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La victoria de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales en Colombia y los retos del nuevo presidente electo son tema en la prensa germana.El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung compara a Gustavo Petro con otros líderes en América Latina: «La elección de Petro en Colombia y de Boric en Chile no es solo en estos dos países una muestra del fracaso de unas élites que nunca se han renovado. Vivían en una estructura de poder feudal que existía desde la época colonial y que se dio por sentada durante demasiado tiempo. En toda América Latina, estas personas se sentaron en las palancas del poder durante generaciones, dotadas del privilegio de la intocabilidad. Se alejaron cada vez más de la realidad de la vida de gran parte de la población y reconocieron los signos de los tiempos demasiado tarde.
Sin embargo, los nuevos populistas, no solo los de izquierda, tienden a desacreditar y socavar las instituciones del Estado como instrumentos de la vieja élite en nombre del pueblo. Intentan hacer suyo el Estado y aferrarse al poder indefinidamente. Ejemplos como el de Venezuela demuestran cómo pueden surgir nuevas élites, igualmente corruptas, de supuestos ‘gobiernos populares’ y pasar por encima de todo, incluido el pueblo y la democracia.»
«Terco, con talento político»
El diario alemán Handelsblatt se muestra bastante más optimista: «Si se quiere comparar a Gustavo Petros con los actuales presidentes de izquierda de la región, vienen a la mente Andrés Manuel López Obrador en México o Gabriel Boric en Chile. En cuanto al contenido, se parece más al nuevo y joven jefe de Estado chileno con su programa progresista, especialmente en cuestiones climáticas. En su naturaleza autoritaria, se asemeja al presidente mexicano.
Petro es un brillante orador y, especialmente con su designada vicepresidenta negra Francia Márquez, ha tenido éxito con los colombianos que llevaron su frustración violentamente a las calles en 2021. Todos ellos no conocen otro gobierno que el de extrema derecha o el de centro-derecha y todos desean desesperadamente un cambio de ideologías e ideas.
Petro quiere hacer de Colombia un país pionero en la lucha contra el cambio climático. Quiere implantar energías limpias y la protección de la región amazónica, cuyo diez por ciento está en territorio colombiano. Con Petro, Colombia podría partir hacia el futuro.»
La demanda de cambio es inequívoca
El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung pregunta por los costos del cambio prometido: «La desigualdad en Colombia es muy alta incluso para los estándares latinoamericanos. Sobre todo en el campo, una parte de la élite económica lucha contra los campesinos y los trabajadores, incluso por la fuerza de las armas, si lo considera necesario para defender su poder. Además, muchos ricos apenas pagan impuestos, mientras que la clase media y los pobres tienen que pagar una gran parte del presupuesto del Estado a través del impuesto sobre el valor añadido. El grave malestar social de 2019 y 2021 ha demostrado que la población está cada vez menos dispuesta a aceptarlo.
Sin embargo, cabe preguntarse si Gustavo Petro es el hombre adecuado para lograr el cambio en Colombia. Su programa económico, en particular, siembra dudas. Si bien la renuncia a nuevas concesiones para la explotación de carbón y petróleo anunciada por el es novedosa y gratificante desde el punto de vista de la política climática en la región, se plantea la cuestión de cómo piensa sustituir esos ingresos. El crecimiento económico es una condición necesaria para una mejora real de la situación de la población en general. Las exportaciones de combustibles fósiles y otras materias primas representan aproximadamente la mitad de las exportaciones de Colombia.»
(ers)
