Last Updated on diciembre 13, 2025 by Deutsche Welle
El atacante de 17 años vive un ascenso meteórico: de la academia muniquesa a la Champions, de la discreción al impacto inmediato, y de la promesa silenciosa al debate nacional sobre su convocatoria para el Mundial.En apenas unos meses, Lennart Karl ha pasado de iluminar los campos de entrenamiento del FC Bayern Campus a situarse en el centro del escaparate continental. Con solo 17 años y 290 días, el atacante se ha convertido en el futbolista alemán más joven en marcar en la Champions League y también el más joven en encontrarse con el gol en tres partidos europeos consecutivos, un récord que hasta ahora ostentaba nada menos que Kylian Mbappé. “Tiene un don especial”, dijo el director deportivo del conjunto bávaro, Max Eberl, tras el último encuentro europeo. Un nombre que ya domina titulares en Alemania Llegado al Bayern Múnich en 2022, tras sus primeros pasos en Eintracht Frankfurt y Viktoria Aschaffenburg, Lennart Karl no tardó en destacar en la academia muniquesa. Desde su ingreso en el Campus, su fútbol transmitía la sensación de que allí había algo distinto: un atacante de técnica depurada, aceleración demoledora y una madurez impropia de su edad. Su velocidad, su control en espacios mínimos y su lectura del juego -afinada como la de un profesional experimentado- hicieron que el primer equipo fijara rápidamente la mirada en él. Las cifras en categorías inferiores reforzaron esa impresión. Más de cuarenta participaciones directas en goles en una sola temporada juvenil avisaban de que el Bayern tenía entre manos un talento mayúsculo, aunque pocos imaginaron que su ascenso sería tan vertiginoso. Un crecimiento supervisado por Vincent Kompany, cuya gestión del joven ha combinado precaución y valentía. Kompany es, en ese sentido, una figura singular. Habla de proteger al jugador, de no acelerar procesos, de construir bases sólidas. Pero acto seguido lo expone a escenarios de máxima exigencia, convencido de que su personalidad competitiva soporta ese desafío. El resultado es un equilibrio poco habitual: un técnico prudente que, a la vez, confía de forma absoluta en el chico llamado a cambiar los planes del Bayern. Más dinamismo para el club bávaro El gran punto de inflexión llegó en la presente edición de la Liga de Campeones. Karl irrumpió ante el Club Brugge con un gol histórico, repitió frente al Arsenal y volvió a ser decisivo ante el Sporting de Lisboa, en un partido que el Bayern remontó por 3-1 con el joven firmando el tanto que rompió el empate. Fue elegido como jugador del partido, un reconocimiento que muchos dentro del vestuario consideraron inevitable tras ver la naturalidad con la que interpretó un duelo de alto voltaje. Más allá del brillo numérico, Karl ha aportado algo difícil de cuantificar: dinamismo. En el sistema flexible de Kompany, que oscila entre un 4-3-3 fluido y un 4-2-3-1 orientado a ataques posicionales, el joven encuentra espacios en todas las alturas del campo. Puede partir desde la derecha y conducir hacia dentro con peligro, pero también se mueve entre líneas como un mediapunta intuitivo, capaz de acelerar jugadas con un toque o de atraer rivales para liberar a compañeros como Harry Kane o Serge Gnabry. Su influencia, pese a la edad, modifica comportamientos defensivos rivales y abre nuevas combinaciones dentro del modelo ofensivo del Bayern. Mirada hacia la Copa del Mundo Su irrupción, inevitablemente, ha reconfigurado la competencia interna. Nadie en Múnich interpreta su aparición como una amenaza, pero sí como una invitación a elevar el listón. Jugadores consolidados deben sostener su rendimiento ante la presión de un talento que progresa cada semana, y Kompany dispone ahora de más variantes tácticas y más margen para rotar sin perder impacto en el último tercio. El eco ha llegado también a la selección alemana, con recado para su entrenador, Julian Nagelsmann por parte de uno de sus pesos pesados, Joshua Kimmich: “Está rindiendo bien en este momento. Y cuando juegas bien en el Bayern de Múnich, eso es toda una declaración, independientemente de la edad”, dijo Kimmich en declaraciones recogidas por varios medios alemanes tras el último partido europeo. “Actualmente, se ha colado en el once inicial. Y cualquier jugador habitual del Bayern de Múnich también debería estar en la selección nacional”, agregó el internacional alemán. Lo cierto es que desde su debut a mediados de junio en el Mundial de Clubes, Karl ya suma 20 apariciones como profesional, nueve de ellas como titular. Así que el debate está servido y las respuestas no son de encaje fácil. ¿Es Karl realmente titular indispensable del Bayern? Y más importante aún, ¿seguirá siendo así hasta el Mundial, cuando Jamal Musiala -actualmente lesionado -pueda volver a jugar a principios de 2026? Eso sin contar con otras piezas que también rondan el ataque alemán de cara a la gran cita internacional del próximo verano, como Leroy Sané, Karim Adeyemi o Said El Mala. El caso de Lennart Karl es el de un talento que avanza a un ritmo que pocos son capaces de sostener. Por ahora, Múnich ya celebra a su nueva perla y Europa, mientras, sigue atenta, a la espera de ver cuánto tarda en convertirse no solo en promesa, sino en referencia. El calendario corre a su favor. (elm)