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El presidente Kay Bernstein, de 43 años, conjugaba resiliencia y rebeldía en una de las historias más románticas que se conocen de la Bundesliga.Casi como en un cuento al estilo de los Hermanos Grimm, la tragedia es un ingrediente infaltable en la historia reciente del Hertha Berlín. En esta ocasión, no se trata de los típicos fallos épicos y grotescos en lo deportivo, sino en la inesperada y estrepitosa partida de este mundo del visionario Bernstein, el presidente que desafiaba todos los parámetros.
En el verano de 2022, Kay Bernstein asumió el mando con la noble tarea de devolverle el club a sus apasionados seguidores. Cofundador del grupo de hinchas acérrimos, los «ultras» Harlekins, Bernstein dirigía en sus épocas de fanático la orquesta de cánticos herthanos, y desde que asumió el cargo de presidente, su presencia personificaba la chispa mágica que impulsaba una nueva era para el equipo. Su partida por causas naturales y al final, abrupta como un giro en el cuento, deja tras de sí un vacío imprevisto y una nota de tristeza en la encantadora trama del club, que apenas comenzaba a consolidarse en lo deportivo.
Rebelde y revolucionario
El papel desafiante y visionario de Bernstein como presidente del Hertha trascendió las fronteras de Berlín, convirtiéndose en una figura polémica y que llamaba la atención de los románticos del balompié. Su pasado como ultra no solo marcó su conexión emocional con el club, sino que también lo distinguió por su actitud crítica hacia el negocio del fútbol contemporáneo.
En una época dominada por la vorágine del dinero televisivo, Bernstein abogó valientemente por reducir la dependencia de estos ingresos y propuso la implementación de un tope salarial, desafiando así las prácticas convencionales del deporte.
Además, su defensa de la vuelta a la hora tradicional de inicio de los partidos, las 15.30 horas de los sábados, revelaba su compromiso con las raíces y la autenticidad del juego.
«Der Berliner Weg”
La era de despilfarros del Hertha Berlín dejó a su paso una estela de problemas económicos que persisten hasta el día de hoy. Así que con la llegada de Bernstein, se abogó por el Berliner Weg o camino berlinés: retorno a las raíces del club, la apuesta por talento local y el respaldo inquebrantable al proceso deportivo. El club berlinés, antes envuelto en sueños de la Champions League sin un proyecto sólido, tuvo que aterrizar y encaminarse hacia una visión que privilegiara los principios sobre el dinero.
El CEO del Hertha, Fabian Drescher, aseguró a la hinchada que seguirán con el Berliner Weg: «El Comité Ejecutivo está unido y seguirá el camino y la visión con el espíritu de Kay y Hertha Berlín. Tenemos siete miembros en el comité ejecutivo y podemos actuar. El ‘camino berlinés’ continúa. Es un largo camino. Lo hemos empezado juntos y lo continuaremos con el espíritu de Kay. Nosotros, como Comité Ejecutivo, estamos comprometidos con este camino. Seguiremos trabajando en los temas de la continuación del fútbol femenino, el proyecto del estadio, la sostenibilidad y los estatutos”, sostuvo.
El Hertha Berlín está clasificado a los cuartos de final de la Copa Alemana. Se enfrenta al FC Kaiserslautern y ocupa la posición 7 de la Bundesliga 2.
(aa)
