Las exigencias de Trump ponen a prueba la paciencia de Seúl

Last Updated on octubre 29, 2025 by Deutsche Welle

Mientras Trump exige una inversión de 350 mil millones y una cumbre con Kim Jong-un, Corea del Sur alega riesgos financieros y muestra enojo por una reciente redada del ICE en una planta de Hyundai en EE.UU.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegará el miércoles, 29 de octubre, a Corea del Sur, como parte de su gira de cinco días por Asia. En la agenda hay dos objetivos centrales: concretar un paquete de inversiones surcoreanas por 350 mil millones de dólares en Estados Unidos y lograr una nueva reunión cara a cara con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Después de haber pasado por Malasia y Japón, donde Trump firmó acuerdos comerciales y de seguridad favorables a Washington, los analistas anticipan que en Seúl sus metas serán más difíciles de alcanzar. Un acuerdo multimillonario en el limbo El presidente surcoreano, Lee Jae-myung, se mantiene firme frente a la exigencia estadounidense de llevar a cabo un gigantesco paquete de inversión a cambio de reducir los aranceles a las importaciones coreanas. Según funcionarios de Seúl, la mayor parte de esos 350 mil millones estaría destinada a préstamos y garantías para empresas surcoreanas que abran nuevas plantas en Estados Unidos. Trump, sin embargo, quiere que el monto se entregue en efectivo o acciones “por adelantado”. Lee advierte que semejante desembolso podría desestabilizar los mercados financieros del país, poniendo en riesgo todo el acuerdo. Una fría bienvenida en Corea del Sur El mandatario estadounidense no será recibido con demasiado entusiasmo en Corea del Sur. En los últimos días, hubo protestas frente a la embajada estadounidense en Seúl. Muchos surcoreanos sienten que su país está siendo presionado a aceptar acuerdos comerciales poco equitativos y temen que Trump vuelva a amenazar con retirar tropas estadounidenses si no obtiene lo que busca. La molestia se acentuó tras una redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en una planta de Hyundai, en el estado de Georgia, en septiembre pasado. Más de 300 trabajadores surcoreanos fueron detenidos y deportados. Desde entonces, ambos Gobiernos acordaron crear un grupo de trabajo para diseñar una nueva categoría de visas destinada a futuros proyectos de inversión surcoreana en Estados Unidos, explicó el canciller Cho Hyun. Una alianza en debate “Para muchos surcoreanos, Estados Unidos ha sido por décadas su socio más importante en materia de seguridad”, señala Hyobin Lee, profesora de la Universidad Sogang, en Seúl. “Pero, bajo la administración Trump, crece la percepción de que la alianza se usa para obtener ventajas económicas unilaterales”. La idea de que Corea del Sur deba hacer inversiones masivas solo para evitar nuevos aranceles se percibe como una forma de presión e incluso como una traición. Pese a las tensiones, Washington y Seúl aseguran que avanzan en el diálogo sobre el paquete de inversiones. El plan prevé una reducción de los aranceles estadounidenses del 25 al 15 por ciento, aunque aún quedan puntos sin resolver: el monto final, los plazos, la forma de pago y el reparto de pérdidas y beneficios. En una entrevista con Bloomberg, Lee dijo que aún quedan varios puntos conflictivos, incluidos el monto de la inversión, el calendario, el método de inversión y cómo se compartirán las pérdidas y las ganancias. “Estados Unidos, por supuesto, tratará de maximizar sus intereses, pero no debe ser hasta el punto de causar consecuencias catastróficas para Corea del Sur”, comentó Lee. Por su parte, Kim Sang-woo, exdiputado progresista y miembro de la Fundación para la Paz Kim Dae-jung, considera que el pedido estadounidense es “desproporcionado”. “El monto equivale al 6,5 por ciento de nuestro PIB. Si Corea aceptara pagar eso en efectivo, podría provocar un fuerte impacto negativo en nuestra economía”, señala. Seguridad y diplomacia en Asia Durante su paso por Corea, Trump y Lee mantendrán una cumbre bilateral en el marco del foro APEC, que se realizará en la ciudad de Gyeongju. En el vuelo de Malasia a Japón, Trump insinuó que quiere revivir la “buena química” que tuvo con Kim Jong-un durante su primer mandato. “Me encantaría reunirme con él, si él quiere hacerlo”, dijo a los periodistas. “Ya puse en redes que voy a Corea del Sur, y si desea encontrarse conmigo, estoy dispuesto”, añadió días antes. Por ahora, no hay señales desde Pyongyang que indiquen que ese encuentro pueda concretarse. La última vez que ambos líderes se vieron fue en junio de 2019, en la aldea fronteriza de Panmunjom. La primera reunión, en Singapur en 2018, fue cordial, pero el diálogo se rompió tras el fracaso de las negociaciones en Hanói en 2019. Desde entonces, Kim firmó una alianza militar y comercial con Rusia que alivió buena parte de las carencias de combustible y alimentos derivadas de las sanciones internacionales. “Siempre es posible que puedan reunirse, pero creo que Kim tratará de obtener tanto como pueda de Trump si lo hacen”, subraya el exdiputado Kim Sang-woo. “Por otro lado, Trump busca promover la imagen de estar reuniéndose con Kim, más que ofrecer algo sustancial. No creo que eso sea suficiente para convencer a Kim”, prevé el exdiputado. (md/ms)

regina nails

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *