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Surgen momentos de esperanza para Gaza tras la posible entrada en vigor de un acuerdo de alto el fuego. La UE está lista para ayudar, pero el futuro pinta incierto.Empieza a vislumbrarse una salida al conflicto, quince meses después de que un ataque terrorista dirigido por Hamás en el sur de Israel desencadenara un bombardeo israelí sin precedentes y una campaña terrestre que ha asolado Gaza.
El costo humano ha sido devastador. Según las autoridades locales, casi 45.000 palestinos han muerto. Además, ha habido más de 1.000 víctimas mortales israelíes.
La UE ha observado desde la barrera cómo Estados Unidos, Egipto y Qatar mediaban en un acuerdo de alto el fuego en tres fases entre Israel y Hamás. El acuerdo debe entrar en vigor el domingo (19.1.2025), con la liberación de 33 rehenes israelíes en Gaza a cambio de prisioneros palestinos retenidos en Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, puso en duda la finalización del acuerdo en el último minuto. El mundo contuvo la respiración.
Los 27 países de la UE, aquejada de divisiones internas y con escaso peso diplomático, pueden desempeñar ahora un papel importante. En Bruselas, la Comisión Europea elogió a los países mediadores y celebró el acuerdo: «La UE está dispuesta a apoyar la aplicación del alto el fuego», declaró el vocero de Exteriores de la UE, Anouar El-Anouni, en conferencia de prensa.
El Ejecutivo comunitario anunció que su paquete de ayuda humanitaria para Gaza en 2025 ascenderá a 120 millones de euros y abarcará alimentos, agua, refugio y atención sanitaria. «Sabemos que la situación allí es catastrófica», dijo la portavoz, Eva Hrncirova.
Cerca del 90 por ciento de los 2,3 millones de habitantes de Gaza antes de la guerra se han visto desplazados por los continuos ataques israelíes. Muchas personas se han visto obligadas a vivir en tiendas de campaña después de que sus hogares quedaran reducidos a escombros. A finales del año pasado, la ONU declaró que más de 1,8 millones de personas padecían hambre extrema.
Por el momento, Israel sigue restringiendo fuertemente las entregas de ayuda. En la primera fase del acuerdo de alto el fuego, debería permitirse el paso de mucha más ayuda. Esa primera etapa también supondría el inicio de la retirada de las tropas israelíes.
La UE podría ayudar a vigilar el paso fronterizo de Rafah
Además de la ayuda humanitaria inmediata, la UE está dispuesta a contribuir a la reconstrucción de Gaza a largo plazo. Llegado el momento, la UE se plantea colaborar con socios internacionales, en particular los países del Golfo. «Ahora tenemos que ver qué nos depara el futuro», dijo El-Anouni, el portavoz de Exteriores del bloque.
La UE ya está estudiando la posibilidad de reactivar su misión de vigilancia en el paso fronterizo de Rafah, actualmente cerrado, en la frontera entre Egipto y Gaza. «Es algo que sigue dependiendo del pleno consentimiento de ambas partes y de una decisión de los Estados miembros de la UE», subrayó.
El futuro político de Gaza no está claro
Hugh Lovatt, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés), explica a DW que, antes de que pueda iniciarse una reconstrucción seria, debe elaborarse un plan viable para la gobernanza política y de seguridad de Gaza.
«Por sí solo, el acuerdo de alto el fuego, aunque es un primer paso importante, no es suficiente, y se derrumbará fácilmente a menos que exista esta vía política más amplia que lo respalde», subraya.
El objetivo de Israel era acabar con Hamás, que controla Gaza desde 2007, cuando ganó las elecciones y desbancó a su rival político Al Fatah, el partido político al frente de la Autoridad Palestina (AP), entonces en el poder. Desde entonces, el territorio está bajo bloqueo israelí. Israel también ocupó Gaza de 1967 a 2005.
La Autoridad Palestina, que ejerce un control parcial sobre Cisjordania, es el interlocutor palestino elegido por los socios occidentales de Israel, a pesar de que existe preocupación por sus credenciales democráticas.
El éxito de cualquier plan de estabilización para Gaza, según el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dependerá del regreso de una Autoridad Palestina revitalizada. Según Lovatt, la UE puede utilizar su influencia como principal respaldo financiero de la Autoridad para dar forma a las negociaciones en el futuro.
¿Y Trump?
Otra cuestión crucial es hasta qué punto la UE podrá influir en la evolución de los acontecimientos tras el alto el fuego, si es que se mantiene. Netanyahu está en deuda con los partidarios de la línea dura de extrema derecha de su Gobierno y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a punto de volver a la Casa Blanca.
Trump es un estrecho defensor de Israel, y figuras de su próxima administración han expresado su apoyo a las posturas nacionalistas más extremas del actual Gobierno israelí, por ejemplo, a favor de construir más asentamientos, considerados ilegales por la UE y la ONU. «Está por ver si el nuevo presidente escucha o no estas voces, y si hay espacio para que la UE actúe», observa Lovatt.
«Los Gobiernos europeos que trabajan en asociación con los países árabes, especialmente con los países árabes del Golfo, deben comprometerse positivamente con la administración Trump», dice Lovatt. «El reto para la UE es traducir sus eslóganes en acciones».
(ms/ers)
