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A su llegada al Werder Bremen, el delantero colombiano suma el desafío de las eliminatorias mundialistas. En entrevista con DW analiza este momento y las particularidades de la Bundesliga para un jugador latinoamericano.»Tenía muchas posibilidades de ir a otras ligas y quería encontrar un club donde fuera importante, donde tuviera mucho protagonismo y pudiera volver a jugar muy seguido”, dice a DW Rafael Borré sobre su llegada al Werder Bremen, donde viene a ocupar el lugar que dejó el seleccionado alemán Niclas Füllkrug tras su partida al Borussia Dortmund.
El delantero de la selección colombiana, de 28 años, fue campeón de la Copa Libertadores 2018 con River Plate y conquistó la Liga Europa de la UEFA 2022 con el Eintracht Frankfurt. Sin embargo, había perdido la titularidad y fue cedido por una temporada.
Su debut desde el inicio con la tradicional camiseta verde no pudo ser mejor: anotó en el triunfo del Werder 2-1 sobre el Köln. «Para mí era especial arrancar bien mi primera titularidad con el equipo, tener confianza con nuestra gente, sentirme bien y cómodo y eso fue lo que pude mostrar y sentir. Ahora hay que seguir trabajando mucho”, señala.
El club del norte de Alemania busca afirmarse en la tabla y escalar posiciones. La temporada pasada terminó en el lugar 13 en su regreso a la Bundesliga, después de haber descendido a la segunda división en el campeonato 21/22. Borré, quien reconoce entre sus referentes al neerlandés Van Persie y a su compatriota Radamel Falcao, es una pieza clave en las aspiraciones de un equipo en que otros futbolistas de América Latina también han dejado huella.
Actualmente, Borré hace presencia como uno de los dos colombianos y 15 latinoamericanos de la Bundesliga. Coincidentemente, la arquera de la selección de mujeres de su país, Catalina Pérez, es una de las nuevas contrataciones del Werder Bremen, para su conjunto femenino.
¿Cuáles son sus desafíos con este nuevo equipo?
Quiero poder jugar mucho, sumar muchos minutos, volver a retomar esa confianza en el juego y anotar muchos goles que le permitan al equipo estar más cerca de sus objetivos. Sé que en sus últimos años ha tenido dificultades, pero tenemos una gran plantilla, grandes jugadores y podemos pensar que si hacemos las cosas bien podemos pelear por cosas importantes. La mentalidad aquí es pelear posiciones para llevar al Werder Bremen a jugar competiciones internacionales.
¿Venir a reemplazar a Niclas Füllkrug es un peso adicional?
Es una responsabilidad grande, porque Niclas fue muy importante para el equipo y la afición lo quería mucho. Siempre llegar a reemplazar a un jugador así te pone presión, pero a lo largo de mi carrera he podido convivir con esas presiones y sobrellevar grandes cosas. El llegar acá puede brindar algo distinto, porque somos delanteros totalmente diferentes. Busco acomodarme lo más rápido al equipo y que nos sintamos todos cómodos con mi llegada.
Con la experiencia de haber jugado en Sudamérica y en España, ¿cómo describiría la Bundesliga?
Mientras que España es una liga de mucha más posesión, tenencia de balón y encontrar los espacios a partir de ello, la Bundesliga se trata de todo lo contrario, de velocidad, de muchas transiciones rápidas, de atacar en dos, tres pases, de equipos muy compactos y altos, para presionar. Es una liga mucho más física. Por ahí con Argentina tiene parecido, porque también es una liga muy física, se corre mucho, es muy agresiva. Pero en cuanto a River cambia un poco, se intentaba tener siempre el control del partido, posesiones largas, tener ese intercambio entre posesiones y transiciones.
¿A qué atribuye la baja presencia de futbolistas latinoamericanos en Alemania?
Yo he venido analizando en los últimos años por qué aquí no hay tantos latinoamericanos, considerando la calidad de jugadores que tenemos allá. Siento que va un poco en la mentalidad de nosotros los jugadores, de lo que pensamos de Alemania a la hora de tomar la decisión, sin conocer, antes de venir. Por ahí pensamos que encontramos un país en que hace mucho frío, que de pronto el tema del idioma es una barrera importante y la cultura es totalmente diferente. Al argentino Italia se le hace un poco más parecido, al brasileño Portugal, y a nosotros los colombianos, España. Al tomar la decisión eso pesa y terminan eligiendo otras ligas antes que venir a Alemania.
¿Y cómo ha sido su experiencia?
Pues la verdad a mí me ha gustado y he podido aprender mucho de fútbol y de la cultura alemana. Si un chico que viene de Latinoamérica no habla inglés, y el idioma alemán es difícil, puede tener dificultades para adaptarse, pero después que comprende un poco, aprende a defenderse en inglés y logra un poco de comunicación, se puede adaptar bastante bien.
¿Y de parte de la Bundesliga, hay poco interés por mirar hacia América Latina?
A mi modo de ver, creo que para la mentalidad de los equipos alemanes, que el jugador latinoamericano pueda tener más tiempo de adaptación y que su estilo de juego no esté adaptado a esa velocidad o transiciones rápidas, se les puede hacer difícil cambiarle el chip a algunos chicos. Al buscar a alguien que a veces se pueda adaptar más fácil, terminan eligiendo de otros países.
En su actual equipo, latinoamericanos como el peruano Claudio Pizarro han dejado un gran legado, que usted podría continuar.
Esperemos que sí. Eso es muy importante, cuando un club ha tenido una buena experiencia, eso hace que estén abiertos a analizar jugadores de esos países. Es increíble lo que han hecho aquí tanto Claudio como Aílton y Diego. Eso les abre la puerta a muchos más y es parte de la historia de un club tan grande como Werder Bremen.
¿Cómo ve a Colombia frente a las eliminatorias para el próximo Mundial?
Yo creo que tenemos muchas posibilidades y ahora los cupos hacen también que se abra una opción más. Para nosotros como selección el hecho de no haber ido al Mundial anterior fue un golpe importante. Ahora hay una renovación en algunas posiciones y queremos mostrar esas ganas y el hambre que tenemos para buscar resultados, poder ir al Mundial y hacerlo de buena forma, dando una buena imagen.
¿Es posible superar la hegemonía de Argentina y Brasil en la región?
Ambos países vienen haciendo las cosas bien, teniendo buenas camadas de jugadores y siento que el título del Mundial le devolvió a Argentina todo ese proceso tan bueno que venían haciendo con Scaloni. Pero también hay selecciones que están teniendo buenos procesos, como Ecuador, Uruguay y ahora Colombia. En esos duelos podemos competir de otra forma, son partidos mucho más cerrados y en cualquiera puede conseguirse un resultado a favor.
¿Qué le aporta estar en la Bundesliga para su actuación en la selección?
El jugar acá en Alemania te enseña mucho, la verdad que aprendes mucho, cómo aprovechar los espacios rápidamente, con toques rápidos. Cuando nos juntamos en la selección con jugadores de otras ligas se puede mostrar lo que hacemos, cómo vivimos el fútbol aquí en Europa y lo ponemos a disposición de la selección también. Es algo que nos permite crecer y también a los demás.