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DW Verifica: no, el «Pizzagate» no es real

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El «Pizzagate» vuelve a ser tendencia en las redes sociales. Esto se debe a que Elon Musk reavivó la narrativa conspirativa sobre una supuesta red de pornografía infantil. DW analiza tres afirmaciones sobre el caso.El «Pizzagate» es un mito conspirativo que circula desde 2016 sobre una supuesta pizzería que estaría siendo usada para tapar una red de pornografía infantil en Washington, Estados Unidos.

Los partidarios de la historia están convencidos de que esta red oculta fue o es dirigida por la demócrata Hillary Clinton y su exjefe de campaña John Podesta. La teoría se lanzó durante la campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses y tenía como objetivo desacreditar a Clinton.

En diciembre de ese año, los rumores llevaron incluso a Edgar Maddison Welch a irrumpir armado en la pizzería Comet Ping Pong y disparar por los alrededores. El joven de 28 años pretendía liberar a supuestos esclavos sexuales menores de edad en ese lugar. Sin embargo, no encontró nada y fue detenido por la policía. Afortunadamente, Welch no hirió a nadie y más tarde fue condenado a presidio.

¿Fue el «Pizzagate» expuesto por alguien que consumía pornografía infantil?

Aseveración: Elon Musk, que compró la red social X hace poco más de un año, publicó a finales de noviembre un meme que revivió el caso. Según este, un experto que quería desenmascarar el mito de la conspiración fue encarcelado por poseer imágenes que mostraban abusos sexuales a menores.

En ese entonces, Musk comentó que eso era «al menos un poco sospechoso», y con una foto en los comentarios, el multimillonario dio a entender que el experto que «fue a la cárcel por pornografía infantil» es el experiodista James Gordon Meek, de ABC. Musk borró el post, pero muchos usuarios reprodujeron la afirmación.

DW Verifica: Incorrecto

James Gordon Meek sí fue condenado a prisión por posesión de material pornográfico infantil. Sin embargo, el periodista no tuvo nada que ver con el «Pizzagate». La conexión tiene su origen en un titular falso del New York Post que lleva meses circulando por las redes sociales, según varios medios de comunicación. Dice así: «El premiado periodista de ABC que ‘destapó’ el ‘Pizzagate’ se declara culpable en un horrible caso de pornografía infantil».

El «Pizzagate» no se menciona ni en el único tuit del New York Post sobre el caso de Meek ni en el artículo correspondiente en el sitio web. Tampoco se habla sobre una conexión del periodista con el «Pizzagate» en ningún otro reportaje.

¿Se ha desmentido o no el «Pizzagate»?

Aseveración: «El Pizzagate es cierto, nunca ha sido desmentido», según un post reciente en X. Otras publicaciones aseguran algo similar. El hecho de que el propio Meek, presunto refutador del «Pizzagate», sea un pedófilo, es una prueba adicional para muchos. Creen que la «red de élites de alto rango implicadas en la muerte, la tortura, el canibalismo y el abuso de menores» existe realmente.

DW Verifica: Engañoso

Entre los mitos conspirativos, algunos son claramente refutables. Por ejemplo, según los expertos médicos, no es posible insertar microchips magnéticos en el cuerpo con las vacunas anticovid-19, una narrativa que se difundió durante la pandemia del coronavirus. Otros mitos pueden ser muy inverosímiles e improbables, pero es casi imposible refutarlos al 100 %. Esto incluye el «Pizzagate».

Sin embargo, hay muchas pruebas de que las acusaciones del «Pizzagate» no son ciertas y no hay nada que demuestre lo contrario. Todos los hechos considerados como pruebas por los partidarios de esta narrativa no son más que especulaciones descabelladas.

En 2016, el propietario de la pizzería Comet Ping Pong, James Alefantis, intercambió correos electrónicos con John Podesta. Los correos se filtraron y los internautas creyeron entonces reconocer en ellos palabras en clave, como «pizza» por «chica» o «salsa» por «orgía».

Se sabe que la palabra «pizza con queso» se utiliza a veces como palabra clave para «pornografía infantil» en algunos foros, explica a DW el criminólogo estadounidense Paul Bleakley, de la Universidad de New Haven. Sin embargo, parece extremadamente descabellado establecer un vínculo con el abuso sexual de menores a partir de un correo electrónico que contiene términos gastronómicos cotidianos.

Las afirmaciones clave sobre el Pizzagate son incorrectas

Sin embargo, esta mentalidad es típica de los partidarios de los mitos conspirativos, afirmó Claus Oberhauser, Director del Instituto de Investigación y Desarrollo Didáctico y Educativo de la Universidad de Formación del Profesorado del Tirol. «Los creyentes en conspiraciones siempre parten de la base de que nada es lo que parece y que no hay coincidencias. Están convencidos de que existe un gran plan de las élites secretas, que obviamente están ocultando», dijo.

Según el experto en mitos conspirativos, esto también está relacionado con una especie de sentimiento detectivesco y de superioridad. «Lo que atrae a tanta gente es también este elemento lúdico de descubrir todos los supuestos secretos. Tienen la sensación de ir un paso por delante de la sociedad dominante», agregó.

El hecho de que Welch no encontrara nada tras irrumpir armado en la pizzería demuestra que no hay pruebas sobre el «Pizzagate». Él había viajado desde Carolina del Norte creyendo que en el restaurante encontraría esclavos sexuales menores de edad a los que podría liberar. Pero no había ni menores ni escondites ni túneles. «La pizzería ni siquiera tiene sótano, el lugar donde se suponía ocurría todo», precisa Bleakley. (ju/rr)

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