¿Qué complica la reparación de armas occidentales en Ucrania?

Muchos sistemas de armas occidentales dañados durante los enfrentamientos en Ucrania quedan fuera de combate. Su reparación suele tardar meses. ¿Cuáles son las razones y cómo se está solucionando?»Creo que son los mejores y más precisos», dice el artillero ucraniano Bohdan Nahaj sobre los obuses alemanes Panzerhaubitzen 2000 (PZH 2000) que utiliza su brigada y que ayudan a Ucrania en la lucha contra la agresión bélica de Rusia. Sin embargo, hay un gran problema, admite el militar, comandante de una división, quejándose de fallos debidos al uso intensivo.

Los más comunes son los errores de software, aunque también se recalientan los controles y los cañones de las armas. Como resultado, hasta dos tercios de los obuses alemanes están temporalmente inutilizables, explica a DW. Incluso las reparaciones que los técnicos ucranianos podrían llevar a cabo in situ, como el reemplazo de los cañones, se retrasan por la falta de piezas. «El tiempo depende de los recambios: entre dos y seis meses», explica el artillero.

Empresas conjuntas y oficinas de representación

Los problemas de reparación son conocidos desde hace tiempo por los políticos alemanes. «Es absurdo que en la actualidad fallen más sistemas de armas por falta de piezas de repuesto que por fuego enemigo», se quejó en septiembre el presidente de la Comisión de Defensa del Bundestag, Marcus Faber, ante el periódico Bild. Desde entonces, el problema no parece haberse resuelto, aunque sí ha habido algunas mejoras.

Por ejemplo, el fabricante de los obuses, la empresa de armas franco-alemana KNDS, abrió a principios de octubre una filial y una oficina en Kiev, lo que mejora la coordinación con las autoridades y los talleres ucranianos. Según KNDS, el consorcio y la industria ucraniana producirán conjuntamente munición de artillería de 155 mm en Ucrania y fabricarán piezas de repuesto utilizando las tecnologías de producción más modernas.

Ayuda con reparaciones in situ

«Seguimos esforzándonos por proporcionar a las fuerzas armadas ucranianas un amplio material para la resolución de problemas y el mantenimiento independientes. En el ámbito industrial, se estudian constantemente nuevos métodos de producción, posibles colaboraciones o soluciones técnicas prácticas para reducir el problema de las piezas de repuesto», respondió el Ministerio de Defensa alemán a preguntas de DW.

Berlín destaca que está realizando grandes esfuerzos para proporcionar el apoyo adecuado a los sistemas de armas entregados. Para este fin, el personal ucraniano también recibirá formación en mantenimiento. Además, Ucrania recibirá apoyo con vehículos pesados ​​para transportar los sistemas dañados a las instalaciones de reparación y Kiev también recibirá apoyo técnico multimedia y documentación técnica, dijo el Ministerio.

Se necesitan cañones con urgencia

Pero la guerra reveló muchas deficiencias en la industria armamentística europea. Los observadores señalan, sobre todo, que el problema del rápido desgaste de los cañones de las armas se ve agravado por una estandarización inadecuada. Resulta que no todos los fabricantes, incluso dentro de la Unión Europea, certifican sus productos para todo tipo de armas. «Los ucranianos utilizan todo tipo de proyectiles de 155 mm que encuentran para los obuses alemanes. Pero, sin la certificación, no todos ellos pueden utilizarse en obuses autopropulsados ​​sin que ello suponga un riesgo para el equipo», explica una fuente a DW.

Rheinmetall, que produce los cañones para el PZH 2000 y fue objetivo de un atentado, asegura que apoyará a Ucrania en la medida de sus posibilidades, también en el ámbito de piezas de repuesto y reparaciones. «Para ello, Rheinmetall cuenta actualmente con su propia planta de reparaciones en Ucrania. En el ámbito de la producción de cañones, ya hemos aumentado masivamente nuestras capacidades para poder satisfacer la demanda», declaró la empresa alemana a DW en respuesta a una consulta. En marzo, la empresa dijo que quería construir una fábrica de tanques en Ucrania.

Simplificación del transporte internacional de armas

Pero la reparación de equipos militares también se ve frenada por la burocracia. En Alemania es necesario obtener una licencia de exportación para cada artículo de equipamiento militar, incluidas las entregas de piezas de repuesto, lo que, según un representante de una empresa de armamento, puede llevar meses. Según él, los fabricantes esperan con impaciencia la creación de un «espacio Schengen militar» con un proceso simplificado que no requiera licencias de exportación, propuesto recientemente por el canciller alemán Olaf Scholz, quien desde hace tiempo apuesta por la «producción en masa» de armamento en Europa.

«Sería importante que Ucrania formara parte de este espacio», enfatizó a DW un interlocutor de una empresa armamentística alemana. «Como Ucrania no es miembro de la UE, ya hay problemas con los trámites aduaneros en la frontera», dicen los observadores, por ejemplo con los Panzerhaubitz 2000 dañados que son llevados a Eslovaquia para ser reparados. «Cuando llegan allí, la reparación tarda un año, quizá más tiempo», afirma el artillero Bohdan Nahaj. Las largas reparaciones causan grandes problemas en el campo de batalla, añade.

«Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos»

Las conversaciones de DW con funcionarios militares ucranianos muestran que hay problemas de reparación con todas las armas occidentales. Los técnicos ucranianos buscan alternativas propias compatibles, pero eso no es posible con componentes de alta tecnología. «A principios de 2022, nuestros socios tenían piezas de repuesto disponibles, pero luego empezaron los problemas de abastecimiento. Encontramos especialistas en empresas ucranianas que pueden reproducir algunas piezas ellos mismos», dice un técnico de la 17ª Brigada de Tanques, conocido con el apodo de «Kynologist».

Viktor (nombre ficticio), un mecánico de una unidad que lucha en la región de Donetsk, también le cuenta a DW sobre su propia producción de repuestos. Los voluntarios le ayudaron a montar un taller de campaña. «En más de dos años he enviado 16 morteros americanos a reparar, de los cuales sólo dos han regresado. Por eso hacemos todo lo que está en nuestras manos», subraya Viktor.

(lgc/ers)