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Comienza la 62ª temporada de Bundesliga marcada por el debut histórico del Holstein Kiel. Las “cigüeñas” inician su viaje con ilusión, motivados por el ascenso, pero conscientes que no todo será un cuento de hadas.El arranque de una temporada siempre es algo especial. Nervios e ilusión se entremezclan en jugadores de ambos bandos, aficionados acuden de nuevo a las gradas impacientes, el público en las calles anima airoso y por noventa minutos no existe nada más que un balón de fútbol. La sensación se multiplica cuando se juega en primera división y más todavía si es un debut. Así empieza la aventura del Holstein Kiel, el equipo más septentrional de Alemania, que este sábado escribe una página crucial en sus 123 años de historia.
Un debut histórico
El pasado 11 de mayo de 2024, «Die Störche” (Las Cigüeñas) del Holstein Kiel -como se conoce al equipo- hacían historia al lograr su ascenso a la primera división alemana (1. Bundesliga). El empate 1-1 contra Fortuna Düsseldorf en la penúltima jornada de la segunda división consumaba lo que para muchos aficionados parecía una quimera. El logro convirtió a Kiel en equipo de primera división, pero también llevaba a la región de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania – y donde esta ciudad es su capital-, a la élite del fútbol nacional.
Un equipo ganador hasta 1963
Su fundación data un 7 de octubre de 1900, aunque no fue hasta 1917 cuando se consolidó la actual organización conocida como Holstein Kiel, derivada de los equipos ieler-Fussball-Verein y del Holstein von 1902.
Desde entonces y hasta mediados del siglo XX, las Cigüeñas, con sus característicos colores azul, blanco y rojo, símbolo del estado norteño de Schleswig-Holstein, fueron la máxima representación del fútbol alemán por esas latitudes, especialmente en las década de 1910 y 1920, cosechando éxitos importantes. Ganaron el campeonato alemán en 1912, seis títulos regionales y otros seis subcampeonatos. Aquello les brindó un lugar privilegiado dentro de este deporte.
Las Cigüeñas siguieron con buena dinámica, en lo que entonces era la primera división alemana, hasta que en la temporada 1963/64, cuando arrancó la actual Bundesliga, la reorganización de equipos forzó su desplazamiento a la segunda división.
La «receta” del éxito
Ya en segunda división, el Kiel ganó el título regional (o Regionalliga Nord) en 1965, pero perdió la posibilidad del ascenso a la primera Bundesliga.
Desde entonces, las oscilaciones, descensos a cuarta categoría, regresos a tercera, han caracterizado el desarrollo del Kiel. El cambio se mostró en 2017, con su ascenso a segunda Bundesliga y superando a equipos más consolidados y con más recursos como el Hannover 96 o el mismo Schalke 04. Un año después tuvieron la chance de lograr un segundo ascenso consecutivo, pero perdieron el play-off contra el Wolfsburgo, y lo mismo en la temporada 2020/21, esa vez derrotados ante un recién ascendido esta última temporada, el Colonia.
Entre las «recetas” del éxito, fomentar unos valores de equipo y una gestión deportiva detrás que respaldara un proyecto, pero sobre todo saber apreciar «diamantes en bruto”, jugadores que han florecido a su paso por Kiel con la suma de minutos y juego, como el portero Timon Weiner, el defensa Timo Becker, el mediocentro Lewis Holtby, o el mediapunta Steven Skrzybski, los cuatro curiosamente procedentes del Schalke.
También el club se ha nutrido de un apego incondicional de los aficionados, orgullosos de esta región de Schleswig-Holstein y de un estadio -el Holstein-Stadion- que, fundado en 1911 y con apenas 15.000 localidades, presume de ser uno de los más antiguos de Alemania.
No obstante, ahora toca jugar con los mayores, y la superioridad financiera y deportiva de clubes como el Borussia Dortmund o el Bayern Múnich puede propiciar un golpe de realidad para el Kiel.
De momento, en la temporada 2020/21, el Kiel ya dio muestras de lo que es capaz en partidos donde es claramente el «underdog”, cuando asestó un duro golpe al Bayern Múnich en la Copa Alemana, sacándolos del torneo en segunda ronda con un 6-5 para las Cigüeñas en la tanda de penaltis.
Partido de magnitud histórica
«Ya somos conscientes de que es histórico, que somos parte de la historia”, dijo su entrenador, Marcel Rapp, en declaraciones recogidas por el medio alemán Sport1.
Tanto Rapp como el equipo se apoyan en el talento que les ha permitido saborear las mieles del ascenso, pero con la cabeza centrada, pues todavía deben demostrar que han llegado para quedarse. «El partido no se puede ganar solo con alegría”, agregó Rapp.
Mientras, la ilusión se palpa en el ambiente en el primer partido de la temporada que jugarán este sábado las Cigüeñas, en la casa de un experimentado TSG Hoffenheim, un rival del que no guardan buenos recuerdos. El último y único partido fue en Copa y el Kiel cayó 5:1. Para Rapp será como visitar su antiguo hogar, pues entrenó a varios equipos de Sinsheim durante casi nueve años.
«Los muchachos saben que es un partido muy especial para el club y para todo el estado federado de Schleswig-Holstein», indicó Rapp.
De momento, el Kiel tuvo una agradable entrada en la temporada venciendo 3-2 el pasado sábado en la primera ronda de la Copa DFBcontra Alemannia Aaachen de tercera división.
Mientras, solo noventa minutos dirán si el cuento de hadas de las Cigüeñas puede continuar.
(ee)