Copyright 2020-2021 Veneportal.com
En Bruselas se debaten las nuevas sanciones contra Rusia, y la Comisión Europea propone un recrudecimiento de las medidas y un boicot a las importaciones de carbón, pero el Parlamento Europeo quiere más que eso.El presidente francés, Emmanuel Macron, ya había sopesado políticamente los hechos recientes en la guerra en Ucrania: “Lo que sucedió en Bucha exige una nueva ronda de sanciones y medidas muy claras”, dijo a la radio France Inter. Y esas nuevas sanciones contra Rusia deberían incluir un boicot al petróleo y al gas. Además, el fiscal de París para el terrorismo señaló que abriría tres investigaciones por presuntos crímenes de guerra en diferentes regiones ucranianas.
Atrocidades impulsan debate sobre sanciones
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso, en principio, solo un paquete atenuado de sanciones: un boicot a las exportaciones de carbón, la exclusión de otros cuatro bancos rusos del sistema internacional de pagos SWIFT, una prohibición para barcos y camiones rusos, y prohibiciones adicionales para productos tecnológicos, así como la inclusión en la lista de sancionados de otras personas del círculo cercano a Putin.
A excepción del fin de las importaciones de carbón ruso, este paquete de medidas punitivas representa poco más que un ajuste de tuerca sobre la base de las sanciones ya existentes. Se trataría más bien de una resolución a cuentagotas que del gran golpe fulminante que anhelan algunos eurodiputados.
La presidenta de la Comisión Europea y el alto comisionado de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, planean viajar a Kiev esta semana para expresar la solidaridad de Europa al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Una de sus principales solicitudes es el freno a las exportaciones rusas de energía con las que el presidente ruso, Vladimir Putin, está financiando su guerra.
“El Partido Popular Europeo (PPE) respalda un embargo inmediato de petróleo de Rusia, al cual seguirá lo más pronto posible un embargo de gas”, dijo este martes (5.04.2022) en Estrasburgo Manfred Weber, de la Unión Social Cristiana (CSU), presidente de la fracción del PPE en el Parlamento Europeo. Algunos colegas suyos de los países del este de Europa querían ir aún más lejos, pero, según Weber, se pudo llegar a un acuerdo para comenzar el freno a las importaciones de energía rusa con el petróleo y el carbón. La fracción del PPE en el Parlamento Europeo cuenta también con el apoyo de una mayoría de socialdemócratas, liberales y verdes.
“No podemos seguir financiando el sistema de Putin, que lleva a cabo esta terrible guerra”, señaló el eurodiputado, pero con un boicot al petróleo y al carbón rusos se eliminaría, al menos, la mitad de los ingresos que todavía son transferidos día tras día desde los países europeos a Rusia. Aún no se sabe si el Consejo de Gobiernos estará dispuesto a atender la solicitud del Parlamento, dijo Weber, pero los sucesos en Bucha exigen que se envíe un mensaje contundente a Putin.
Hasta ahora se consideraba a Alemania el mayor freno en la Unión Europea con respecto a un embargo al gas ruso, ya que el Gobierno alemán puso como prioridad la seguridad en el suministro a nivel nacional. Ahora, la cuestión es si Berlín está preparado para apoyar al menos este boicot parcial. En particular los políticos polacos criticaron duramente al Gobierno alemán en repetidas ocasiones: “Alemania es el mayor obstáculo para imponer sanciones más estrictas”, subrayó una vez más, el lunes, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.
¿Llega un embargo total contra Rusia?
Un grupo de cerca de 200 parlamentarios tienen demandas más radicales. Piden una cumbre especial para decidir de inmediato sobre un embargo integral en todos los niveles. Este debería incluir un embargo total sobre el gas, el petróleo y el carbón, el cierre de todos los puertos a los barcos rusos, la desvinculación de todos los bancos del sistema de pago SWIFT, y apoyo militar adicional para Ucrania.
Sin embargo, aunque el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pide “mutilar la maquinaria de guerra del Kremlin, para poner fin a las atrocidades en Ucrania”, los países miembros de la Unión Europea deben decidir por unanimidad sobre el nuevo paquete de sanciones.
Y Berlín no es el único que pisa el freno. “Varios de nuestros países miembros, como Rumania, Eslovaquia, la República Checa, incluso Bulgaria, no están tan de acuerdo sobre aplicar medidas inmediatas. Tenemos que examinar mejor el asunto, ya que necesitamos una solución a nivel europeo y la solidaridad de todos los países que dependen en gran medida de las importaciones de energía rusa”, dijo Viola von Cramon, representante de Los Verdes. En principio, su partido quiere empezar ya con el boicot al uranio, al petróleo y al carbón rusos, y con el del gas, lo antes posible. Pero en vista de la situación de Alemania, eso es bastante difícil, explica, y también hay que pensar en la situación de los ciudadanos de menores recursos en otros países de la UE.
Los delegados de la UE deciden en nombre de los Estados miembros
Francia espera que los delegados de la UE decidan este miércoles (6.04.2022) sobre la nueva ronda de sanciones en nombre de sus gobiernos. Pero aún no parece que se haya resuelto el disenso, ya que el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovkis, señaló que prohibir el petróleo y el carbón “era definitivamente una opción”. Deteniendo todas las importaciones de gas de Rusia, el pequeño Estado báltico de Lituania ya ha demostrado que un boicot energético inmediato es posible. “Ustedes también pueden hacer eso, amigos”, desafió el presidente lituano, Gitanis Nauseda, a sus colegas europeos.
Pero estas muestras de unidad europea con respecto a Ucrania probablemente ya hayan quedado atrás. El ministro austríaco de Finanzas, Magnus Brunner, se expresó en contra de un boicot energético durante un encuentro de rutina con sus colegas en Luxemburgo: “Todas las sanciones que nos afecten a nosotros más que a los rusos no serían buenas. Por eso estamos contra las sanciones contra el petróleo y el gas”, aclaró. Es posible que la presión del grupo impulse un poco más las negociaciones del miércoles, pero, hasta el momento, el Gobierno de Viena parece estar, a lo sumo, en la misma línea en cuanto al compromiso sobre el freno a las importaciones de carbón. Al parecer, la Unión Europea se dirige únicamente hacia una solución menor en este nuevo paquete de sanciones, independientemente de todas las reacciones de consternación por las atrocidades que Rusia cometió en Bucha y en otros lugares de Ucrania.
(cp/ers)