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Suecia y Finlandia flirtean con la idea de ingresar a la OTAN

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La invasión rusa a Ucrania cambió la perspectiva de algunos Estados respecto a su neutralidad. Dos de ellos ya han expresado, pese a las protestas de Moscú, su intención de sumarse a las filas de la alianza militar.La actual frontera terrestre de la OTAN con Rusia, un vecino considerado hostil, pasaría de 1.300 a 2.600 kilómetros si Finlandia decide ingresar a la alianza militar. Si bien esto significaría ampliar el flanco oriental a defender, el Ejército finlandés es uno bien armado y bien entrenado que sería todo un aporte para la alianza. “Finlandia todavía tiene servicio militar obligatorio y podría movilizar unas fuerzas armadas conformadas por 280 mil soldados. Es un ejército bastante grande en el contexto europeo”, dice a DW Jacob Westberg, profesor en la Universidad Sueca de Defensa, en Estocolmo.

Si Suecia, que no tiene frontera directa con Rusia, también decidiera sumarse a la OTAN, las operaciones en el mar Báltico serían más sencillas. Todos los países con costa allí, salvo Rusia, pertenecerían al grupo. Suecia incorporaría a la OTAN la isla de Gotland, desde la que sería posible defender gran parte del mar Báltico y también Letonia, Lituania y Estonia. “Sería difícil para Rusia operar allí. Suecia tiene ya cinco submarinos muy modernos, que se complementarían con las flotas de Polonia y Alemania”, afirma Westberg.

La Fuerza Aérea sueca cuenta con 100 modernos aviones de combate. Sin embargo, su Ejército, como ha ocurrido con muchos otros países de la OTAN, se ha reducido considerablemente en las últimas décadas. Westberg estima que tomará unos diez años cambiar esta situación.

Afiliación sin problemas organizativos

Desde un punto de vista militar, Finlandia y Suecia están listas para unirse más o menos de inmediato, según la sede de la OTAN en Bruselas. Sus fuerzas cooperan desde hace años con las tropas de la alianza y soldados finlandeses y suecos formaron parte de la operación en Afganistán liderada por la OTAN. Además, desde 2015 ambos países trabajan estrechamente con Estados Unidos en capacitación y equipamiento.

Hace siete años, Finlandia y Suecia acordaron una planificación de defensa conjunta con la OTAN. Además, crearon un grupo de trabajo naval compartido. “Sin embargo, no había ninguna obligación de asistencia mutua” en caso de conflicto, explica Westberg, algo que cambiaría si ingresan a la OTAN. En ese caso, ambos estados probablemente se integrarían a los grupos de combate para la defensa de los estados bálticos. No está claro, sin embargo, si las tropas de la OTAN podrían ser estacionadas en Suecia y Finlandia.

Mayoría de los finlandeses quiere ingresar

La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, lleva semanas dejando en claro que su camino dirige hacia la OTAN. El parlamento finlandés está a punto de discutir un nuevo plan de defensa tras el ataque de Rusia a Ucrania, que debe estar listo a finales de julio. El ex primer ministro finlandés Alexander Stubb piensa que la suerte ya está echada. Después de todo, el 62 por ciento de los finlandeses está a favor de renunciar a su actual estatus de “neutralidad activa” a favor de un compromiso con la alianza militar occidental.

“Nuestros ciudadanos se guían por lo que, creo, es un temor correcto. Si Putin puede masacrar a sus hermanas y hermanos en Ucrania, ¿por qué no iba a hacer lo mismo con los finlandeses?”, dice Stubb a DW. El sentimiento imperante es que no desean estar solos de nuevo, remarca Stubb, en referencia a la Guerra de Invierno contra la Unión Soviética en 1939 y 1940, en la que Finlandia no fue doblegada, pero perdió cerca del 9 por ciento de su territorio.

Suecia evalúa los escenarios

La actitud sueca es algo menos entusiasta. La jefa de gobierno, Magdalena Andersson, dijo tras una reunión con su colega finlandesa que la nueva situación de seguridad será examinada de forma exhaustiva y rápida. “En Suecia estimamos que tenemos paz desde hace 200 años, desde Napoleón, porque siempre hemos rechazado las alianzas militares”, explica el analista en defensa Jacob Westberg. Esta autoimagen de la neutralidad efectiva está en duda, dice Westberg. “Ahora tenemos que evaluar nuestra situación de seguridad de una manera completamente distinta”, estima. La invasión de Ucrania fue un punto de inflexión.

De postular a la OTAN, el gobierno socialdemócrata habría dado un giro en su plan original de mantener la neutralidad. Pero en otoño habrá elecciones, y la presión puede aumentar. Por lo pronto, no se sabe cuándo podría adoptarse una decisión sobre el tema.

La OTAN estaría de acuerdo

En la última cumbre especial de la OTAN en Bruselas, las jefas de gobierno de Suecia y Finlandia ya supieron, por medio del secretario general, Jens Stoltenberg, de la postura de la alianza sobre una eventual solicitud de ingreso. Stoltenberg no ocultó el hecho de que la OTAN apoyaría una adhesión de ambos países.

Como democracias occidentales y socios de larga data de la OTAN, no necesitarán un largo proceso de adhesión, que normalmente puede tomar varios años entre la invitación y la membresía efectiva. Los ahora 30 países miembros del grupo deberían aprobar por unanimidad el ingreso de suecos y finlandeses. Hasta el momento, ningún gobierno se ha mostrado públicamente en contra. Ya para la cumbre regular de la OTAN, que tendrá lugar a fines de junio de 2022 en Madrid, podría ser presentada la invitación para iniciar las conversaciones de adhesión.

Como era de esperarse, las autoridades rusas han criticado una posible expansión de la OTAN. “Hemos dicho en reiteradas ocasiones que la alianza sigue siendo un instrumento de confrontación y que su mayor expansión no traerá estabilidad al continente europeo”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. Con Finlandia, la OTAN quedaría a solo 200 kilómetros de San Petersburgo. (dzc/ms)

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