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Tras las amargas experiencias de los últimos torneos, el equipo alemán vuelve a conquistar el corazón de la hinchada, con su segunda victoria en la Eurocopa.Inglaterra tiene Wembley, Francia tiene el Stade de France, pero el equipo nacional de Alemania no tiene un estadio que pueda ser considerado su verdadera casa, pese a ser el anfitrión de la Eurocopa 2024.
Si se le pregunta a cualquier hincha de la selección germana qué estadio prefiere, las respuestas serán probablemente muy diversas. Pero este miércoles 19 de junio de 2024, Stuttgart subió de seguro en las predilecciones, al albergar el partido en que Alemania derrotó a Hungría por 2 a 0 y se aseguró el paso a la siguiente ronda del torneo. El equipo germano ya había salido victorioso de su encuentro con Escocia, en la primera jornada, y jugará todavía contra Suiza el domingo, en la fase de grupos.
Empezando por el himno nacional, cantado a todo pulmón, la hinchada proporcionó un impresionante marco acústico al juego, rivalizando con los húngaros, que tampoco suelen quedarse atrás en cuanto a decibeles.
Jamal Musiala, un jugador nacido en Stuttgart y considerado uno de los talentos más prometedores de Alemania, abrió el marcador para calmar definitivamente los nervios alemanes y ponerlos por delante en el minuto 22.
El gol del número 10 alemán llegó después de que el capitán, Ilkay Gündogan, se enzarzara tras lo que parecía un balón perdido. Pero su esfuerzo dio fruto y llenó de vida el estadio.
Atmósfera estimulante
«El ambiente ha sido increíble hoy», declaró el seleccionador alemán, Julian Nagelsmann, agregando que eso ayuda mucho.
El público proporcionó un impulso emocional y psicológico muy necesario a la selección alemana, mientras Hungría se acercaba cada vez más al empate. Pocos minutos después del primer gol, el capitán de Hungría, Dominik Szoboszlai, obligó al guardameta Manuel Neuer a realizar una espectacular doble parada con un peligroso tiro libre.
Pero Nagelsmann mantuvo la cabeza fría, reveló que su arenga a los jugadores en el descanso «no fue emocional» y trató más bien de que el equipo mantuviera su estructura táctica.
La última vez que Alemania ganó a Hungría fue en 2016. En sus tres enfrentamientos anteriores contra los magiares, Alemania empató dos veces y sufrió una derrota en casa en su partido más reciente antes de este.
Stuttgart, más que la cuna de Musiala
El Segundo gol lo marcó Gündogan, e hizo que los aficionados alemanes presentes en el estadio corearan eufóricos » ¡Berlín, Berlín, vamos a Berlín!» Aludían así a la final, que se jugará en la capital alemana.
Los hinchas se pusieron de pie posteriormente para aplaudir a Musiala cuando fue retirado del terreno de juego en el minuto 72.
Tras el partido, el capitán de la selección germana no tuvo más que elogios para Musiala. «Es quizá el más importante para nosotros en este momento, y además a una edad tan temprana», declaró.
También Nagelsmann elogió a Musiala. «Jugó brillantemente en ambos partidos», declaró el seleccionador alemán. «Pero le digo que no se deje llevar por la presión, que debe jugar como lo hacía de niño junto a sus amigos», añadió.
Con el silbato final, el público de Stuttgart celebró con cánticos la clasificación de su equipo para los octavos de final de la Eurocopa 2024. Si, como se espera, Alemania consigue al menos un punto contra Suiza y gana su partido de octavos de final, volverá a Stuttgart en cuartos. La ciudad podría consolidarse entonces como algo más que cuna de Musiala.
(ers/rml)