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En determinadas estaciones del año, como ocurre durante el otoño, es habitual que el cabello se caiga en mayor medida o que presente un aspecto menos brillante. De hecho, una de las causas más frecuentes que provocan esta caída es su propio ciclo de vida, esto es, una modificación de sus fases de crecimiento en un proceso natural.
No obstante, otra de las causas que debilita la salud de nuestro cabello es la alimentación. Una dieta desequilibrada y poco saludable puede generar carencias nutricionales, principalmente de vitaminas y minerales, que contribuyan a su caída. Por esta razón, resulta esencial adoptar hábitos alimenticios que fortalezcan la salud capilar ingiriendo alimentos que contengan los nutrientes necesarios.
Incrementar el consumo de vitaminas y minerales.
El cabello necesita proteínas, vitaminas A, B y C y minerales como el hierro, el zinc o el manganeso, entre otros nutrientes. Una gran parte de estos elementos llegan a los folículos pilosos a través de la alimentación y su privación se traduce «en un cabello débil y fino».
Entonces, ¿Qué tipo de productos o suplementos naturales se deben adquirir para fortalecer el cabello? Una dieta basada en el consumo diario de frutas y verduras, además de la ingesta de legumbres, frutos secos y pescado es clave para otorgar el brillo y la intensidad adecuada a nuestro cabello. Así, hay que limitar la ingesta de azúcares, alcohol o productos procesados y ultraprocesados.
Por otro lado, las vitaminas del grupo B son esenciales para el cuidado de la piel y del cabello y pueden adquirirse mediante el consumo de sardinas, anchoas, avena, zanahoria, atún, pollo o lentejas. Asimismo, el consumo de pescado azul, como el salmón, es esencial para obtener la cantidad suficiente de omega 3 y para no padecer carencia de minerales. Se recomienda el consumo de alimentos ricos en hierro, como los frutos secos o las semillas.
Suplementos naturales con sustancias como biotina y niacina.
Estos suplementos se denominan nutricosméticos y están formados por sustancias naturales de origen animal o vegetal como la biotina, niacina, vitamina E, polifenoles o pantenol, entre otras, destinadas a fortalecer el cabello.
En este sentido, determinados nutricosméticos y vitaminas pueden tener un papel positivo en algunas personas, sobre todo en situaciones de carencias vitamínicas, dietas muy restrictivas o tras una pérdida de peso importante. Sin embargo, no están indicados para el tratamiento de la alopecia androgenética, calvicie u otras alopecias ya que no se ha demostrado que puedan promover el crecimiento capilar. Por ello, en estos casos es necesario acudir a los médicos especialistas para obtener un tratamiento personalizado.