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SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Explicación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes siguiente a la solemnidad del Corpus Christi. La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días, por lo que le demostremos a Jesús con nuestras obras que lo amamos y correspondemos a el amor que Él nos da demostrado en la cruz. De nosotros depende si nos acercamos o nos alejamos de Él. El Sagrado Corazón de Jesús nos hace recordarlo y nos inspira a actuar según que haría Él en determinada situación u oportunidad, por lo tanto, esto nos hace pensar si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios
En el lenguaje bíblico, el sagrado corazón de Jesús tiene un significado mucho más amplio del que nosotros le atribuimos: indica la interioridad del hombre. Y Jesús nos dice: «Tú me interesas», «Tomo tu vida en mi corazón». Pero también nos dice: «Haz esto en memoria mía: cumple los mandamientos.
Así, el Sagrado Corazón de Jesús es una devoción católica referida al corazón de Jesucristo. Esta devoción insta a tener los mismos sentimientos de Cristo. El pecado nos aleja de Jesús y esto lo entristece porque Él quiere que todos lleguemos al Cielo con Él. Nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Oraciones al Sagrado Corazón de Jesús
Divino Corazón de Jesús,
te ofrezco por medio del Corazón Inmaculado de María,
madre de la Iglesia, en unión con el sacrificio eucarístico,
las oraciones, acciones, alegrías y sufrimientos de este día
en reparación de los pecados y por la salvación de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo, para gloria del Padre Divino.
Amén.
Fuente: Sagrado Corazón de Jesús. Vatican News
Podemos conseguir una estampa o una figura en donde se vea el Sagrado Corazón de Jesús y, ante ella, llevar a cabo la consagración familiar a su Sagrado Corazón, de la siguiente manera:
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.
Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.
Fuente: Catholic.net – Sagrado Corazón de Jesús
Origen de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Juan Eudes celebro esta fiesta por primera vez el 20 de octubre de 1672. También, Matilda de Magdeburgo (1212-1283), Matilde de Hackeborn (1241-1298) y Gertrudis de Helfta (1256-1302)—, así como el dominico Beato Enrique Suso (1295 – 1366), habían cultivado la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Sin embargo, es a Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), quien tenía un gran amor por Jesús, la que se le atribuye mayor contribución a la difusión de esta celebración. Era una religiosa de la Orden de la Visitación que vivía en el convento de Paray-le-Monial (Francia) desde 1671. Jesús se le apareció en varias ocasiones para decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres y lo mucho que le dolía a su Corazón que los hombres se alejaran de Él por el pecado.
Durante estas visitas a su alma, Jesús le pidió que nos enseñara a quererlo más, a tenerle devoción, a rezar y, sobre todo, a tener un buen comportamiento para que su Corazón no sufra más con nuestros pecados.
Tuvo varias visitas de Jesús, siendo las más relevantes la que indican a continuación:
-
El 27 de diciembre de 1673 recibió la primera visita de Jesús, que quiso compartir con ella los sufrimientos de su Corazón rebosante de amor por el Padre y por toda la humanidad, del mismo modo que los compartió con el discípulo Juan durante la Última Cena. «Mi divino corazón está tan apasionado de amor por la humanidad que, incapaz de contener en sí mismo las llamas de su ardiente caridad, debe difundirlas. Te he elegido para este gran proyecto”, le dice.
- Al año siguiente (1674), Margarita tuvo otras dos visiones. En la primera apareció el corazón de Jesús en un trono de llamas, más brillante que el sol y más transparente que el cristal, rodeado de una corona de espinas.
- En una tercera visita, la segunda de 1674, Margarita contempló a Cristo resplandeciente de gloria, con rayos de luz que salían su pecho y se expandían por todos lados. Jesús le habló de nuevo y le pidió que comulgara cada primer viernes de mes durante nueve meses consecutivos, y que se postrase en tierra en oración durante una hora en la noche entre los jueves y los viernes. Nacieron así las devociones de los nueve viernes y de la hora santa de adoración. Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que, si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá las gracias, paz y bendiciones
- En una cuarta visión, Cristo le pidió que se instituyera una fiesta para honrar su Corazón y reparar, mediante la oración, las ofensas que recibe.
Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:
Santa María de Alacoque comunicó doce beneficios espirituales de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Estos beneficios van dirigidos a la persona que comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, y son los siguientes:
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.
En 1856, Pío IX ordenó que la fiesta del Sagrado Corazón fuera extendida universalmente a toda la Iglesia. En 1995, San Juan Pablo II instituyó en este mismo día la Jornada Mundial de Oración por la Santificación del Clero, para que Jesús custodie el sacerdocio en su corazón.
Tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos ayuda a recordar su gran amor y a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes siguiente a la solemnidad del Corpus Christi y está incluida dentro de las Celebraciones Religiosas Móviles. Este 2024, corresponde al 7 de junio y la lectura del evangelio según Juan 19:31-37, el cual se incluye a continuación:
Evangelio según Juan 19:31-37
31Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado – porque aquel sábado era muy solemne – rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran.
32Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él.
33Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas,
34sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
35El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.
36Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No se le
quebrará hueso alguno.
37Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
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