Xabi Alonso logra lo que a Julian Nagelsmann se le negó

Numéricamente no hay mucha diferencia entre lo logrado por el Bayer Leverkusen actual y el Bayern Múnich de hace un año. La sensación que deja el club de Xabi Alonso sí es totalmente opuesta.A estas alturas del torneo anterior, el líder de la tabla era el Bayern Múnich con solo un punto de ventaja sobre el Unión Berlín. Tenía 56 goles a favor, sí, pero los resultados no daban para mantenerse invicto -había perdido ya un encuentro-, sino para acumular «apenas» 40 puntos. Dos meses más tarde, los números y la tendencia que ya se veía le costaron el cese al técnico Julian Nagelsmann.

La ofensiva bávara anotaba mucho, pero la meta era otra: borrar con el colectivo toda sombra de Robert Lewandowski, su goleador estrella que luego de muchos años había emigrado al FC Barcelona. Aún se debate sobre quién fue el responsable de la decisión de jugar sin un 9, pero sea cual fuese la respuesta, Nagelsmann aceptó la apuesta y no terminó el torneo. Los bávaros incluso hubieran perdido el título de la Bundesliga si el Borussia Dortmund no fuera tan alérgico a la charola de campeón.

Dilema en el centro del ataque

En el actual, Xabi Alonso se enfrenta a un dilema similar, aunque los motivos son otros. A la ofensiva, su máximo anotador es un recién llegado de nombre Victor Boniface. En las primeras jornadas, el nigeriano pintaba para ser una de las sensaciones del torneo e incluso, en aquellos inicios, acusaba una tendencia goleadora mejor que la de Harry Kane. Pero luego Boniface fue mostrándose más intermitente al marcar. Su cuota de 10 goles y 8 asistencias no es despreciable. Pero dos torneos antes, a la jornada 19 Patrik Schick acumulaba ya 18 goles y 6 asistencias.

Además, Boniface regresó de la Copa de África con una fuerte lesión por la cual tuvo que ser operado y lo mantiene como baja. Su ausencia en el centro de la ofensiva es cubierta por Schick, que en 7 apariciones sólo lleva 3 goles en su regreso tras una larga y misteriosa lesión.

Una defensa letal

Pero al contrario de lo que le sucedió a Nagelsmann, Xabi Alonso está logrando que el equipo entero compense la letalidad y, sobre todo, la efectividad en todas las filas. En el Bayer Leverkusen destaca la poderosa defensa que ha marcado 17 goles sin los cuales el liderato sería impensable. Entre Jeremie Frimpong, Jonathan Tah, Alex Grimaldo y Piero Hincapié han hecho tantos goles como toda la ofensiva de los «aspirinos”. Grimaldo podría incluso llevar dos goles más en su cuenta, pero dos de sus tiros se han quedado en el poste.

Al igual que la línea de 3 de Nagelsmann en el Bayern Múnich de hace un año, el fútbol agresivo y abierto del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso implica riesgos enormes. Hasta la fecha, el entrenador español ha logrado que su equipo mantenga la estabilidad sin que haya costos mayores para tales riesgos. El club marcha invicto, con 8 puntos más que el Bayern de Nagelsmann a estas alturas del torneo pasado, y sostiene una cerrada pelea de pronóstico reservado contra los bávaros por el título del fútbol alemán.

Xabi Alonso vence y convence

Dicho en corto, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso arriesga pero también convence. Es algo que Nagelsmann jamás logró en su corto paso por el Bayern Múnich. En el fútbol, sin embargo, no hay garantías. Para los «aspirinos” no hay mejor recordatorio que el reencuentro con su exentrenador Gerardo Seoane en la jornada 19, en el partido contra el Borussia Mönchengladbach. Con él, el Bayer Leverkusen vivía también un cuento de hadas que al final se tornó pesadilla, caída libre y tortuoso desenlace.