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Esta semana, la prensa en alemán se enfoca en las protestas en Lima contra Dina Boluarte, y en la reacción del Gobierno de EE. UU. a las boyas contra los migrantes en el Río Grande colocadas por el gobernador de Texas.El diario alemán Tageszeitung (taz) escribe sobre la poco concurrida protesta contra Dina Boluarte en Lima, a pesar de que mayoría de la población desaprueba a la sucesora de Pedro Castillo en Perú: «La tercera ‘Toma de Lima’ comenzó en la tarde del 19 de julio de 2023 en la Plaza Dos de Mayo, en el centro histórico de la capital peruana. (…). Ya desde hace días, el ambiente en Lima es tenso. La presidenta, Dina Boluarte, advirtió a los organizadores de la protesta: ‘¿Cuántas muertes más quieren?’, dejando en claro que, si la Policía se veía obligada a disparar, eso sería solamente por culpa de los manifestantes.
Desde el 6 de diciembre de 2022, en Perú ya nada es como antes, sin importar con cuánto énfasis llame Dina Boluarte al orden y a la tranquilidad. Ese día, el presidente de izquierda Pedro Castillo anunció el cierre del Congreso opositor. Este dio vuelta el asunto y destituyó sin más a Castillo, lo hizo detener y proclamó a su vicepresidenta, Dina Boluarte, como presidenta del país. Después de eso, las regiones del sur de Perú, donde predominan los pueblos originarios, paralizaron el país durante meses para lograr la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso. La nueva presidenta envió a la Policía y al Ejército, que mataron a tiros a 49 manifestantes de los pueblos quechua y aymara. Algunos solo pasaban caminando por el lugar, y otros eran menores. Aunque varias comisiones internacionales de investigación pudieron probar que la Policía peruana y el gobierno cometieron abusos y excesos de violencia, hasta el día de hoy nadie ha sido responsabilizado por esas muertes. (…).
Las condiciones para una protesta masiva estaban dadas, ya que, según sondeos recientes, casi un 80 por ciento de los peruanos está en contra de Boluarte, y un 90 por ciento rechaza al actual Congreso. Eso, a pesar de una masiva campaña pública que describe a los manifestantes como terroristas.
Sin embargo, el 19 de julio llegaron menos manifestantes a Lima de los que se esperaba. ‘Muchos están cansados del juego de nunca acabar: si Boluarte y los diputados se van, entonces habrá elecciones de nuevo y volverá al poder el mismo tipo de político’, comenta Lourdes Contreras, socióloga y agricultora que llegó desde Cutervo, en el norte del país. En Perú ya no existen partidos políticos maduros. Las alianzas electorales ad hoc se forman en torno a candidatos prometedores que quieren convertir su poder futuro en dinero contante y sonante. Solo una asamblea constituyente podría romper este círculo vicioso, espera Lourdes Contreras.
(…). Motivos para el descontento hay suficientes. Boluarte y el Congreso se apoyan mutuamente en su objetivo de permanecer en el poder hasta 2025, y con él debilitan a las instituciones para favorecer intereses particulares. Organizadores anunciaron nuevamente grandes manifestaciones para este viernes (28.07.2023). Cuando Dina Boluarte dé su discurso, ya no podrá ignorar la cantidad de gente que pide su dimisión.»
«Lo vemos en la corte, señor presidente”
La demanda del Gobierno de Estados Unidos contra el gobernador de Texas, Greg Abbott, por ordenar la colocación de boyas para frenar a los migrantes en el Río Grande es tema de un artículo del periódico suizo Neue Zürcher Zeitung: «El gobernador texano Greg Abbott no se dejó impresionar por el ultimátum de Washington. El lunes por la tarde, el republicano no hizo absolutamente nada para desmontar la boya que ordenó colocar hace pocas semanas cerca del Paso del Águila, donde los migrantes cruzan el Río Grande. (…). En lugar de eso, el gobernador, en el cargo desde 2015, provocó nuevamente al presidente estadounidense, Joe Biden, y a su política migratoria con sus declaraciones. El demócrata en la Casa Blanca está incumpliendo sus deberes porque no hace cumplir las leyes nacionales, escribió Abbott. Por lo tanto, no tiene más remedio que proteger él mismo la frontera con el país vecino. Y debido a que es el comandante en jefe de la milicia de su estado, la Constitución le otorga el derecho de tomar esas medidas, dijo Abbott. ‘Lo vemos en la corte, señor presidente’, anunció en Twitter.
Aparentemente, el Departamento de Justicia en Washington estaba feliz de aceptar ese desafío. Tan pronto como expiró el ultimátum, el lunes por la tarde, la División de Protección Ambiental presentó una demanda civil contra el estado de Texas en un tribunal federal. Esta demanda gira principalmente en torno a la protección del Río Grande, el majestuoso río que separa a los EE. UU. y México en una distancia de 2.000 kilómetros en Texas. (…). Pero Abbott no quiere cumplir con esta solicitud por el momento. El gobernador dijo a Fox News que sus fortificaciones fronterizas flotantes no violan el mencionado párrafo de la ley. (…). Una asesora del presidente Biden fue citada de forma anónima el lunes diciendo: ‘Los republicanos no quieren soluciones, quieren caos’. Sus legisladores de Washington han bloqueado durante mucho tiempo el camino hacia leyes de inmigración más modernas.»
(ers)