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Cada vez se anuncian más aumentos de precios en la UE. Los costos de producción llevan meses subiendo, y ahora ese aumento se traslada a los consumidores. A esto se suma el drástico incremento de los costos de energía.Los precios en la Unión Europea están más altos que nunca: en julio subieron un 8,9 por ciento en comparación con el verano de 2021. En Alemania, la intervención del gobierno ha debilitado un poco ese impulso, con una tasa de aumento de precios del 7,5 por ciento en el último recuento. Pero muchos proveedores de servicios, como las peluquerías, y otros, tendrán que añadir a sus precios los elevados costos de energía. Además, el año que viene, cuando los propietarios envíen a los inquilinos sus facturas por las expensas de 2022, se producirán fuertes cargos adicionales.
Eso se debe a que los precios de producción ascendentes también siguen subiendo fuertemente. Los expertos esperaban que la inflación se ralentizara a lo largo del año, pero se equivocaron. Han aumentado un 37,2 por ciento tras el incremento de 32,7 por ciento en junio, lo que sigue suponiendo un aumento del 5,3 por ciento por mes. La razón principal fue, una vez más, el fuerte incremento de los costos de energía, que aumentaron un 105 por ciento en comparación con el año anterior. El gas natural llegó a estar casi un 164 por ciento más caro que hace un año, la electricidad subió un 125 por ciento y los productos derivados del petróleo, casi un 42 por ciento. Todos estos son los principales impulsores del alza de precios.
¿Se ha superado el pico de inflación?
Si se excluyen los costos de energía, los precios de producción solo subieron un 14 por ciento. Esa sigue siendo una tasa de aumento elevada, pero la tendencia se está ajustando gradualmente, afirma Ralph Solveen, economista del Commerzbank. Porque, mientras tanto, algunas materias primas, como el acero, incluso han bajado de precio. Y eso indica que el pico se alcanzará probablemente en los próximos meses. Para Solveen, esta es una “primera señal cautelosa de que volveremos a ver tasas de inflación algo más bajas el próximo año”.
Sin embargo, hasta entonces, los economistas esperan que los precios sigan subiendo, pudiendo llegar al 9 por ciento, o incluso más. “Eso no significa que todo haya sido un susto temporal”, advierte Solveen. “Más bien, esperamos que la inflación se mantenga por encima del dos por ciento de forma sostenida en el largo plazo, por lo que seguiremos viendo una fase de inflación alta”. En cualquier caso, la actual inflación sigue superando con creces el objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (BCE).
Tasas de interés seguirán subiendo
En julio, el BCE subió los tipos de interés básicos en la zona del euro por primera vez en once años. Para la próxima reunión, los observadores esperan un nuevo paso, probablemente, otra vez de 50 puntos básicos. “Partimos de la base de que el paso que se espera para septiembre no será el último paso temporal, sino que el BCE seguirá subiendo los tipos de interés hasta el año que viene para estar realmente seguros de que, al menos, hemos entrado de nuevo en una tendencia a la baja de la tasa de inflación”, afirma, Michael Holstein, economista jefe del DZ-Bank. Pero la economía entrará probablemente en recesión en invierno, por lo que debería haber cautela, insiste, por su parte, Solveen.
Los ciudadanos europeos también tienen que prepararse para el aumento de los precios tras la actual subida de precios de producción. Solo en julio, los precios de producción de los alimentos aumentaron un 21 por ciento en comparación con el año anterior. Es probable que los productores trasladen este aumento a los consumidores. Sin embargo, esto no siempre se hace de forma transparente, según el Centro de Asesoramiento al Consumidor de Hamburgo. Cada vez más fabricantes utilizan un truco: reducen el tamaño del envase, es decir, venden menos contenido por el mismo precio.
(ct/cp)