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El reportero de guerra neerlandés, Robert Dulmers, denunció haber sido arrestado en Ucrania y deportado a Moldavia por presuntamente violar normas que prohíben compartir o publicar imágenes de ataques rusos.El reportero de guerra neerlandés, Robert Dulmers, denunció haber sido arrestado en Ucrania y deportado a Moldavia por presuntamente violar normas que prohíben compartir o publicar imágenes de ataques rusos, lo que le supuso una prohibición de diez años de entrada al territorio ucraniano.
El periodista, de 56 años, que cubría la guerra desde finales de febrero para el medio neerlandés Nederlands Dagblad (ND), asegura haber sido expulsado del país después de que compartiera este domingo (3.04.2022) por la mañana unas imágenes de los impactos de los cohetes en un depósito de petróleo cerca de la ciudad portuaria de Odesa. “Me acusaron de espionaje”, especificó.
Según explicó, él fue uno de los primeros periodistas en llegar a la escena y tenía “una buena visión de las columnas de humo” provocadas por el bombardeo del Ejército ruso, por lo que publicó fotografías y videos en su cuenta de Twitter, algo que, según su propia versión, fue considerado una “revelación de secretos de Estado”.
“Me agarraron mientras hablaba por teléfono con un representante del Ministerio neerlandés de Exteriores. Luego me arrancaron el teléfono de las manos. (…) Me sujetaron por el cuello y me apuntaron con el arma a la cabeza”, relató a los medios locales.
Aseguró que tres hombres, que no se identificaron, llegaron a su apartamento en un coche negro, le quitaron el pasaporte y uno de ellos le apuntó con un arma cargada cuando se resistió a marcharse con ellos.
Prohibición de entrar a Ucrania en 10 años
El ND detalló que retiraron al reportero la acreditación militar con la que trabajaba y le trasladaron en su propio vehículo a la frontera entre Ucrania y Moldavia. Según un sello en su pasaporte, le prohíben ahora entrar al país en los próximos diez años: “Entrada denegada a Ucrania hasta 2032, firmada en 2022”, recoge el sello, según la imagen compartida por el ND.
Sjirk Kuijper, editor en jefe de ND, afirma en un comunicado que no hay pruebas de que Dulmers haya cometido alguna violación y señaló que la “recopilación de noticias libre e independiente” es esencial para obtener información fiable en condiciones de guerra.
Mientras, el sindicato de periodistas neerlandeses NVJ tilda de “preocupante” que después de Rusia, el trabajo de los periodistas también se esté viendo dificultado en Ucrania.
Desde la invasión rusa en Ucrania, se aplican reglas estrictas a los periodistas que cubren la guerra en el país, señaló el reportero, que explicó que para poder informar junto al Ejército en la provincia adyacente de Mikolaiv, tuvo que rellenar un formulario donde se señalaba la información que no debía compartir, “pero esto no incluía Odesa”, dijo.
El ministerio de Exteriores de Países Bajos, por su parte, aseguró que ya ha contactado a las autoridades en Ucrania sobre lo ocurrido.
rml (efe, nd.nl, volkskrant.nl)