Last Updated on diciembre 9, 2025 by Deutsche Welle
EE. UU. busca un “cambio de rumbo” en Europa, lo que ha alarmado a expertos. A pesar de una larga lista de acusaciones, los políticos de la UE se mantienen firmes en la alianza transatlántica.”No podemos aceptar la amenaza de interferencia en la vida política de Europa”, dijo António Costa el lunes, 8 de diciembre de 2025 en Bruselas. El presidente del Consejo Europeo expresó su preocupación durante un debate en el Instituto Jacques Delors y enfatizó en la soberanía europea. El trasfondo es la nueva estrategia de seguridad nacional de EE. UU., que en gran medida se considera una afrenta contra Europa. El Gobierno estadounidense publica periódicamente un plan que describe su futura política de seguridad. La última versión critica a las instituciones europeas y puede considerarse una indicación de lo que se puede esperar de EE. UU. en Europa en el futuro. “La democracia en Europa está amenazada” Donald Trump marca la pauta en el prólogo de la estrategia de seguridad nacional: “Estados Unidos debe seguir siendo la nación más grande y exitosa de la historia”. La estrategia sigue la doctrina MAGA y enfatiza el lema “Estados Unidos primero”. El Gobierno estadounidense deja claro que persigue principalmente los intereses nacionales. Europa sigue siendo un socio estratégico, pero se enfrenta principalmente a críticas. Desde la perspectiva del documento de la Casa Blanca, Europa va por mal camino: recesión económica, libertad política reprimida y políticas migratorias deficientes. Las acusaciones son numerosas: las instituciones europeas restringen la libertad de expresión y reprimen a la oposición, las identidades nacionales se pierden. “Si nada cambia, el continente será irreconocible en 20 años o menos”, se afirma en la estrategia, que insiste en que hay que detener la migración masiva mundial. Inspirados en la doctrina MAGA Judy Dempsey, de Carnegie Europe, considera el documento como una continuación de la política MAGA: “Ahora sabemos la postura de la Administración Trump, eso es bueno”, declara a DW. El documento muestra claramente que Washington sigue una política transaccional. Todo tiene un precio y debe servir a los intereses estadounidenses, explica Dempsey. La nueva estrategia de seguridad se basa, entre otras cosas, en el discurso de J.D. Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich. En febrero de 2025, el vicepresidente estadounidense denunció la supuesta falta de libertad de expresión en Europa y cuestionó los valores europeos. El nuevo documento estratégico va un paso más allá. EE. UU. quiere “ayudar” a Europa El Gobierno estadounidense pretende asumir un papel activo en el futuro y “ayudar” a corregir el rumbo actual. Uno de los objetivos es “estimular la resistencia contra el rumbo actual de las naciones europeas”. Estados Unidos ve con buenos ojos la influencia de los “partidos patrióticos europeos”. Esto podría referirse, por ejemplo, a AfD (Alternativa para Alemania), que está en proceso de establecer contactos con líderes republicanos. Lo que esto podría significar en términos concretos ya se puede ver en las instrucciones de Marco Rubio. El secretario de Estado estadounidense ha dado indicaciones a los diplomáticos estadounidenses en Europa para que presiones a los gobiernos nacionales y restrinjan significativamente la inmigración. Elogios de Moscú, confusión en Bruselas Para estabilizar la economía europea, a EE. UU. le interesa resolver la guerra en Ucrania. El Gobierno estadounidense presentó recientemente un plan de 28 puntos para una solución. Rusia acogió con satisfacción la propuesta, mientras que los políticos europeos y el presidente ucraniano Zelenski protestaron. Los 28 puntos tenían en cuenta en gran medida los intereses rusos. Según su estrategia, la administración Trump se ve “en desacuerdo con los políticos europeos que tienen expectativas poco realistas sobre la guerra”. Y una vez más, el Gobierno de Trump recibe elogios de Moscú. El Kremlin declaró que la nueva estrategia de seguridad estadounidense coincidía en gran medida con las opiniones rusas. Ian Lesser, que dirige la oficina en Bruselas del German Marshall Fund, un think tank transatlántico, ve en las declaraciones estadounidenses la confirmación de una diferencia fundamental. Mientras que el Gobierno estadounidense “simplemente ve la guerra en Ucrania como un problema desagradable que debe resolverse y dejarse de lado”, según Lesser, Europa se enfrenta al reto de “cómo convivir con una Rusia agresiva en el futuro”. Kaja Kallas: “En parte también es cierto” Mientras que muchos observadores de la UE miran con preocupación las señales de EE. UU., los principales políticos de la UE se mantienen firmes en la asociación transatlántica. La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, intentó disipar las preocupaciones en el Foro de Doha. “En parte también es cierto”, declaró desde un podio en la capital catarí. “Europa está subestimando su propia fuerza”, señaló y pidió tener mayor confianza, al tiempo que destacó la colaboración con Estados Unidos. “Debemos mantenernos unidos”. Por su parte, el presidente del Consejo de la UE, António Costa, también hizo hincapié en la asociación transatlántica. Si bien EE. UU. sigue siendo un socio importante, adoptó una postura defensiva ante las declaraciones estadounidenses sobre cuestiones de la estrategia de seguridad europea interna: “Estados Unidos no puede decidir, en nombre de los ciudadanos europeos, qué partidos tienen razón y cuáles no”, declaró por la mañana en una conferencia en Bruselas. “Para protegernos no solo de nuestros adversarios, sino también de nuestros aliados, debemos fortalecer Europa”, añadió. (ct/ms)