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Israel invita a una conferencia sobre antisemitismo en Jerusalén. Algunos de los participantes son políticos de ultraderecha de toda Europa, lo que ha generado una gran controversia.¿Quiénes son las fuerzas impulsoras del antisemitismo moderno? Esta es la pregunta en torno a la cual gira la conferencia, según señala el organizador en su página web, el ministerio israelí de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo.
Sin embargo, la lista de invitados al evento, que se celebra del 26 al 27 de marzo de 2025 en Jerusalén, ha generado una gran controversia. Entre los asistentes figuran destacados miembros de la ultraderecha en Europa.
Javier Milei, entre los invitados
Se ha invitado al líder del partido ultraderechista francés Reagrupación Nacional, Jordan Bardella, a una política del partido Fidesz de Viktor Orbán en Hungría, y a un eurodiputado de los ultraderechistas Demócratas de Suecia. También se espera la presencia de Milorad Dodik, presidente de la República Srpska, quien es conocido por su cercanía con Vladímir Putin.
El invitado estrella de la conferencia será el presidente de Argentina, Javier Milei. Muchos de los participantes comparten un vínculo cercano con el Gobierno israelí y promueven una agenda antiislámica.
Serán recibidos por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli. Además, el presidente israelí, Isaac Herzog, ha invitado a algunos de los asistentes a su residencia en la víspera del encuentro.
¿Una alianza de la ultraderecha contra el Islam?
El enfoque del evento sobre antisemitismo parece centrarse principalmente en el antisemitismo islámico, según indica el programa de la conferencia, titulado «Cómo el islamismo radical alimenta el antisemitismo en Occidente».
Entre los invitados, se encuentra Milorad Dodik, que niega el genocidio de musulmanes cometido por los serbios bosnios en Srebrenica en 1995. En febrero de 2025, Dodik fue condenado a prisión por no acatar directrices internacionales.
Sin embargo, la relación entre la ultraderecha y el antisemitismo no figura en la agenda de la conferencia. Investigadores sobre antisemitismo y organizaciones judías han advertido durante años sobre el auge de la ultraderecha como una amenaza para la vida judía en todo el mundo.
La participación de figuras de ultraderecha ha suscitado duras críticas. «No se puede organizar una conferencia contra antisemitismo e invitar al mismo tiempo a antisemitas que perpetúan el veneno del prejuicio y el odio», subraya a DW el jurista y autor alemán Michel Friedman, expresidente del Congreso Judío Europeo y miembro del Consejo Central de los Judíos en Alemania.
Friedman considera que el Gobierno de Netanyahu está estableciendo alianzas intolerables. «Sabemos que la relación con Viktor Orbán en Hungría es importante para ellos. Este Gobierno se está inclinando cada vez más hacia la ultraderecha, y eso es muy peligroso para Israel», advierte Friedman.
Numerosas cancelaciones debido a la presencia de la ultraderecha
Las críticas han llevado a varias figuras a retirarse del evento. Jonathan Greenblatt, director de la Liga Antidifamación (ADL) en EE.UU., ha cancelado su participación, al igual que el filósofo francés Bernard-Henri Lévy y tres destacados invitados alemanes.
Felix Klein, comisionado del Gobierno alemán para la vida judía y la lucha contra el antisemitismo, explica a DW sus razones para no asistir: «Decidí no participar, porque no quiero aparecer en una conferencia junto a personas con las que las comunidades judías en la diáspora no tienen relación».
Volker Beck, presidente de la Sociedad Germano-Israelí, también ha declinado la invitación. En una declaración a DW, Beck expresa su sorpresa al ver que casi todos los invitados son parlamentarios de ultraderecha, cuyas organizaciones no siempre respetan la religión judía en sus propios países.
¿Un «sello kosher» para la ultraderecha?
La conferencia representa un problema significativo para las comunidades judías en Europa, escribió Ariel Muzicant, presidente del Congreso Judío Europeo, en un artículo para el Jerusalem Post.
«Los políticos de ultraderecha no participan en la conferencia por amor a Israel o por proteger a los judíos, sino principalmente para obtener un ‘sello kosher’ de legitimidad», denunció.
Por su parte, el historiador Michael Brenner, profesor de Historia y Cultura Judía en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, calificó el evento como una rendición ante la ultraderecha.
En un artículo para el Süddeutsche Zeitung, Brenner advirtió: «En las comunidades judías fuera de Israel, que sufren cada vez más ataques verbales y físicos, crece la disposición a aceptar a fuerzas derechistas y antimusulmanas como aliados en la lucha contra el terrorismo». Sin embargo, advirtió que «estos extremistas odian solo un poco más a los musulmanes que a los judíos, que también están en su lista negra».
La crítica se ha centrado en el Gobierno de Netanyahu. La organización Diaspora Alliance, que lucha contra el antisemitismo y su instrumentalización política, lleva tiempo denunciando que el Gobierno israelí usa las acusaciones de antisemitismo para deslegitimar las críticas a su política.
Incluso dentro de Israel, la conferencia ha generado rechazo. Representantes de la diáspora judía criticaron en una audiencia ante la Comisión de Inmigración e Integración del Knéset que el Gobierno israelí no consultó con ellos antes de invitar a figuras de la ultraderecha. El ministerio de Asuntos de la Diáspora se defendió alegando haber convocado a representantes de diversas posturas políticas.
«Unidos en la lucha contra el antisemitismo»
El portavoz del ministerio de Asuntos de la Diáspora, Gilad Zwik, defiende la selección de los participantes en una respuesta a DW: «El evento recibe a invitados de distintos países y con diferentes trasfondos políticos. Todos comparten un objetivo común: la lucha intransigente contra el antisemitismo y la deslegitimación de Israel». Niega que haya habido muchas cancelaciones.
Mientras tanto, Israel atraviesa una oleada de protestas contra el Gobierno de Netanyahu, impulsadas por la preocupación por los rehenes aún retenidos por Hamás. Los opositores al Gobierno acusan a Netanyahu de fracasar en las negociaciones para su liberación y protestan contra la reanudación de los combates en la Franja de Gaza.
Para Michel Friedman, las protestas son una señal positiva: «Este país está en medio de una guerra y, aun así, la gente sale todos los días a manifestarse contra el Gobierno», afirma en entrevista con DW.
(gg/ms)