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En la pandemia de covid-19, el ministro de Salud, Karl Lauterbach, fue uno de los políticos más populares del país. Ahora planea reducir el número de hospitales y digitalizar la burocracia. No todo el mundo está feliz.Escuchar a Karl Lauterbach describirlo hace pensar que estamos ante una revolución. En una conferencia anual de médicos a principios de mayo, el ministro alemán de Salud dijo que los planes de reforma en los que habían estado trabajando por dos años marcaban un «Zeitenwende» (cambio de tiempo) en la atención sanitaria alemana, una alusión a la reforma militar que el canciller Olaf Scholz anunció después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.
Unos 15 proyectos de ley diferentes se encuentran en su «fase crítica», señaló Lauterbach a los profesionales médicos, los cuales son parte de un intento de abordar una serie de problemas que enfrenta el país, entre ellos muy pocos médicos, demasiadas camas de hospital vacías, demasiada presión financiera sobre los centros de salud y bajos estándares de digitalización.
El veredicto sobre sus ambiciones está dividido: las asociaciones de médicos elogiaron las intenciones de Lauterbach, mientras que las aseguradoras de salud advirtieron que podrían conducir a primas más altas. Como explica Dirk Heinrich, otorrinolaringólogo y presidente de la asociación de médicos Virchowbund, las reformas son «luces y sombras».
Eugen Brysch, presidente de la organización de protección de pacientes Deutsche Stiftung Patientenschutz, llegó a una conclusión más dura. «El ministro de Salud tiene muchas ideas, pero es dudoso que sean prácticas», dijo a DW.
Una nueva forma de pagar a los hospitales
Uno de los planes más grandes y polémicos de Lauterbach fue aprobado por el gabinete de Scholz esta semana: una reforma hospitalaria de dos frentes que cambiará la forma en que se financian los hospitales alemanes e impondrá nuevos estándares de atención.
Alemania tiene el mayor número de camas de hospital per cápita de la Unión Europea (7,9 camas por cada 1.000 habitantes / promedio de la UE: 5,3), pero mantenerlas es costoso. Según Lauterbach, esto dejó a muchos centros de salud al borde de la quiebra. El resultado es que muchos pacientes permanecen internados innecesariamente para que los hospitales puedan cobrar dinero extra a las aseguradoras, lo que a su vez eleva los costos de salud y las contribuciones de seguro de todo el país.
La reforma significa que a los hospitales ya no se les pagará por tratamiento. En cambio, obtendrán un ingreso garantizado por ofrecer ciertos servicios. Se espera que esto alivie la presión financiera sobre los hospitales para que realicen tantas operaciones y tratamientos como puedan, incluso si no están bien calificados para realizarlos.
Se supone que la reforma garantizará que los pacientes que necesitan tratamientos complejos sean remitidos antes a los especialistas, lo que según el Ministerio de Salud reducirá los costos sanitarios a largo plazo.
Demasiados hospitales
«La reforma hospitalaria es correcta e importante», afirmó Heinrich. Sin embargo, «reformar los hospitales sin una reforma integral del tratamiento ambulatorio y de la atención de emergencia no hará la diferencia».
Brysch también se mostró escéptico. «En el ámbito de la atención médica ambulatoria, a las personas mayores, con enfermedades crónicas y dependientes de cuidados, les resultará casi imposible encontrar un nuevo médico», sostuvo.
Alemania también lucha contra la falta de consultorios médicos en las zonas rurales, ya que cada vez menos médicos quieren vivir allí. El Ministerio de Salud quiere solucionar este problema ofreciendo dinero extra a las clínicas de las zonas rurales, pero esto «no conducirá por sí solo a que haya más médicos en las zonas rurales», según Brysch.
Una serie de reformas menores
Algunos planes de reforma menores son menos controversiales: Lauterbach quiere que cada paciente tenga un único registro médico digital que muestre los tratamientos y los resultados de las pruebas de todos los médicos que ha visto.
También hay planes para reducir los tiempos de espera en los consultorios, al permitir a los médicos realizar consultas en línea o por teléfono, y prescribir medicamentos durante un año entero a personas con enfermedades crónicas. Hasta ahora, estos pacientes tenían que volver al médico cada tres meses para que les renovaran los récipes.
El nuevo Krankenhaus-Atlas (atlas de hospitales) ya está en línea. Permite a los pacientes comparar hospitales usando una descripción general de las opciones de tratamiento, el número de casos y el número de complicaciones, así como información sobre los niveles de personal del hospital. (rr/dzc)