Copyright 2020-2021 Veneportal.com
En un momento dramático para la comunidad judía, se concede a un rabino una de las distinciones europeas más importantes. ¿Quién es Pinchas Goldschmidt?El Premio Carlomagno es considerado uno de los galardones honoríficos de Europa y se concede a personalidades o instituciones consagradas a la unificación de Europa.
Desde 1950, se ha entregado a los padres fundadores de la Europa común, incluidos reyes y jefes de Gobierno, presidentes y papas, la oposición en Bielorrusia y el pueblo ucraniano. El 9 de mayo, el premio se otorgará por primera vez a un rabino.
Durante casi 13 años, Pinchas Goldschmidt ha sido presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER), que cuenta con unos 800 miembros eruditos judíos ortodoxos.
El hombre de 60 años es probablemente el rabino más destacado de Europa. «Con este premio, la Junta Directiva del Premio Carlomagno quiere enviar una señal de que la vida judía hace parte de Europa y que no debe haber lugar para el antisemitismo en Europa», dice el comunicado.
«Explosión de antisemitismo»
«Desafortunadamente, la realidad es exactamente lo contrario», dijo Goldschmidt a DW. «Hemos tenido una explosión de antisemitismo desde el 7 de octubre». El terror islamista de Hamáscontra Israel provocó el mayor asesinato masivo de judíos desde el Holocausto. Unas 1.200 personas fueron asesinadas, miles resultaron heridas y alrededor de 240 fueron tomadas como rehenes en la Franja de Gaza. Desde entonces, Israel ha respondido con una ofensiva militar a gran escala en Gaza.
Y, desde entonces, el odio a los judíos ha ido en aumento en muchas partes del mundo. El antisemitismo, según el rabino, «volvió a ser socialmente aceptable y políticamente correcto». Esto tiene que cambiar.
Los Gobiernos deben dejar claro que no aceptan el odio a los judíos, «ni en las escuelas, ni en las calles, ni en la cultura». Mientras se tolere el odio a los judíos, «tenemos un problema grave», advierte. Y, cuando Goldschmidt dice «tenemos», no se refiere a la comunidad judía. Para él, se trata del futuro de Europa.
La historia europea de la familia Goldschmidt incluye el horror de Auschwitz. El rabino nació en Zúrich en 1963, sus bisabuelos maternos y sus parientes cercanos murieron en Auschwitz, cuenta.
«Pasé de una guerra a otra»
De 1993 a 2022, Goldschmidt fue el Gran Rabino de Moscú. A pocos días del inicio de la guerra de agresión rusa contra Ucrania en febrero de 2022, huyó de Rusia porque el Kremlin quería obligar a los representantes religiosos a someterse a su postura.
Desde su salida de Moscú, más de cien mil judíos han abandonado Rusia, explica el rabino. «La situación política en Rusia es cada vez más difícil. El país vuelve al aislamiento total, a la Unión Soviética sin comunismo. El antisemitismo se ha convertido una vez más en parte de la política del Gobierno».
«Pasé de una guerra a otra», dice. La guerra es «terrible, una de las cosas más horribles que la humanidad ha inventado», asegura. Pero Israel, como cualquier país, tiene derecho a la autodefensa. Y en Gaza, Israel no está luchando contra un Ejercito, sino contra una fuerza guerrillera, insiste.
En realidad, el rabino multilingüe es un maestro del diálogo. Está en contacto con muchos dirigentes políticos, ha sido un invitado frecuente en la Cancillería federal de Alemania y ha visitado al papa Francisco varias veces.
Desde que se convirtió en presidente de la CER, ha establecido un diálogo de eruditos rabínicos e Imanes, líderes musulmanes, de países europeos y del norte de África.
El Islam y Europa
«En lugar de luchar contra el islam radical, estamos luchando contra la religión islámica. Es un gran error», afirma Goldschmidt. El islam radical debe ser combatido, pero: «El islam como tal puede convertirse en una parte valiosa de Europa, si sus creyentes y representantes viven activamente los valores europeos como la libertad, la democracia y la tolerancia».
Goldschmidt se complace de recibir el Premio Carlomagno. «Para mí personalmente, así como para la comunidad judía en Europa, esto es una buena señal. Nos gustaría ver más apoyo a las comunidades judías por parte de la sociedad civil. Eso sería muy importante».
(hc/rml)