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En el presente, el equipo bávaro sigue dando señales de una defensa carente de liderazgo. Un club que, en su ascenso como institución ganadora, ha consagrado zagueros fieles a sus colores rojo y blanco.No hay equipo chico, dicen. Hace un par de semanas, en la fecha 22 del campeonato alemán, el Bochum se fue al descanso ganando 4:1 en casa contra el Bayern Múnich. No solo sentenció el partido en los primeros 45 minutos, también dejó entrever la crisis defensiva por la que atraviesa el equipo que dirige Julian Nagelsmann.
Una defensa a todas luces huérfana, algo que extraña en esta institución.
Hacer una compacta revisión de grandes luminarias defensivas del Bayern, es también una invitación al debate por los que quedan fuera y otros infaltables. En cualquier caso, lo importante a resaltar es el poderío bávaro apalancado en los referentes de su zaga.
Así, el punto de partida de este breve compilado será el Bayern de los años 70, no por otra razón más allá de ser la década en la cual comenzó su hegemonía en el fútbol alemán.
El ascenso del Bayern dominador: póker de defensores alemanes
El Kaiser Franz Beckenbauer es punta de lanza en cuanto a estilo, dominio, liderazgo y versatilidad sobre el terreno de juego. Un central con destellos de mediocampista, y viceversa por igual. Entre su palmarés con los bávaros resalta un impresionante doble hat-trick de títulos al conquistar el campeonato local de 1972 a 1974, y levantar la Copa Europea (hoy Champions League) de 1974 a 1976.
En esa década de domino muniqués, el alemán Paul Breitner brilló de igual forma en el Mundial de 1974 junto a Beckenbauer y Karl-Heinz Rummenigge, como también lo hiciera en el Bayern Múnich, donde logró siete campeonatos de Bundesliga desde la lateral izquierda.
Durante esos años destacó asimismo Hans-Georg “Katsche” Schwarzenbeck, quien tuvo un total de 416 apariciones como defensor del Bayern Múnich entre 1966 y 1979: seis veces campeón de liga, tres Copas Alemanas y, por supuesto, las Copas Europeas conseguidas de manera consecutiva en los gloriosos 70.
El póker del Bayern tres veces campeón de Europa lo completa Hans-Josef “Jupp” Kapellmann, llegado en 1973 del FC Colonia en calidad de mediocampista y consolidado defensor en el Bayern de Múnich.
Ochenta, noventa y más
Klaus “Auge” Augenthaler defendió los colores bávaros a lo largo de 15 años. Con los de Múnich, el central alzó el título de Bundesliga en siete ocasiones y la Copa Alemana en tres. La contracara a los títulos setenteros de Copa Europea quedó registrada en dos finales perdidas durante los ochenta (1982 y 1987). “Auge” portó el gafete de capitán de los bávaros desde 1984 hasta 1991 cuando se retiró de las canchas.
Otro de los futbolistas de renombre llegado a la escuadra de Baviera a inicios de los noventa, y campeón con la Francia mundialista de 1998, es Bixente Lizarazu. El lateral izquierdo de 1,96 metros de estatura se llenó de gloria en Múnich: seis Bundesligas, cinco Copas, una Champions League en 2001 y una Copa Intercontinental. En 2006, dejó su lugar a otro de esos jugadores de baja estatura y amplio liderazgo.
El versátil Philipp Lahm conquistó la liga en ocho ocasiones. Pocos jugadores dominan con tal maestría los perfiles derecho e izquierdo desde las laterales como lo hiciera Lahm. El 2013 fue el punto más alto de su carrera al ganar la Bundesliga, la Champions, la Supercopa de Europa, la Copa Alemana y el Mundial de Clubes. Uno de los defensas más respetados de todos los tiempos.
Finalmente, para bien o para mal, quizá el último referente defensivo del Bayern Múnich se llama Jerome Boateng. Su palmarés es similar al de Lahm, dos campeones del mundo con Alemania. A pesar de haber dejado al equipo la temporada pasada, es todo un hito integrando la plantilla del Bayern encaminado a cerrar una década como monarca del fútbol alemán.
Hace dos semanas, en Bochum, Nagelsmann no se tentó el corazón para mandar a la banca a Dayot Upamecano luego de un primer tiempo para el olvido.
Hoy, entre los altibajos de Dayot, el introvertido Benjamin Pavard y la anunciada salida de Niklas Süle, la defensa del Bayern Múnich es de perfil bajo. Inusual, pero cierto. Quizá Lucas Hernández sea una prueba de que no todo está perdido, sin embargo, la sentencia es clara: un equipo que apunta a ganar títulos continentales, no puede ser el mismo que se va al descanso con cuatro goles en contra.