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Los vikingos llegaron a América mucho antes que Colón, nuevo estudio lo confirma

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Los científicos lograron establecer la fecha, que demuestra la presencia anterior de vikingos a Norteamérica, utilizando una tormenta solar y astillas de madera.Mucho antes de que Cristóbal Colón cruzara el Atlántico, ocho edificios con entramado de madera y cubiertos de tepes se alzaban en una terraza sobre una turbera y un arroyo en el extremo norte de la isla canadiense de Terranova, en el asentamiento de L’Anse aux Meadows. Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro cuándo viajaron los vikingos para establecerse en el histórico lugar.

471 años antes del primer viaje de Colón

Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Groninga (Países Bajos) afirmaron este miércoles (20.10.2021) que un nuevo tipo de técnica de datación por radiocarbono, que utilizó una tormenta solar de hace mucho tiempo como punto de referencia, reveló que el asentamiento fue ocupado en 1021 d.C., hace exactamente un milenio y 471 años antes del primer viaje de Colón.

La técnica se utilizó en tres trozos de madera, procedentes de tres árboles diferentes, cortados para el asentamiento, y todos señalan el mismo año. Los científicos, encabezados por Margot Kuitems, publicaron sus resultados en la revista Nature.

«Cada una de ellos presentaba claras evidencias de corte y rebanado con cuchillas de metal, un material que no producía la población indígena», señala el comunicado de la Universidad de Groninga.

El viaje vikingo representa múltiples hitos para la humanidad. El asentamiento ofrece la primera evidencia conocida de una travesía transatlántica. También marca el lugar en el que el globo terráqueo fue finalmente rodeado por los humanos, que miles de años antes habían entrado en América del Norte por un puente de tierra que conectaba Siberia con Alaska.

Enorme tormenta solar en 992

La fecha exacta –1021– se pudo determinar porque en el año 992 se produjo una enorme tormenta solar que provocó una clara señal de radiocarbono en los anillos de los árboles del año siguiente.

«El aumento de la producción de radiocarbono que se produjo entre 992 y 993 se ha detectado en los registros de anillos de árboles de todo el mundo», afirma Michael Dee, director de la investigación.

El número de expediciones vikingas a América y la duración de su estancia sobre el Atlántico siguen siendo desconocidas. Todos los datos actuales sugieren que este empeño fue de corta duración y es probable que el legado cultural y ecológico de esta primera actividad europea en las Américas haya sido pequeño. No obstante, las pruebas botánicas de L’Anse aux Meadows han confirmado que los vikingos exploraron tierras más al sur de Terranova.

Interpretaciones previas basadas en las sagas islandesas

El año 1021 es el más antiguo en el que se puede demostrar científicamente la presencia europea en América, subraya la universidad, para la que las fechas anteriores de la presencia vikinga en América se han basado en gran medida en las sagas islandesas.

Estas comenzaron –agrega– como historias orales y solo se escribieron siglos después de los acontecimientos que describen. Aunque contradictorias y a veces fantasiosas, las sagas también sugieren que se produjeron encuentros, tanto violentos como amistosos, entre los europeos y los indígenas de la región. Sin embargo, se han encontrado pocas pruebas arqueológicas que confirmen estos intercambios, apunta la universidad.

FEW (Reuters, EFE)Los científicos lograron establecer la fecha, que demuestra la presencia anterior de vikingos a Norteamérica, utilizando una tormenta solar y astillas de madera.Mucho antes de que Cristóbal Colón cruzara el Atlántico, ocho edificios con entramado de madera y cubiertos de tepes se alzaban en una terraza sobre una turbera y un arroyo en el extremo norte de la isla canadiense de Terranova, en el asentamiento de L’Anse aux Meadows. Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro cuándo viajaron los vikingos para establecerse en el histórico lugar.

471 años antes del primer viaje de Colón

Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Groninga (Países Bajos) afirmaron este miércoles (20.10.2021) que un nuevo tipo de técnica de datación por radiocarbono, que utilizó una tormenta solar de hace mucho tiempo como punto de referencia, reveló que el asentamiento fue ocupado en 1021 d.C., hace exactamente un milenio y 471 años antes del primer viaje de Colón.

La técnica se utilizó en tres trozos de madera, procedentes de tres árboles diferentes, cortados para el asentamiento, y todos señalan el mismo año. Los científicos, encabezados por Margot Kuitems, publicaron sus resultados en la revista Nature.

«Cada una de ellos presentaba claras evidencias de corte y rebanado con cuchillas de metal, un material que no producía la población indígena», señala el comunicado de la Universidad de Groninga.

El viaje vikingo representa múltiples hitos para la humanidad. El asentamiento ofrece la primera evidencia conocida de una travesía transatlántica. También marca el lugar en el que el globo terráqueo fue finalmente rodeado por los humanos, que miles de años antes habían entrado en América del Norte por un puente de tierra que conectaba Siberia con Alaska.

Enorme tormenta solar en 992

La fecha exacta –1021– se pudo determinar porque en el año 992 se produjo una enorme tormenta solar que provocó una clara señal de radiocarbono en los anillos de los árboles del año siguiente.

«El aumento de la producción de radiocarbono que se produjo entre 992 y 993 se ha detectado en los registros de anillos de árboles de todo el mundo», afirma Michael Dee, director de la investigación.

El número de expediciones vikingas a América y la duración de su estancia sobre el Atlántico siguen siendo desconocidas. Todos los datos actuales sugieren que este empeño fue de corta duración y es probable que el legado cultural y ecológico de esta primera actividad europea en las Américas haya sido pequeño. No obstante, las pruebas botánicas de L’Anse aux Meadows han confirmado que los vikingos exploraron tierras más al sur de Terranova.

Interpretaciones previas basadas en las sagas islandesas

El año 1021 es el más antiguo en el que se puede demostrar científicamente la presencia europea en América, subraya la universidad, para la que las fechas anteriores de la presencia vikinga en América se han basado en gran medida en las sagas islandesas.

Estas comenzaron –agrega– como historias orales y solo se escribieron siglos después de los acontecimientos que describen. Aunque contradictorias y a veces fantasiosas, las sagas también sugieren que se produjeron encuentros, tanto violentos como amistosos, entre los europeos y los indígenas de la región. Sin embargo, se han encontrado pocas pruebas arqueológicas que confirmen estos intercambios, apunta la universidad.

FEW (Reuters, EFE)ACTUALIDAD | DW

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