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Los rebeldes hutíes son los actuales ganadores de la confrontación en el Mar Rojo, según observadores. Gracias a los bombardeos estadounidenses, han logrado reforzar su legitimidad en Yemen y la región.La escalada entre la milicia hutí de Yemen y la coalición naval en el Mar Rojo, liderada por Estados Unidos, ha servido de varias formas a los rebeldes, respaldados por Irán.
«Los hutíes han buscado una confrontación con Estados Unidos», dice Hisham al-Omeisy, analista del conflicto yemení y antiguo director del Centro de Investigación de Información de Washington sobre Yemen.
«En los últimos ocho años, les han dicho a sus seguidores que están en guerra con EE. UU. e Israel. De ahí que esta sea una oportunidad de oro que tratarán de capitalizar», agrega Al-Omeisy.
En Yemen se libra una guerra desde 2014, cuando el grupo hutí, respaldado por Irán, empezó a combatir a un gobierno apoyado por Arabia Saudí. Tras nueve años de enfrentamientos militares, los hutíes controlan el norte y el oeste del país, incluido el estrecho de Bab el-Mandeb que lleva al Mar Rojo. Por su parte, el gobierno reconocido internacionalmente y sus aliados domésticos controlan el sur de Yemen. Además, tribus locales dominan el este del país.
Hutíes buscan legitmidad mundial
Actualmente, los hutíes, llamados oficialmente Ansarolá, están negociando con Arabia Saudí un posible cese del fuego permanente. Se espera que, a finales de enero, el enviado especial estadounidense para Yemen, Tim Lenderking, logre ultimar un acuerdo de paz entre Arabia Saudí y los hutíes.
Según Al-Omeisy, los rebeldes esperan obtener la legitimidad mundial, una vez que los saudíes se vean obligados a aceptarlos como el gobierno nacional yemení.
Hasta ahora, solo Irán ha reconocido a la milicia hutí como gobierno legítimo, observa Thomas Juneau, de la Universidad de Ottawa, en Canadá.
El experto en Cercano Oriente sostiene que los hutíes quieren obligar a la comunidad internacional a negociar con ellos, secuestrando barcos, lanzando misiles y negociando con Arabia Saudí. Asimismo, añade, quieren ser considerados miembros clave del llamado «Eje de la resistencia», una red de grupos respaldados por Irán en la región que se oponen a Estados Unidos e Israel.
Los hutíes «ganaron»
Los ataques hutíes contra cargueros en el Mar Rojo han interrumpido una vital ruta de comercio internacional y son, según la milicia, una respuesta a la ofensiva militar de Israel en Gaza.
«Los ataques hutíes me asustan porque amenazan nuestra frágil estabilidad», dice a DW Manar Saleh, una mujer de 20 años, en la capital yemení de Saná. En su opinión, es necesario apoyar a los palestinos en Gaza, pero preferentemente sin «sacrificar de nuevo la situación en Yemen».
«La opinión pública apoya ampliamente a los hutíes, porque los yemeníes son muy apasionados respecto a la causa palestina», cree Abdulghani al-Iryani, analista sénior del Centro de Estudios Estratégicos de Saná.
En las últimas semanas, el experto ha observado un cambio de actitud hacia los hutíes: «Finalmente han ganado un amplio apoyo popular, después de haber sido odiados por años por su mano dura contra la gente bajo su control, por su corrupción, opresión e ideología supremacista».
Los rebeldes «ganaron la confrontación el día en que lanzaron el primer misil», agrega.
Victoria militar no necesariamente es la meta
Por su parte, Mohammed al-Iriani, del Centro de Política Yemení, destaca que, hasta ahora, la meta de la lucha hutí no ha sido una victoria militar.
El analista está convencido de que los rebeldes en Yemen seguirán provocando a Estados Unidos, que actualmente está concentrado en las elecciones a nivel nacional, lo cual podría limitar la eficacia de su respuesta.
Al-Irani advierte que incluso una ofensiva terrestre podría beneficiar a los hutíes, puesto que reafirmaría su legitimidad no solo en Yemen, sino en la región.
En Yemen, Safia Mahdi contribuyó a la elaboración del artículo.
(vt/ms)