Copyright 2020-2021 Veneportal.com
El proceso ayuda a desarrollar habilidades para crear el estilo de vida que queremos, una nueva o mejor identidad. Trabaja sobre objetivos concretos y propósitos para lograr la autorrealización.
En los últimos años se comenzó a hablar de Coaching en los ámbitos más diversos. Lo que empezó como una práctica de cambio cultural en las Organizaciones y en ciertos espacios de elite, se extendió a los procesos individuales de las personas. La oferta de coachs es cada vez más grande, para los que quieren modificar algo en sus vidas y para los que ven la posibilidad de darle una nueva forma a su profesión.
Como todo fenómeno de rápido crecimiento, la palabra coach se convirtió en un concepto similar a la sal y a la pimienta: “ Ponele coach a todo”.
Por eso es importante profundizar en esta noción, para saber qué puede hacer un coach y qué no, para qué puede servirnos hacer este camino, y especialmente cómo poder diferenciar una persona capacitada de ortra inescrupulosa. Hay que determinar si este proceso de aprendizaje que decidimos hacer estará acompañado por alguien que puede ser catalizador de una buena experiencia o si entregamos nuestra necesidad de cambio, nuestro tiempo y nuestro dinero a una persona que está usurpando un concepto de moda, sin trabajo personal, capacitación adecuada, compromiso y herramientas probadas.
¿Qué no es el coaching?
Para limpiar el imaginario que la palabra coach nos propicia, Martín Daulerio, un especializado coach ontológico con mas de una década de formación, entrenamiento y profesión, comenta con criterios para una mejor toma definición sobre el tema.
“El proceso de coaching no suplanta la terapia. De hecho, es uno de sus mejores aliados pero trabaja con aspectos diferentes de las personas. Aunque se relacionan y se apoyan tienen objetivos diferentes. Aquellos que poseen experiencia y lo ofrecen en cursos y otras capacitaciones, son mentores. Un profesional que da consejos, es un consultor. Un especialista que ayuda en el proceso de curación de algún desorden o conflicto, es un terapeuta” afirma.
¿Qué no hace un coach?
- No da consejos
- No te dice qué hacer
- No te impone el tema. La agenda siempre la lleva el cliente.
- No define la profundidad con la que se va a trabajar. Este aspecto también es decidido por quien es coacheado.
- No ofrece su punto de vista y si esta intervención se vuelve necesaria, pide permiso, antes de hacerlo.
- No juzga.
- No lidera la sesión. Esto es potestad del cliente.
- No genera dependencia. No hay procesos que duren 3 años
- No es efectivo si no genera confianza. Es necesario que haya una puerta para cierta intimidad.
- Y principalmente no motiva. El coach no es un motivador.
“La motivación es el resultado de un proceso y un buen coach no necesita motivar. En cambio, genera los procesos necesarios para que el cliente pueda auto motivarse a sí mismo. Si esto no ocurre se genera dependencia”, dice Martín Daulerio certificado como Professional Coach por la International Coach Federation .
El proceso de coaching ayuda a desarrollar habilidades para crear el estilo de vida que queremos, una nueva o mejor identidad. Trabaja sobre objetivos concretos y propósitos para lograr la autorrealización.
“Hay muchas personas que están entre los 40 y 50 años, con trabajos exitosos, familias en las que los vínculos fluyen bien y tienen un porvenir tranquilo, pero inician sus procesos porque no encuentran sentido o propósito a su vida. Se trabaja entonces con la búsqueda de nuevas respuestas a ¿quién soy yo hoy?, ¿cuáles son mis talentos y virtudes?, ¿al servicio de quién la pongo o las quisiera poner?, ¿qué se requiere que yo entrene para lograr algo que necesito? El coaching se relaciona con el fenómeno humano. Hay otros que buscan nuevas herramientas, pero el foco nunca son las herramientas sino el vínculo que tenemos con ellas. Se aprenden las habilidades para usarlas”, nos cuenta Martín Daulerio que además es Coordinador de comunicaciones del Capítulo Argentino del ICF.
El coaching está considerado como una de las profesiones del futuro porque en gran medida permite adaptarte de forma efectiva a los cambios. Se aprende a ver posibilidades, a salir de los pensamientos limitantes, de queja y a poder generar conversaciones poderosas.
¿Cómo se da la transformación?
La transformación se da a nivel cognitivo, emocional, en el lenguaje que usamos para hablar con los otros y con nosotros mismos y a nivel corporal. Los hábitos emocionales esculpen nuestro cuerpo y nos impactan en nuestra biología. A partir de como uno se siente, puede estar predispuesto o no a tomar cierto tipo de acción.
Una sesión de coaching no es un vínculo tradicional dónde alguien enseña y otro aprende. Es un proceso de cooperación. Aprender, en este paradigma es poder transformar conocimiento en acción efectiva.
Una sesión pude durar de 30 minutos a una hora y media pero cuánto mas eficiente es el uso del tiempo, el proceso se realiza mejor. Los intercambios pueden ser de forma semanal o cada 15 días porque el foco está puesto en lo que sucede en el período de tiempo entre un encuentro y otro. Como el cliente se lleva un plan de acción en cada sesión, es fundamental su compromiso para llevarlo a cabo.
Además de estos planes de acción, se proponen actividades de autorreflexión y autobservación. Hay muchos y muy diferentes tipos de coaching: el organizacional, el sistémico, el ontológico, el corporal y el Life Coaching. En el ICF, se entregan certificados a los coachs en base a sus aprendizajes y horas de trabajo con clientes con resultados supervisados. Es, de cierta forma, una analogía a las horas de vuelo de los pilotos. Estas certificaciones se revalidan cada 3 años.
Además de conocer quién ha validado a un profesional, para elegir cómo, dónde y con quién iniciar este camino es importante observarlo en dos sentidos. La relación que el coach tiene consigo mismo y la que genera con el otro.
Como en toda disciplina de transformación, los profesionales que nos ofrecen su saber y su experiencia deben tener hecho un trabajo personal. Si bien existen códigos de ética, procedimientos, categorías y asociaciones que regulan, ningún coach puede ayudarnos a modificar algo que no haya experimentado en sí mismo. Aquí, las habilidades personales naturales y las que se han desarrollado juegan un rol fundamental.
Y más allá de toda la información aquí ofrecida, muchas veces, saber si este es un camino posible para nosotros, llega como un “sí” interno que trasciende toda razón. Necesitamos recuperar esa voz interna que muchos hemos perdido.