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Cada vez más consumidores comienzan a tomar suplementos alimenticios. Anteriormente, todos estos se comercializaban de forma específica y por separado. Pero hoy en día, ya existen muchos que se incluyen en bebidas y alimentos, y forman parte de los alimentos funcionales y alimentos adaptógenos.
Los suplementos y complementos alimenticios son constantemente evaluados por las diferentes agencias de seguridad alimentaria. Concretamente en España se encarga la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) que es quien evalúa y determina el uso de éstos. Pero hoy en día, las evaluaciones no son muy estrictas y la evidencia científica respecto a los beneficios de su consumo, en muchos casos, no está demostrada.
Para favorecer a que la seguridad de dichos complementos esté garantizada, la AESAN ha elaborado un pequeño decálogo sobre cómo deben consumirse correctamente los suplementos alimenticios. De este modo, la AESAN recuerda que se debe hacer un consumo responsable de los complementos alimenticios y explica a los consumidores que son ellos mismos los responsables de su propia salud, de atender el consejo de los médicos y otros expertos sanitarios. Además, la entidad advierte que es importante seguir las instrucciones de uso y las advertencias del etiquetado de los productos.
Decálogo para un consumo responsable de los complementos alimenticios:
1. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada. La AESAN asegura que una dieta variada y equilibrada proporciona todos los nutrientes necesarios para el normal desarrollo y mantenimiento de un organismo sano, por lo que la buena alimentación nunca podrá ser sustituida por un suplemento alimenticio.
2. Es imprescindible seguir siempre las instrucciones de uso que se proporcionan en el envase del producto.
3. Debemos prestar atención a los ingredientes que contiene el complemento alimenticio por si la persona que lo va a consumir es alérgico o intolerante a alguno de ellos.
4. No consumir un complemento alimenticio en dosis superiores a las que se indican en la etiqueta, ya que, según la AESAN, un consumo en dosis más altas de las recomendadas puede tener efectos perjudiciales para la salud, sobre todo si se prolonga en el tiempo.
5. Un producto natural nunca es sinónimo de ser un producto seguro.
6. Informar siempre al médico de referencia de los complementos alimenticios que vamos a tomar. Concretamente, se debe informar a un médico en los siguientes de los complementos alimenticios que esté consumiendo si el consumidor padece una enfermedad subyacente, ya que el médico considerará los efectos que tiene ese suplemento con la medicación. Además, también se tiene que avisar a un médico si la persona que va a consumir los suplementos alimenticios tiene previsto someterse a una intervención quirúrgica, si está embarazada o en periodo de lactancia, si está considerando darle un complemento alimenticio a un niño o si observa cualquier efecto perjudicial o reacción adversa al tomar el complemento.
7. Desconfiar de los complementos que se anuncian con propiedades y efectos increíbles o como soluciones “milagro” de los problemas.
8. Nunca comprar complementos alimenticios de fuentes desconocidas: si los compras, la AESAN recomienda hacerlo en los canales de distribución de alimentos autorizados o en la farmacia, ya que, comprar de fuentes desconocidas, por Internet o por correo ordinario, puede suponer un riesgo.
9.Recordar que para reducir el sobrepeso y el exceso de grasa se recomienda reducir la ingesta de calorías con una dieta de alimentos adecuada y, al mismo tiempo, aumentar el gasto de energía mediante un adecuado nivel de actividad física: de este modo, el consumo de cualquier complemento alimenticio sólo debe ser complementario o adicional. Además, también se debe ser consciente de que, para mantener el resultado alcanzado con la dieta, es necesario adoptar de forma permanente hábitos alimenticios saludables y seguir un estilo de vida activo.
10. Si la persona hace deporte, lleva una dieta variada y equilibrada y una correcta hidratación, ya puede cubrir las necesidades nutricionales de su cuerpo sin necesidad de usar un complemento alimenticio.
El hecho es que este producto contiene altas dosis de la hormona de Melatonina, por lo que estos niveles le confieren la condición de medicamento, pero sin haber sido evaluado ni autorizado, de modo que existe un riesgo en la salud de los consumidores que pudieran llegar a tomarlo.
Concretamente en la etiqueta de Melatonin 3 mg Cápsulas se indica que contiene la sustancia farmacológicamente activa melatonina en una dosis de 3 mg por comprimido. Se trata de una cantidad suficiente para restaurar, corregir o modificar una función fisiológica, ejerciendo así una acción farmacológica, y puede reacciones adversas de gravedad.
La melatonina es una hormona que se asocia fundamentalmente con el control de los ritmos circadianos y la adaptación al ciclo de luz-oscuridad. Además, también tiene relación con un efecto hipnótico o estimulante del sueño.
De este modo, con el consumo de melatonina pueden producir diversos efectos adversos como irritabilidad, nerviosismo, inquietud, insomnio, sueños extraños, migraña, letargia, hiperactividad psicomotriz, mareo, somnolencia, hipertensión, dolor de estómago, dispepsia, úlceras bucales, sequedad de boca, hiperbilirrubinemia, dermatitis, sudoración nocturna, prurito, erupciones cutáneas, sequedad de piel, dolores en las extremidades, síntomas de menopausia, astenia, dolor torácico, glucosuria, proteinuria, alteraciones de las pruebas de la función hepática y aumento de peso.
Además, puede causar somnolencia, así que debe administrarse con precaución si supone un peligro para la seguridad.