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Con Kamala Harris y Donald Trump casi empatados en su carrera hacia la presidencia, ¿qué significaría cualquiera de ellos para el futuro de Ucrania y las relaciones de EE.UU. con Rusia?El resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses no sólo marcará el rumbo del futuro del país. También tendrá un impacto existencial en Ucrania.
Estados Unidos ha sido el mayor apoyo de Ucrania en su intento de defenderse de la invasión rusa. Bajo la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos ha suministrado a Ucrania hasta ahora inteligencia militar, dinero en efectivo y armamento avanzado por valor de casi 175.000 millones de dólares.
Quienquiera que sea elegido presidente el 5 de noviembre podría tener en sus manos el destino de Ucrania. Cuando la persona que suceda a Biden tome posesión el 20 de enero de 2025, la guerra habrá durado casi tres años.
Estados Unidos tiene tres opciones: “Recortar la ayuda a Ucrania, mantener el statu quo o adoptar un enfoque más asertivo”, afirma Michaela Mattes, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de California en Berkeley, especializada en conflictos y cooperación internacionales.
Kamala Harris, Rusia y la guerra en Ucrania
La candidata presidencial demócrata y actual vicepresidenta, Kamala Harris, ha sido clara al respecto.
“Harris se ha comprometido a seguir apoyando a Ucrania todo el tiempo que haga falta”, afirma a DW Shawn Donahue, profesor adjunto de Ciencias Políticas en la Universidad de Buffalo, en Nueva York. Donahue dice que Harris también sería “más proclive a permitir el uso de armas de largo alcance estadounidenses contra objetivos dentro de Rusia”.
Mattes coincide en que, como mínimo, Harris seguirá con el statu quo y apoyará a Ucrania y mantendrá las sanciones rusas. Incluso podría volverse más asertiva y adoptar una postura más firme para establecer una reputación de líder fuerte.
Para la vicepresidenta, la seguridad europea y la estabilidad mundial están en juego. “Harris ve a Rusia como un país peligroso que ha violado el derecho internacional y que también ha hecho algo inmoral, de forma que no se puede confiar en Rusia”, dice Mattes.
Donald Trump, Rusia y la guerra en Ucrania
El candidato presidencial republicano Donald Trump tiene un enfoque diferente sobre Ucrania y se ha rodeado de asesores afines.
Trump tiene una historia complicada con Ucrania, que incluye su intento de presionar al presidente, Volodimir Zelenski, para que abriera una investigación contra Biden.
Trump alega su relación con el presidente ruso, Vladimir Putin, para afirmar que la guerra no se habría producido si él hubiera sido presidente.
Ahora, el expresidente promete poner fin a la guerra “en 24 horas” si gana la reelección. Sin detalles sobre cómo ocurriría esto, muchos suponen que cualquier acuerdo de paz favorecería a Rusia.
Trump podría obligar a Ucrania a aceptar algún tipo de congelación del conflicto, quedando más o menos las líneas actuales del campo de batalla, “lo que sería a costa del territorio ucraniano”, dice Donahue. No está claro si Putin aceptaría esas condiciones a largo plazo, pero darían tiempo a su Ejército para rearmarse.
El candidato republicano también ha dejado claro que “Europa tiene que proporcionar una mayor parte de la ayuda a Ucrania”, afirma Dominik Tolksdorf, miembro asociado del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores e investigador principal no residente del Global Governance Institute.
Reducir el apoyo vital a Ucrania podría forzar la situación. Si la ayuda estadounidense terminara por completo, los Gobiernos europeos tendrían dificultades para apoyar a Ucrania por sí solos. “Eso daría más margen al Kremlin para imponer su voluntad a Ucrania”, afirma Tolksdorf, especializado en política estadounidense y relaciones transatlánticas.
Ucrania y el ingreso en la OTAN
Otra cuestión espinosa es el deseo de Ucrania de ingresar en la OTAN. Es probable que, en algún momento, Harris apoye el ingreso de Ucrania en la OTAN, afirma Donahue.
Una sugerencia que se está discutiendo es un modelo de adhesión que asuma que el país no recupere las fronteras de 1991. En este caso, la OTAN sólo estaría obligada a defender el territorio que actualmente controla Ucrania. Sería similar a la situación con Alemania occidental antes de la reunificación alemana.
Trump, por otra parte, ha sido un crítico declarado de la OTAN, sugiriendo incluso que no defienda a algunos miembros que no gastan lo suficiente en defensa.
A pesar de esa animadversión hacia la organización, “Trump podría acercar a Ucrania a la OTAN como parte de un acuerdo que ponga fin a la guerra”, dice Kurt Volker, enviado especial a Ucrania entre 2017 y 2019.
Tener a Ucrania en la OTAN formaría parte de “una paz permanente y una disuasión permanente”, dijo Volker a DW a principios de octubre.
Sin duda, Rusia espera una victoria de Trump, no sólo porque podría ayudar a Putin a ganar terreno en Ucrania, sino porque, como presidente, “podría dividir aún más Estados Unidos y desestabilizar la democracia estadounidense”, subraya Tolksdorf.
“La esperanza en el Kremlin es que EE. UU. bajo Trump se preocupe principalmente de sí mismo y sea incapaz de ser un actor activo en la política internacional”, concluye.
(gg/ms)