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Georgia: aumenta la violencia en medio de elecciones presidenciales

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Los georgianos eligieron nuevo presidente este sábado. El proceso se ha visto ensombrecido por grandes protestas contra el partido prorruso Sueño Georgiano.No son unas elecciones cualquiera. El ambiente en Georgia es tenso. Desde hace más de dos semanas hay protestas masivas en todo el país y las autoridades han respondido con la fuerza de la represión.

Las protestas se producen en medio del creciente enfrentamiento entre la oposición política y el partido gobernante, Sueño Georgiano. Comenzó con las elecciones parlamentarias de octubre, y se intensificó con el reciente anuncio del gobierno de suspención del proceso de adhesión de Georgia a la Unión Europea.

Jefe de Estado con poderes limitados

La crisis se ha visto exacerbada por las enmiendas introducidas en la Constitución en 2017, que permitieron al partido Sueño Georgiano utilizar su mayoría parlamentaria para aprobar ciertas reformas. Entre ellas, los cambios introducidos en el procedimiento de elección del presidente, que han convertido al país en una república parlamentaria en la que el Jefe de Estado tiene poderes limitados.

Las elecciones presidenciales de 2018 fueron las últimas en las que el presidente fue elegido directamente por el pueblo. Salomé Zourabichvili, cuya candidatura fue apoyada en su momento por el partido gobernante, ganó esa votación. Sin embargo, desde entonces la relación entre esta presidenta proeuropea y el prorruso Sueño Georgiano se ha agriado.

En virtud de las reformas, el jefe de Estado, un cargo en gran medida ceremonial, será elegido a partir de ahora por un colegio electoral de 300 personas, compuesto por 150 representantes del Parlamento recién elegido y 150 delegados regionales. Dado que el partido Sueño Georgiano tiene tanto mayoría parlamentaria como una influencia considerable en las regiones del país, los candidatos de la oposición no tienen ninguna posibilidad de victoria.

Boicot de las elecciones

La oposición boicotea tanto el Parlamento recién elegido como las elecciones presidenciales, por lo que Sueño Georgiano es el único partido que ha presentado un candidato. Según los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias de octubre, el partido gobernante obtuvo 89 de los 150 escaños. Sin embargo, esas elecciones se vieron empañadas por numerosas irregularidades, lo que llevó a la Unión Europea a pedir que se repitieran. La oposición ha alegado fraude electoral a gran escala y se ha negado a ocupar sus escaños en el Parlamento.

La presidenta Zourabichvili también rechazó los resultados electorales y afirmó que ella es ahora la única institución estatal legítima de Georgia. También ha dicho que no dimitirá hasta que se celebren nuevas elecciones parlamentarias.

La experta en política georgiana Gela Vasadze afirmó que las elecciones presidenciales de este sábado no deberían reconocerse. «¿Cómo pueden celebrarse elecciones cuando el parlamento es ilegítimo?», preguntó, añadiendo que cree que hubo un fraude masivo en la votación parlamentaria de octubre, cuyos resultados la sociedad georgiana se ha negado a reconocer.

«Pero lo más importante es que se violó la Constitución cuando la primera sesión del Parlamento no fue convocada por el jefe del Estado, y en un momento en que el presidente y toda una serie de figuras de la oposición habían presentado demandas ante el Tribunal Constitucional alegando que había ocurrido fraude electoral», declaró a DW.

Kavelashvili acusa a la oposición de provocar una revolución

Sueño Georgiano ha designado como candidato a Mikheil Kavelashvili, exfutbolista profesional y diputado de extrema derecha por el partido Poder Popular, que apoya al gobierno.

Representantes de la sociedad civil georgiana lo han identificado como uno de los autores de la controvertida ley de agentes extranjeros, legislación que entró en vigor en junio y que obliga a las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero a registrarse como agentes de influencia extranjera.

La ley fue el catalizador de feroces protestas y provocó un rápido deterioro de las relaciones de Georgia con Occidente. Algunos sectores de la sociedad georgiana también han criticado la candidatura de Kavelashvili por su falta de estudios superiores.

Por su parte, Kavelashvili ha acusado a la oposición de estar controlada por «miembros del Congreso estadounidense», que según él quieren provocar una «revolución» en Georgia y crear condiciones como las de Ucrania.

El experto político Vasadze afirmó que Kavelashvili sólo puede considerarse un «presidente designado», no elegido. No cree posible celebrar elecciones justas en Georgia en las condiciones actuales.

(mn/lgc)

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