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La psicología del color juega un papel importante a la hora de vender ya que es la construcción de una imagen de marca. Las personas somos visuales por naturaleza, y si nos intentan vender elegancia y distinción con colores como el rosa o el amarillo, pocos picaremos el anzuelo.
Por ejemplo, el rojo es el color del poder. Atrae y mantiene la atención de la gente. Además, es el color de la sensualidad y el sexo, de la sangre y del peligro. Es el color más utilizado en marketing pero del que no se debe abusar.
En cambio, el azul es un color que transmite sensaciones relajantes de calma y confianza. Es el color del cielo y del agua. Los humanos distinguimos más tonos de azul que de ningún otro color, así que depende de la tonalidad que se use, los resultados serán muy diferentes. Los tonos más oscuros representan elegancia, éxito y autoridad; los más claros, juventud y frescor.
El verde representa la naturaleza, por eso se usa para transmitir valores ecologistas. El verde también es el color de la buena salud y de las buenas intenciones. Es muy versátil, siempre resulta agradable y transmite buen rollo. Si uno no sabe bien qué color elegir, es difícil equivocarse con el verde.
El amarillo es un color arriesgado. Por un lado es muy brillante y llamativo y es el color de la alegría, la luz, la curiosidad y la felicidad. Por otro lado, también puede ser asociado con la cobardía, la mala suerte y la desconfianza. Suele funcionar mejor como color complementario, pero si se usa el amarillo como color corporativo y se sabe hacer bien, la marca seguro que destacará entre la multitud.
Y así como estos colores, toda la paleta de color tiene una intención a la hora de vender debido a que los colores transmiten sensaciones, por eso las empresas deben asegurarse que su imagen corporativa y logotipo estén en sincronía con sus valores, de esta forma aseguran que la retención de consumo permanezca en el tiempo.
En cuando a las marcas personales cada negocio tiene objetivos y valores que los respaldan. Hay cientos de formas de comunicarse con el cliente y, bien gestionadas, casi todas pueden llegar a ser efectivas.
En cuestión de imagen no hay una formula mágica que sirva para todos los autónomos, sin embargo, sí hay formas de gestionar lo que expresa un negocio y de utilizarlo a su favor.
Todo está hecho pero no está hecho por ti, es por eso que si hoy tienes pensado vender utiliza todas las herramientas necesarias para que esa venta se efectiva.
