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Hasta hace dos días Perú presentaba en el reporte de muertos por convid-19, a 66.471 personas, una de las cifras más altas de Sudamérica. Pero todo ha sido peor de acuerdo con el Grupo de Trabajo Técnico (GTT) creado por el Gobierno interino para actualizar la cifra de fallecidos. El informe final provoca escalofríos: 180.764 personas han perdido la vida por el virus entre el 1 de marzo del 2020 y el 22 de mayo del presente año.
El comité está formado por integrantes de la sociedad civil y representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Instituto Nacional de Salud (INS), el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), representantes del presidente provisional Francisco Sagasti y el Consejo de Ministros.
Las conclusiones analizadas ponen en escena la precariedad con la que el Estado peruano se enfrentó a la pandemia. Las Oficinas de Epidemiología no contaron con suficiente personal para recontar las defunciones ni recursos para tener en tiempo y forma con los exámenes de laboratorio y revisar las historias clínicas de los fallecidos. La distancia entre los antiguos reportes oficiales y la realidad obligan a modificar los mecanismos de información y contabilización de las víctimas.
Ante ello, el grupo de trabajo ha propuesto que el reporte de cifras de fallecidos por la pandemia se elabore bajo la definición de «Muerte por covid-19», con la cual se deberán en adelante cumplir con varios criterios técnicos establecidos.
