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El Schalke 04 vuelve a acariciar el descenso en su temporada de regreso a Bundesliga. Pero el equipo ya encadena una racha de cuatro partidos sin perder y da muestras de un renovado funcionamiento rumbo a la permanencia.Pese a que el fantasma del descenso parece no dar tregua a uno de los equipos de mayor tradición del fútbol alemán, hoy el Schalke luce menos perdido que en recientes ayeres, cuando todo cabía en la palabra “crisis”, una situación que este espacio ha subrayado en repetidas ocasiones.
Mejoría en defensa y dos partidos clave
En Gelsenkirchen, no obstante, hay una buena y una mala noticia. La buena nueva es que el Schalke 04 ya comenzó a sumar puntos, aunque sea por la vía del empate (cuatro consecutivos sin goles), y enfrente tiene dos partidos decisivos en su lucha por el no descenso a segunda. Una oportunidad de oro ahora que están de vuelta en primera división.
La mala noticia es la sensible baja de sus defensas Jere Uronen, Cedric Brunner y Thomas Ouwejan de cara al encuentro de este fin de semana ante el Stuttgart, esto en el momento justo del buen funcionamiento defensivo del equipo como factor determinante y sustento del reciente póker de empates. El último de ellos, ni más ni menos que en su visita a la capital contra el Unión Berlín, uno de los tres punteros de la liga.
“Es momento de sumar y romper el cero”, apunta convencido Thomas Reis, entrenador de los “mineros” del Schalke, con la mira puesta en el trabajo ofensivo contra Stuttgart, y a sabiendas que después de medirse ante a los sajones, enfrentará a su exequipo, el Bochum. Ambos son rivales directos del Schalke por tratarse de equipos con preocupaciones similares que buscan aferrarse a la Bundesliga.
“Con estos partidos, tenemos la oportunidad de volver a meternos de lleno en la lucha”, dijo Reis, consciente de la mejora de su equipo en la parte defensiva, pero con el ojo puesto en hacer las paces con el gol.
Una nueva maquinaria ofensiva
En el plano ofensivo, Thomas Reis parece encontrar las piezas de un estilo funcional. Hoy puede echar mano del carácter de sus sudamericanos, y afianzar la confianza de jugadores nuevos hasta lograr continuidad en su esquema táctico.
El reciente mercado de fichajes invernal abrió la puerta del Shalke al experimentado colombiano Éder Balanta. El ganador de la Copa Libertadores en 2015 con River Plate – también campeón en el fútbol suizo y belga – llegó como una apuesta para reforzar el medio campo de los de Gelsenkirchen. Una actuación discreta en su debut ante Mönchengladbach es el balance del colombiano desde su aparición a inicios de febrero. Balanta deberá transitar a marchas forzadas la curva de adaptación en su nuevo equipo a 13 fechas del final del torneo.
Al margen, apuntalado para manejar los hilos de la media cancha, aparece también Rodrigo Zalazar, el español-uruguayo dotado de un fútbol más ofensivo que el de Balanta, pero que por igual comparte la misión de dar estabilidad y equilibrio al equipo. La jornada pasada contra Wolfsburg fue uno de los más destacados.
Ambos futbolistas son un recurso para completar la figura ofensiva del Schalke al lado de los incansables Tom Krauß y Alex Kral, y más recientemente, Tim Sharke y Soichiro Kozuki, jugadores que suman sus primeros partidos con los “Azul Real” desde las bandas izquierda y derecha en su tarea por abastecer de balones de gol a jugadores como Simon Terodde, el futbolista récord de los 283 goles en la segunda Bundesliga.
La nueva apuesta ofensiva del Schalke parecer tomar forma, la misión es sumar de tres en tres hasta salir del último lugar de la clasificación lo antes posible.
