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Margaret Atwood y su editorial protestan contra la prohibición y destrucción de libros con una acción sin precedentes: se subasta un ejemplar incombustible de la novela «El cuento de la criada».Margaret Atwood sujeta un lanzallamas en sus manos. Apunta a un libro: es el suyo. La llama sale disparada del tubo, el libro permanece ileso. En este video, la editorial Random House promociona la edición ignífuga de uno de sus libros más famosos. «A Handmaid’s Tale», en la versión española «El cuento de la criada», es una distopía en la tradición de «Un mundo feliz», de Aldous Huxley. Atwood lo escribió en 1985 y creó un mundo en el que los fanáticos religiosos toman el control en Estados Unidos en un golpe de Estado y establecen un nuevo estado fundamentalista llamado Gilead, en el que las mujeres ya no tienen ningún derecho. En 2017, la historia se emitió como serie en televisión, con Elisabeth Moss en el papel principal, y ganó varios premios.
Verdades incómodas
El libro tiene un final abierto, pero la novela ha impactado a mucha gente. Incluso a los que hubieran preferido que ese libro no se hubiera escrito nunca. Porque la novela pone un espejo a los fanáticos religiosos y muestra lo retrógradas y absurdas que son las opiniones que algunos difunden encontrando una gran audiencia. Un libro como éste provoca a esas personas.
Según la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos, «El cuento de la criada» es uno de los libros más prohibidos en las escuelas de EE. UU., entre otras cosas por su contenido «vulgar» y «sexualmente exagerado» y por «insultar al cristianismo». Margaret Atwood rechaza repetidamente tales acusaciones. En una carta abierta de 2006 a un distrito escolar que quería prohibir el libro, escribió: «En ninguna parte del libro se identifica el régimen como cristiano. En cuanto al tema del sexo, en ‘El cuento de la criada’ se habla mucho menos de sexo que en gran parte de la Biblia.»
Un fenómeno centenario
La censura y la destrucción de libros y escritos inconvenientes están estrechamente ligadas a la historia de la humanidad. Lo que se escribe es más duradero que lo que se cuenta y por eso, durante siglos y hasta el día de hoy, la gente vio en el material escrito no solo el conocimiento, sino también una posible amenaza.
Las quemas de libros son demostraciones muy eficaces para lindicar a los ciudadanos cómo tratar a los disidentes. Las quemas de libros de los nacionalsocialistas tras la toma del poder por parte de Hitler lo demostraron con especial claridad.
Los libros siguen en llamas hasta el día de hoy
En Estados Unidos, los discos de los Beatles fueron quemados en 1966; en China, luego de que el partido comunista tomara el poder, libros anticomunistas y disidentes terminaron en la hoguera. En Chile, bajo el régimen de Pinochet, se quemaron libros, en países musulmanes se destruyeron «Los versos satánicos» de Salman Rushdie por «blasfemia». Las novelas de «Harry Potter» fueron el objetivo de fanáticos cristianos en varios estados de EE. UU. a principios de la década de 2000 y se encendieron por conducir a la «brujería” y el «satanismo”.
Por la autodeterminación femenina
La escritora Margaret Atwood desconoce si su libro «El cuento de la criada» ha sido quemado públicamente alguna vez, según ha declarado en una entrevista con la emisora de radio estadounidense NPR. Sin embargo, ella y la editorial quieren dar ejemplo con su libro incombustible en la lucha contra las prohibiciones de libros y la censura. La novela ha vendido millones de ejemplares, y su impacto se ha visto amplificado por la serie de televisión: las activistas por los derechos de las mujeres de todo el mundo se enfundan en las túnicas rojas con los enormes gorros blancos en las manifestaciones por su derecho al aborto y a la autodeterminación.
La edición incombustible de «El cuento de la criada» se subastará en Sotheby’s, en Nueva York, y la suma recaudada, que se espera que supere los 100.000 dólares estadounidenses, se destinará a la asociación de escritores PEN America por su labor de promoción de la libertad de expresión.
(gg/ers)