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No se trata solo de venezolanos o nicaragüenses. El fenómeno migratorio que se concentra en Centroamérica llega a la Eurocámara. Las iniciativas regionales piden apoyo desde Bruselas.»La migración per se no es el problema. Sí lo es la migración desordenada e irregular que puede alterar el orden socio-económico de un país, especialmente de los pequeños», dice a DW Iván Ogando Lora, embajador de República Dominicana ante la Unión Europea (UE).
El tema está en ebullición, pues, a más tardar durante la Cumbre de las Américas, las imágenes de la caravana de más de seis mil migrantes que se dirigían hacia Estados Unidos dejaron claro que la migración de América Latina y el Caribe no se reduce a la búsqueda de refugio de los venezolanos en sus países vecinos. Son también guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses, haitianos.
Al final de la Cumbre de las Américas, veinte países firmaron la «Declaración de Los Ángeles», que busca que los países no hagan frente al problema de la migración en solitario y haya, al menos sobre el papel, un esfuerzo conjunto. Pero, más allá de promesas empresariales, en concreto, hay poco.
La migración salta el charco, en busca de colaboración de la UE
El tema de la migración salta el charco hasta Bruselas, con España invitada como observadora, en el afán de lograr acuerdos para aceptar cuotas de migrantes provenientes de las Américas. «Cuando hablamos de migración, nos quedamos en las meras cifras. Sin embargo, estamos hablando de vidas, de gente que sale a buscar una vida mejor», recordó Gabriel Mato, eurodiputado por España de la bancada conservadora, en una reunión de la Delegación para las Relaciones con los países de América Central del Parlamento Europeo (DCAM).
Rebasando los usuales ejemplos de las crisis migratorias más recientes y politizadas —como lo sonla s de Nicaragua y Venezuela— Mato pone el foco en la migración haitiana y su presión sobre República Dominicana: «Hay una gran diferencia en los datos de pobreza entre ambos países: Haití tiene más de un 60 por ciento de su población en condiciones de pobreza; República Dominicana, un 20 por ciento». El llamado es a abordar mancomunadamente esta crisis migratoria, también en colaboración con los países de la UE.
Crear motivos para quedarse en casa
«Falta de gobernanza, falta de oportunidades. Son muchos los que deciden huir por falta de recursos en sus países y comunidades, sus motivos son complejos», explicó en la reunión de la DCAM Mileydi Guilarte, de la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID).
Vista la presión migratoria, el Gobierno de Estados Unidos, a través de USAID, cerró en diciembre de 2021 un acuerdo con México, a través de su agencia de cooperación (AMEXCID).
Entretanto, «se han reformado dos marcos legales mexicanos para permitir a guatemaltecos trabajar legalmente en México. Existe un plan para haber otorgado, en tres años, garantías de protección a 20.000 refugiados. También para crear sendas legales para el trabajo estacional y la reunificación familiar», añade Guilarte.
«Se trata de reducir el atractivo de la migración irregular», agrega, resaltando que, básicamente, se trata de lograr que las poblaciones quieran quedarse en sus casas. Tanto desde el Sistema de Integración Centro Americana (SICA), como desde la Alianza para el Desarrollo en Democracia —un espacio de coordinación estratégica creado entre Costa Rica, Panamá y República Dominicana—, se apoya el enfoque.
Ayuda humanitaria, ¿y qué más?
Por lo pronto, la UE se dice comprometida a seguir proporcionando ayuda humanitaria y apoyo a migrantes y refugiados. ¿Suficiente?
«La ayuda humanitaria es necesaria, sí. Pero transitoriamente; el objetivo sería llegar a otro punto que conlleve a una situación en que, resueltos los problemas estructurales, no sea necesaria», dice el embajador dominicano, Ogando Lora. Desde un país que acoge en su sistema de salud a mujeres haitianas de parto y a niños en busca de escolarización, así como a mano de obra barata irregular, la perspectiva de aunar esfuerzos en pos de unos flujos regulares, circulares, ordenados, suena melodiosa.
Cabe resaltar que la cooperación europea, aparte de las ayudas a las catástrofes en la isla caribeña, ha estado presente en la frontera norte, con mayor o menor suerte, desde hace 25 años, apoyando los cambios estructurales. Por otro lado, en el marco de su reciente enfoque Global Gateway, los diferentes instrumentos europeos de ayuda humanitaria, cooperación para el desarrollo y construcción de paz se encuentran en proceso de redefinición, en aras de una acción conjunta y más eficaz.
En cualquier caso, «el problema de la migración nos atañe a todos y apoyamos todo esfuerzo para que se una la comunidad internacional al acuerdo «Sembrando oportunidades», de Estados Unidos y México, o a los esfuerzos que se hagan desde nuestra Alianza para el Desarrollo en Democracia, afirma el embajador Ogando Lora.
Con el enfoque de un país insular, proporcionalmente más golpeado por la migración irregular que uno de grandes dimensiones como Estados Unidos, o que el conjunto de países de la Unión Europea, el representante dominicano insiste en comenzar por el principio: «Habría que comenzar por que estos migrantes tengan un documento de identificación para crear mecanismos de migración más regular, en beneficio de todos».
(rml)