los migrantes, es considerada una travesía por el desierto ya que es por cruces no habilitados y les toma largas noches a pie el recorrido. La mayoría de las familias que están arriesgando sus vidas atravesando estos pasos clandestinos,  provienen de Venezuela.

De esta forma el comisario Pablo Garay, Jefe de Migraciones de Iquique, indicó que son alrededor de 200 personas las que han accedido en los últimos días: “todas las personas serán denunciadas a la intendencia de Tarapacá, es un panorama que se ve amplio ya que todas las personas están confluyendo a estas comunas y pretenden luego viajar a otras regiones del país” indicó.

El descontrol en las fronteras es una de las preocupaciones que existe desde el año 2020 y que seguirá existiendo este año debido a un fenómeno migratorio que es considerado como uno de los más grandes que está viviendo Sudamérica.

Asimismo Juan Francisco Galli, subsecretario del interior indicó que han impulsado con fuerza la nueva Ley migratoria para avanzar en una política migratoria que permita una migración más ordenada y segura.  Hasta la fecha todos los migrantes que han llegado a las diversas comunas de Chile han sido ingresados en residencias sanitarias para hacerles el PCR y  de esa manera descartar contagio al resto de la población en caso de haber algún positivo proveniente del extranjero.

Testimonio anónimo de una familia venezolana

La mayoría de las familias que están ingresando a Chile se han visto expuestas de diversas formas y es de esta manera como muchas de ellas llevan meses en la frontera sin poder entrar.

Este no fue el caso de una familia Venezolana que ingresó a Chile hace 4 días y cuentan que los recibieron con los brazos abiertos que sienten que es un milagro el poder haber entrado a Chile sanos y no tener que pasar más trabajo del que pasaron en todo el trayecto desde Venezuela.

“Son muchos días sin dormir, largas caminatas y sed, pero Dios siempre nos sostuvo y esa es nuestra Fe”, fue lo que expresó el padre de familia.

Otros escenarios

El panorama actual es: trochas colapsadas, personas durmiendo en donde les agarre la noche, choferes prestando servicio de transporte a algunas familias y 1400 migrantes que entraron el primer mes del año en curso.

Por: María Jesús Hernández