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El diez del Bayern Múnich es un jugador de clase mundial, pero muy criticado por su inestable rendimiento. La llegada de Thomas Tuchel al banquillo bávaro parece ser el remedio que pondría fin a sus recientes altibajos.En sus últimos dos partidos, el Bayern Múnich atravesó por un cúmulo de emociones: en la fecha 26 de Bundesliga, derrotó 4:2 a su archirrival Borussia Dortmund en el gran clásico del fútbol alemán. Tres días después se despidió de la Copa Alemana tras un dramático penal en contra en el minuto 95 que definió el partido 2:1. Así fueron los primeros dos encuentros dirigidos por su nuevo timonel, Thomas Tuchel.
En esa última edición de «Der Klassiker”, Tuchel no solamente regresó al equipo a la cima de la clasificación en torneo local, también reparó en lanzar elogios a Leroy Sané, quien parece ser el gran triunfador con la llegada del reemplazo de Julian Nagelsmann en la dirección técnica del conjunto bávaro.
Las dos caras de Sané
Leroy es uno de esos jugadores especiales. A veces displicente, a veces con un fútbol soberbio casi mágico, y a veces parece que no es el genio que ha demostrado ser. Ante el Dortmund, no obstante, brilló bajo las órdenes de Tuchel: casi todos los feroces ataques del Bayern pasaron por los pies de Sané. De hecho, participó directamente en el 3:0 y el 4:0 haciendo gala de sus innegables dotes ofensivos.
Y es que el también exjugador del Manchester City no la pasó del todo bien con Nagelsmann. Se le notaba disperso, falto de ritmo y nublado por bajones de juego que, además de ser un imán de críticas, incluso lo han relegado de los últimos llamados de Hansi Flickr, el seleccionador nacional alemán.
Tuchel, por su parte, reconoce que se trata de un jugador excepcional que a su vez requiere un trato especial. A final de cuentas, también es trabajo del entrenador sacar lo mejor de cada jugador según su estilo en concordancia con el esquema de juego definido. En el caso de Tuchel, fue muy evidente: trazos largos y cambios de juego en diagonal de un extremo veloz a otro, lo que obliga al rival a tener que reordenarse permanentemente. Sané y Comán ejecutaron al pie de la letra dicho encargo del entrenador en la reciente victoria sobre Dortmund.
Con actuaciones como la del sábado pasado, se pensaría que los recientes altibajos del camiseta 10 del Bayern podrían ser cosa del pasado con el cambio de entrenador.
El diez del Bayern Múnich: de Robben a Sané
Es bien sabido que el protagonista de esta historia tiene calidad de sobra para volver a la Selección Nacional de Alemania. Sin embargo, no se precipita y se toma con calma esta nueva explosión de rendimiento con su club. El llamado de Flick llegará nuevamente tarde o temprano para uno de los jugadores más desequilibrantes que ha tenido el Bayern Múnich en años recientes. Muchos incluso lo llaman el sucesor del zurdísimo exdiez Arjen Robben, uno de los mejores extremos que ha tenido el club bávaro.
Dicho sea de paso, nadie ha vestido la camiseta 10 del Bayern Múnich por un tiempo más prolongado que el propio Robben: de 2009 a 2019, el neerlandés anotó 144 goles y 101 asistencias en 309 partidos con los bávaros.
La cadencia de ambos en la cancha es muy similar: banda por la derecha, balón bien pegado al pie y enganche hacia el centro con perfil zurdo para encarar o rematar a portería. Así es el diez del Bayern Múnich, número que viste Sané luego de fichar por el Bayern en 2020 por 50 millones de euros procedente del Manchester City. La reciente y súbita destitución de Julian Nagelsmann deja campo abierto a la mejor versión del Sané que todos queremos ver.(ms)