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El dilema del Pacto Verde Europeo: entre el litio y la biodiversidad de América Latina

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En el «Triángulo del Litio” entre Chile, Argentina y Bolivia se concentra uno de los dilemas del “Pacto Verde” europeo. ¿Explotar sin más ese recurso estratégico para la movilidad limpia? ¿O respetar la biodiversidad? «En 2007, en Catamarca había siete empresas extractoras de litio. En 2021 eran ya veinte”, explica Ramón Baigún, coordinador de programas para humedales andinos de Wetlands International.

«Estamos a favor de la eliminación de hidrocarburos para evitar el cambio climático. Sabemos que para ello es necesario acumular los pulsos de energía de las renovables, del sol, del viento, de las mareas”, dice a DW el biólogo Baigún.

«Pero la tecnología de los piletones gigantescos que llenan en Atacama el área de 7500 canchas de fútbol, todas juntas no es viable. EN una zona tan seca como ésta, sacar billones de litros de agua por evaporación, que no vuelven al sistema, no es aceptable”, afirma Baigún.

¿Cuál es el problema?

En estas regiones, la mayoría a más de tres mil metros de altura y algunas en zonas costeras, el litio se acumula en salares y los salares son humedales que están en contacto directo con la fauna y vegetación únicas, que son el sustento de los pueblos originarios que habitan la zona.

Por su inconmensurable valor, muchos de estos humedales se encuentran bajo la protección de uno de los más antiguos acuerdos internacionales sobre medio ambiente: el que se firmó en Ramsar (Irán) en 1971. Al momento de su entrada en vigor, en 1975, contaba con 21 países firmantes; para octubre de 2021 eran 172.

«Entretanto se han perdido humedales en Atacama y las poblaciones y las especies se han visto amenazadas. Las empresas han tenido que empezar a remediar”, informa Baigún. Por ello, a una Unión Europea que necesita de ese litio para alcanzar sus objetivos de descarbonización fijados para el 2050, el especialista de Wetlands International exige apoyo para la restauración. «Aunque, en realidad, esta es indeseable, porque una vez hecho el daño, el humedal y su biota nunca volverán a ser lo que fueron”.

Pérdida de entornos y vidas

Hay que tener en cuenta que las tecnología en uso actualmente secan los humedales, pero también requieren de agua dulce para limpiar el litio obtenido. «Para eso se han modificado algunos cursos de agua, a través de tubos. Se han secado bofedales, praderas nativas de altura, como la Vega Trapiche en Catamarca”, afirma Baigún.

Según la organización FARN (Fundación Ambiente y recursos naturales), las poblaciones locales se encuentran en pie de lucha para que no se seque una segunda fuente de vida en la región, el río Los Patos.

A las Jornadas Europeas de Desarrollo llegó el peligro que pende sobre el «Triángulo del Litio”. «La mirada debe ser más amplia”, afirmó Ernesto Feilbogen, especialista de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) y encargado de la movilidad urbana en el programa Euroclima+ de la Unión Europea.

El poder del comprador

«Se trata de la iluminación de las ciudades, de la movilidad urbana”, afirmó, subrayando que el 80% de la población de América Latina vive en zonas urbanas. Por otro lado, asegurando que existe conciencia del problema en las instituciones de la UE, Feilbogen prevé que el hidrógeno verde va a competir con la electromovilidad y agrega que se piensa ya en acciones coordinadas para salvar entornos naturales como los humedales.

«Sí, hayinvestigaciones de la Universidad de Buenos Aires que ha patentado un método con membranas que sacan el litio y reinyectan el agua al humedal”, comenta a DW el especialista de Wetlands. No obstante, advierte de dejar el método a escala de laboratorio y de no evaluar su efecto a la escala industrial actual.

Teniendo en cuenta que en el sur de América Latina se encuentran dos tercios de la reserva mundial conocida del litio y que la presión de los grandes mercados como el de la Unión Europea es enorme, Baigún aboga por un sistema de veedores, asistencia y control a las empresas que desarrollan esas tecnologías. También un sistema de incentivos para la inversión en investigación aplicada a esos entornos únicos. ¿No es esto más bien tarea de los Estados en donde se extrae esa materia prima? Sí y no, responde Baigún.

«Este necesario boom de extracción de litio, coincide con una crisis y la postpandemia en la región, que ha llevado a la gente a vivir por debajo de la línea de la pobreza. Cuando la gente no tiene posibilidades de llevar el pan a su casa, acepta trabajar en las mineras en cualquier condición. Eso hace que los gobiernos empujen la instalación de estas nuevas industrias, porque así ingresan recursos aunque sean temporales. Son los compradores los que van a tener que exigir saber el verdadero impacto de la extracción del litio en las poblaciones humanas y en esos humedales únicos”, concluye Baigún.

(ers)

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