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En Alemania, se ha lanzado una iniciativa multipartidaria de izquierda para despenalizar el aborto en las primeras etapas del embarazo. Las encuestas muestran apoyo público, pero los legisladores conservadores se oponen.Los legisladores de los partidos de centroizquierda de Alemania quieren legalizar el aborto durante los tres primeros meses de embarazo.
El artículo 218 de Código Penal alemán es polémico desde hace mucho tiempo. Si bien el aborto sigue siendo ilegal, desde la década de 1990 se permite abortar a las mujeres durante los tres primeros meses de embarazo, bajo excepción y sin penalización, siempre y cuando reciban asesoramiento al menos tres días antes de interrumpir el embarazo y el procedimiento lo realice un médico, o en caso de violación, o cuando la salud mental o física de la mujer está en riesgo.
Ulle Schauws, de Los Verdes, y Carmen Wegge, del Partido Socialdemócrata (SPD), encabezan la propuesta para abolir el artículo 218 antes del final de este período legislativo, que acaba en febrero de 2025.
El requisito de asesoramiento obligatorio se mantendría, pero no habría que esperar tres días después del asesoramiento para abortar. El canciller Olaf Scholz (SPD) firmó la propuesta, lo que ha provocado duras críticas de su principal oponente en la próxima campaña electoral, el líder cristianodemócrata Friedrich Merz, conservador católico, que se ha pronunciado enérgicamente contra la iniciativa, calificándola de «afrenta al pueblo».
Sin embargo, las encuestas muestran un fuerte apoyo de la población a la despenalización del aborto. El 74 por ciento se pronuncia a favor del acceso sin restricciones al aborto durante los primeros tres meses de embarazo, según la última encuesta del Barómetro de Tendencias de las cadenas privadas RTL/ntv.
La criminalización afecta a mujeres y a médicos
Desde 2003, el número de consultorios médicos que practican abortos se ha reducido casi a la mitad. La situación es difícil, sobre todo, en el sur de Alemania.
En 2022, los legisladores derogaron el párrafo 219a del Código Penal alemán, conocido como la prohibición de la publicidad del aborto. Según esa ley, con origen en la política social de la época nazi, cualquiera que «ofrezca, anuncie [o] publicite» servicios de aborto puede enfrentarse a penas de hasta dos años de prisión o a una multa. Para los médicos, la burocracia legal, la amenaza de proceso legal y el posible acoso por parte de activistas que se oponen al derecho al aborto, son un gran impedimento, según Stephanie Schlitt, vicepresidenta de ProFamilia, un organismo independiente de planificación familiar, que ha estado pidiendo cambios legislativos desde la década de 1970.
Recientemente, también se ha prohibido el acoso callejero. Se considera un delito menor el hecho de que los activistas antiabortistas protesten agresivamente cerca de centros de asesoramiento, hospitales o consultorios medicos que ofrecen asesoramiento sobre el embarazo o realizan abortos.
El aborto, un proceso complicado para mujeres y médicos
Según Schlitt, el aborto sigue siendo un proceso complicado, que implica altos costos, trámites complejos y estigmas. Los seguros médicos no suelen cubrir los costos del aborto. Además, las píldoras abortivas solo están permitidas en Alemania hasta 49 días después de la concepción.
En abril de 2024, una comisión designada por el Gobierno, compuesta por 18 expertos médicos y expertos en ética, concluyó que la criminalización ya no era sostenible según el derecho constitucional, internacional y europeo. Sin embargo, sus recomendaciones fueron archivadas tras el rechazo de algunos miembros del partido liberal FDP, entonces aún parte de la coalición gubernamental.
La diputada del FDP Katrin Helling-Plahr dijo al portal católico katholisch.de, que era inapropiado «lanzar un tema tan complejo ante el Parlamento en los últimos metros». Pero el ala joven del FDP escribió a todos sus parlamentarios pidiéndoles que continúe el debate. La vicepresidenta de ProFamilia, Stephanie Schlitt, opina que «este paso era necesario desde hace tiempo. Alemania tiene una de las leyes más restrictivas en materia de aborto de Europa».
El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) ha adoptado una postura «pro vida», priorizando la protección del feto y rechazando cualquier apoyo estatal al aborto. Por el contrario, el partido La Izquierda no sólo exige la eliminación del párrafo 218 del Código Penal alemán, sino que también apoya el suministro de anticonceptivos gratuitos.
Schlitt ve «una ventana de oportunidad histórica» y advierte que «la polarización de la sociedad es más probable si la ley permanece como está porque las mujeres, las que tienen hijos, ven que sus intereses no cuentan».
Si la propuesta se presenta al Parlamento, la votación será abierta. Podría darse el caso de que los conservadores cristianodemócratas y socialcristianos (CDU/CSU) y la AfD voten juntas en contra, lo que supone un dilema para la CDU/CSU, que anteriormente se ha negado a cooperar con la AfD.
(rmr/rml)