Cómo usar el retinol para las arrugas.

El retinol no es más que la vitamina A en forma de componente cosmético, el cual se ha utilizado para elaborar muchísimas cremas y lociones destinadas a frenar el envejecimiento de la piel y reducir la visibilidad tanto de las arrugas finas como de las más profundas y marcadas. Se ha comprobado clínicamente que tiene una capacidad increíble en mejorar el aspecto de la piel, favoreciendo su tersura, juventud, suavidad y tonalidad natural a grandes niveles.

No obstante, para no causar daños en la piel, es fundamental saber primero de qué forma debe aplicarse y utilizarse en el cutis, ya que de lo contrario es posible que esta se irrite y los resultados no sean los esperados. En este artículo explicamos con detalle cómo usar el retinol para las arrugas y cómo aprovechar todas sus propiedades para lucir una piel más joven, bella y luminosa.

Antes de empezar a usar retinol en la piel para combatir las arrugas, es muy importante tener en cuenta algunas recomendaciones indicadas por los dermatólogos y expertos:

-No es aconsejable usar el retinol sin antes saber cuál es la dosis recomendada o con qué productos no conviene mezclarlo.

-Como medida de seguridad, es importante utilizarlo de forma progresiva, es decir, optar por concentraciones bajas en un inicio y luego ir aumentando poco a poco una vez la piel se haya acostumbrado y no presente daños.

-Son preferibles las fórmulas que combinan el retinol con componentes humectantes, ya que de esta forma la piel no se deshidrata y se favorece la retención de la humedad en la misma.

-Se debe aplicar poca cantidad de producto sobre la piel, procurando no sobrepasar el tamaño de un guisante.

-La frecuencia también es importante a la hora de usar el retinol para las arrugas, lo mejor es aplicarlos unos 2 días por semana de manera espaciada, por ejemplo, el lunes y el viernes.

Beneficios de su uso:

• Su peso molecular es muy ligero, lo cual le permite penetrar en la piel llegando hasta las capas más profundas de la misma.
• Estimula la producción de colágeno y elastina, las cuales son las proteínas esenciales que permiten que la piel se mantenga joven, flexible y elástica.
• Favorece el proceso de renovación de las células, ayudando así a eliminar todas las células muertas y contribuyendo a la aparición de capas de piel nuevas, más sanas y con muchísima más luminosidad.
• Tiene la capacidad de regular el proceso de queratinización, lo cual ayuda a mantener la piel suave.
• Aumenta la hidratación de la piel.
• Contribuye a que los poros se cierren y regula la producción de sebo, lo cual es ideal para las pieles grasas.
• Tiene propiedades antioxidantes muy potentes, por lo que combate eficazmente los radicales libres y, por consiguiente, previene el estrés oxidativo, combate el foto-envejecimiento, así como las líneas de expresión y las arrugas más profundas.
• Es excelente como tratamiento antiacné, ya que reduce todas las imperfecciones, alisa la pie, previene la aparición de nuevos granos y reduce la visibilidad de las marcas de acné en la tez.