Last Updated on diciembre 20, 2025 by Deutsche Welle
La población ucraniana apoya una salida negociada, aunque no a cualquier precio. ¿Hasta dónde están dispuestos a ceder en las negociaciones para poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania?Mientras políticos y diplomáticos de Estados Unidos, Ucrania y Europa analizan los detalles del plan de paz impulsado por Washington, en la opinión pública ucraniana se discute cuál podría ser el desenlace de la guerra de Rusia contra Ucrania. En ese debate, ocupa un lugar central la pregunta de cuáles son las “líneas rojas”, aquellas que no deberían cruzarse bajo ningún concepto en una eventual negociación. No a una solución diplomática a cualquier precio Distintas encuestas muestran que la mayoría de la población ucraniana no está dispuesta a aceptar planes de paz que incluyan concesiones territoriales o que no contemplen garantías de seguridad. Un estudio del New Europe Center revela que casi el 65 por ciento de los ciudadanos considera que Ucrania no debería sentarse a negociar con Rusia sin garantías de seguridad, y más del 86 por ciento está convencido de que congelar la línea del frente solo retrasaría una nueva agresión rusa. Otra encuesta, esta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, indica que el 75 por ciento de la población rechaza el plan de paz que actualmente se discute y que prevé la retirada de tropas ucranianas del Donbás y una limitación numérica de las Fuerzas Armadas del país. “La mayoría está abierta a negociar y a poner fin a la guerra por la vía diplomática e incluso dispuesta a aceptar compromisos difíciles. Pero, al mismo tiempo, se rechazan los planes que se perciben como una capitulación”, explica a DW Anton Hruschezky, del Instituto Internacional de Sociología de Kiev. “Como vemos, existe una mayoría estable de ucranianos dispuesta a soportar la guerra el tiempo que sea necesario”. Poco margen de maniobra para el liderazgo en Kiev Esta postura clara de la sociedad también juega a favor de las autoridades ucranianas. Oleksij Haran, de la fundación Iniciativas Democráticas, subraya que no se trata de un fenómeno nuevo: ya durante la presidencia de Petro Poroshenko, la opinión pública marcó líneas rojas que no podían traspasarse. “Hoy, la opinión pública ayuda a Volodímir Zelenski a resistir la presión de Estados Unidos y a dejar claro qué es lo que el pueblo ucraniano no va a aceptar. La posición de la sociedad es un argumento para Zelenski en las negociaciones con Washington, ya que este puede alegar que el descontento podría desestabilizar Ucrania y provocar un conflicto interno, y eso es precisamente lo que quiere Vladímir Putin”, afirma el politólogo. Disposición a protestar contra una paz impuesta Por esa razón, sostiene Haran, el liderazgo ucraniano no va a firmar acuerdos que puedan provocar protestas en el país. Las encuestas muestran que la población está dispuesta a salir a la calle contra una paz considerada injusta. Según un estudio del New Europe Center, una de cada dos personas protestaría si el liderazgo ucraniano aceptara compromisos que la ciudadanía considere inadmisibles. Según Oleh Saakjan, el Gobierno es plenamente consciente de qué cosas son inaceptables para los ucranianos. La oficina presidencial sabe, gracias a numerosas encuestas, dónde se ubican esas líneas rojas para la población, explica el analista. Entre ellas, se cuentan la ausencia de garantías de seguridad, la cesión de territorios y la celebración de elecciones sin medidas de protección adecuadas. Por otro lado, Saakjan comenta que, si se tratara de “la única píldora amarga” de un acuerdo, la opinión pública podría aceptar bajo ciertas condiciones renunciar al ingreso en la OTAN. Para ello, el pacto debería incluir garantías equivalentes al artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que obliga a los aliados a defender a un país miembro en caso de ataque. Un diálogo necesario con la sociedad La cuestión decisiva, apunta Oleksandr Sushko, de la International Renaissance Foundation, es cómo encajar los resultados de las encuestas con la realidad política a la que se enfrenta el liderazgo ucraniano en el proceso de negociación. “La sociedad ucraniana se toma muy en serio la pregunta sobre el precio de la paz. A pesar de todas las tragedias de la guerra y del alto costo humano que Ucrania paga cada día por la continuidad de los combates, los ucranianos quieren con absoluta claridad que el desenlace del conflicto no ponga en riesgo la soberanía, la independencia ni los pilares fundamentales del Estado, en particular su capacidad de defensa”, subraya Sushko a DW. Al mismo tiempo, reconoce que la búsqueda de compromisos será difícil para la sociedad y supondrá una prueba de resistencia para la relación entre el Estado y la ciudadanía. El Gobierno debería entablar desde ya un diálogo honesto con la población, concluye el experto. Sin ese intercambio previo, advierte, podrían surgir tensiones graves dentro del país. (md/ms)