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La relatora de Naciones Unidas contra la tortura, Jill Edwards, presentó un informe tras haber visitado Ucrania, y pidió a Moscú investigar las denuncias de abusos.La relatora de Naciones Unidas contra la tortura, la australiana Jill Edwards, denunció este viernes (08.03.2024) que el uso de la tortura por parte de los invasores rusos en Ucrania «no es aleatorio ni aislado», sino más bien constituye toda una «política de guerra». La experta presentó dos informes ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Uno de ellos se refería a la visita que llevó a cabo a Ucrania en septiembre de 2023, y subrayó que los métodos de tortura descubiertos contra prisioneros ucranianos por parte de fuerzas rusas «muestran un nivel de organización sistemático». «El número de denuncias creíbles de tortura y otras formas de tratos o penas crueles, inhumanos o humillantes» indica que «la tortura es un elemento de la política de guerra de Rusia», afirmó.
«Ello apunta a que hay cierto nivel de autorización oficial, o como mínimo de tolerancia desde las altas esferas hacia la tortura», aseguró Edwards, quien subrayó que los métodos de maltrato se han registrado en diversas partes del territorio ucraniano ocupado e incluso en la propia Rusia. Ante estas evidencias, «Rusia debe emitir órdenes enérgicas y claras a sus fuerzas armadas y grupos asociados, en las que indique que la tortura nunca puede ser tolerada y ha de ser castigada».
Ucrania «cumple estándares”
La relatora señaló que los fiscales ucranianos han abierto unos 103.000 casos relacionados con crímenes de guerra y de lesa humanidad, y que el 90 por ciento de ellos estaban registrados como casos de tortura. Edwards añadió que es de la máxima importancia que se abran investigaciones sobre estas denuncias y que se permita a observadores internacionales inspeccionar centros de detención y privación de libertad para participar en esas pesquisas.
La visita de Jill Edwards a Ucrania, del 4 al 10 de septiembre del pasado año, incluyó también inspecciones sobre las condiciones de detención de los prisioneros de guerra rusos. Al respecto, la relatora dijo haber recibido de estos prisioneros quejas de trato abusivo por parte de sus captores ucranianos, incluyendo intimidación, violencia física y verbal, amenazas o detenciones en lugares no autorizados.
La relatora aseguró no obstante que el centro de detención que visitó, el campo de prisioneros Zakhid 1, en las afueras de Leópolis (oeste), «cumplía en general los estándares internacionales» en materia de buena organización y limpieza. Los relatores especiales son expertos independientes con mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero no hablan en nombre de las Naciones Unidas.
DZC (EFE, AFP)