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Desde mediados de febrero hay un escándalo en el mundo del ajedrez: las denuncias de violencia sexualizada han sacudido el deporte. Las afectadas alzan la voz y exigen consecuencias, y cada vez se conocen más casos.”Le garantizo que no hay ninguna mujer que pueda decir que nunca ha oído algún comentario inapropiado. Podría ser también que alguien quiera abrazarla sin su consentimiento. O que quiera darle un beso en la mejilla, aunque ella no lo quiera, o incluso algo peor”, dice Ingrid Lauterbach, presidenta de la Federación Alemana de Ajedrez (DSB) y Maestra Internacional. Lleva décadas jugando en torneos internacionales. Ella misma nunca ha sufrido acoso, pero se imagina lo angustioso que puede llegar a ser.
En una carta abierta, las ajedrecistas denuncian el problema y exigen cambios: “Nosotras, ajedrecistas, entrenadoras, árbitras y directivas, hemos sufrido violencia sexista o sexual perpetrada por ajedrecistas, entrenadores, árbitros o directivos”.
Más de cien mujeres han firmado esta carta, entre ellas la jugadora nacional alemana Annmarie Mütsch. Un periódico la cita diciendo que ya canceló torneos importantes porque se habría topado allí con ciertos hombres a los que no quería ver.
Los contactos en todo el mundo ayudan a crear publicidad
Las mujeres reclaman atención y un cambio. Todo comenzó en febrero, cuando Jennifer Shahade, bicampeona estadounidense e influyente escritora, publicó en Twitter (ahora X): “Se acabó el juego”. Allí describió que ella misma había sufrido “conducta sexual inapropiada” a manos del gran maestro Alejandro Ramírez y que, por tanto, dejaría de copresentar eventos de ajedrez junto a él.
En cuestión de minutos, muchas mujeres respondieron que habían vivido cosas similares. Un hombre también confesó haber presenciado cómo Ramírez agredía a mujeres jóvenes ya en el 2011.
¿Es el ajedrez especialmente peligroso para las mujeres?
La jugadora francesa Yosha Iglesias afirma: “Para una adolescente difícilmente hay un entorno más sexista” que el ajedrez. ¿Por qué?
Las mujeres son minoría en el ajedrez, donde representan el 10 por ciento de los deportistas. Hay torneos solo para mujeres, pero si una mujer quiere jugar al más alto nivel, también tiene que participar en torneos mixtos para seguir desarrollándose. Y solo en el ajedrez las chicas jóvenes se sientan frente a un hombre mayor en una situación competitiva, lo que a veces pone a este último ante otra prueba mental: concretamente, cuando gana la mujer.
Conceptos de protección y puntos de contacto para las personas afectadas
A nivel internacional, la jugadora Alexandra Botez quiere crear una base de datos anónima para todos los casos de abusos en el ajedrez. Esto también se debe a que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) solo guarda silencio. No existe ningún punto de contacto para los afectados por violencia sexual. Tendrían que dirigirse al comité de ética de la misma. Ingrid Lauterbach duda de que éste fuera el contacto adecuado.
En Estados Unidos, la Federación Estadounidense de Ajedrez y el Club de Ajedrez de San Luis están investigando internamente a Alejandro Ramírez. Actualmente está suspendido de sus cargos y vetado para participar en torneos en el país. En Francia pasaron nueve años antes de que el autor de un caso similar fuera condenado. Algunas de las acusaciones contra Ramírez se conocen desde hace años. Pero también hay hombres que trabajan en la propia FIDE acusados de comportamiento inapropiado hacia mujeres.
(gg/dzc)
