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Cada día son más las mujeres que postergan ser madres por diversas razones. Demoran esta decisión esperando una buena preparación mental, situación económica, bienestar social sin percatarse que el cuerpo a medida que pasan los años va perdiendo la preparación y se agotan las opciones de genes para tener hijos.
Es por esta razón que hoy en día hay diversas modalidades que permiten asegurar una maternidad joven sin necesidad de quedar embarazada a temprana edad. La congelación de óvulos, también llamada crio preservación o vitrificación de ovocitos maduros es una alternativa para conservar el potencial reproductivo de las mujeres para el futuro, especialmente para aquellas que desean demorar el momento de ser madres hasta alcanzar la estabilidad necesaria pero con las mismas posibilidades de embarazo que en el momento en que se congelan.
Es importante acotar que no todas las mujeres son candidatas para hacerse este tipo de tratamiento ya que como todo procedimiento clínico debe contar con diferentes aspectos a considerar. Por ejemplo uno de los factores que se analizan son: la edad y antecedentes familiares que puedan afectar a la reserva del óvulo.
¿Cuándo considerar congelar los óvulos?
- Tienes un trastorno o estás en una circunstancia que pueda afectar tu fertilidad.
- Necesitas hacer tratamiento para cáncer u otra enfermedad que pueda afectar tu capacidad de quedar embarazada.
- Te estás sometiendo a una fertilización in vitro.
- Deseas preservar óvulos más jóvenes ahora para usar en el futuro.
De esta manera se pueden utilizar los óvulos congelados para intentar concebir un hijo biológico con semen de una pareja o de un donante de semen. Los óvulos que se extraen de los ovarios se congelan sin fecundar y se conservan para su uso en el futuro. Es muy importante tomar en cuenta, en estos casos, la asesoría de un especialista en el tema ya que el médico puede ayudarte a comprender cómo funciona la congelación de óvulos, los posibles riesgos y si este método de preservación de la fertilidad es adecuado para ti, según tus necesidades personales y tus antecedentes reproductivos.
¿Cuáles son los riesgos?
- Trastornos relacionados con el uso de medicamentos para la fertilidad.
- Complicaciones en el procedimiento de recolección de óvulos.
- Riesgos emocionales.
Lo bueno de este tipo de tratamientos es que no son tan invasivos y te permiten retomar tu rutina diaria rápido y el tiempo establecido para volver a tus actividades cotidianas es dentro de una semana después de la extracción del óvulo, de esta forma, los especialistas recomiendan no tener relaciones sexuales sin protección para evitar un embarazo no deseado.
Algunos de los efectos secundarios que pueden surgir luego de la congelación de óvulos son:
- Fiebre de más de 101,5 °F (38,6 °C)
- Dolor abdominal intenso
- Aumento de peso de más de 2 libras (900 g) en 24 horas
- Sangrado vaginal abundante — más de dos compresas mojadas por hora
- Dificultad para orinar
De presentarse alguno de estos síntomas lo más recomendable es acudir con el especialista que está viendo tu caso y seguir todas las instrucciones que este te indique.
Por: María Jesús Hernández
