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El music branding es una técnica al alza que gana fuerza y adeptos día a día gracias a una serie de mutaciones del mercado, las cuales han propiciado su aparición y consolidación. Estas transformaciones vienen en forma de cambios de actitud y de consumo del mercado en la forma de consumir música y publicidad.
La música como herramienta de marketing
La publicidad y la comunicación son un reflejo de la propia sociedad, como afirman algunos teóricos, ya que si ésta cambia, las dos disciplinas tienen que adaptarse para seguir consiguiendo llegar a las personas de forma efectiva. Y esto es lo que le ha pasado tanto a la industria musical como a las marcas: la sociedad ha cambiado sus formas de consumir y sus valores: ahora se mueven en medios digitales y líquidos, y exigen elementos como la inmediatez, la gratuidad, el entretenimiento y la publicidad no intrusiva. Así que esto es lo que han hecho las marcas, aprovechar la reestructuración de la industria musical para hacer uso de la música como vínculo emocional con el que llegar a sus públicos.
La música resulta una herramienta de marketing ya que sus consumidores se segmentan según estilos musicales y valores adyacentes a la música, proporcionando a las marcas un excelente filtro para llegar a ellos. Las redes sociales también representan una excelente herramienta de marketing, puesto que dejan constancia de los gustos e intereses de los usuarios, que además se agrupan, por voluntad propia, en comunidades virtuales basadas en valores comunes.
Marcas, industria musical y marketing de experiencias
La experiencia del directo es un reclamo para el público, ya que es, en sí misma, un contenido de entretenimiento. Las marcas y la industria musical han encontrado una armonía en que ambas salen ganando: la primera, consiguiendo llegar a sus públicos de una manera más efectiva y de forma no intrusiva, adaptándose a las nuevas exigencias y formas de consumo del mercado; y la segunda, encontrando nuevas formas de sustento económico y vías de adaptación a las cambiantes necesidades de la sociedad.
Esta es una de las principales razones por la cual las marcas apuestan por patrocinio cultural y también una de las explicaciones que responde al gran aumento de patrocinios culturales por parte de las marcas, así como el aumento progresivo y continuo de festivales y eventos musicales.
El consumidor final de las experiencias o el usuario/fan de los contenidos digitales sale ganando en ambas situaciones, ya que, por una parte, puede elegir entre una gran variedad de contenidos de entretenimiento que se adaptan a sus intereses y gustos y, por otra parte, siente cómo las marcas perfilan sus identidades y contenidos para encajar a la perfección con sus hábitos de consumo y con las necesidades de su día a día.
El actual mapa formado por los agentes de la industria musical, el sector de la comunicación y esta nueva generación de consumidores que adoptan el rol de presumidores, es relativamente reciente y aún tiene mucho por demostrar. Esta investigación solo explora una pequeña parte de la situación, por lo que puede ser objeto de estudio para futuros estudios y de cara a dar respuesta a nuevos interrogantes.